sábado, 11 de abril de 2020

Sección especial: Pereza máxima: Bash'n Cash, aparcamientos y repartidores de periódico


Hola a todos

Bienvenidos a una nueva entrega de pereza máxima, la sección en la que repasaremos los momentos más latosos, aparatosos, engorrosos, tediosos, cansinos, perezosos y apáticos de la historia de los videojuegos. Como siempre, desde el humor y el cariño. Un juego grande jamás dejará de ser grande por algún momento tonto que tenga. Hoy os traigo tres nuevas estampas que a mí, por lo menos, me traían frito en su día

Vamos a verlas

BASH ' N CASH



Cómo odiaba este minijuego del primer Mario Party!!!!!!!!!! (sobre todo, cuando me tocaba competir en solitario, ya que esta prueba era de tres contra uno). 

Si hay algo que no me gusta son los retos en los que hay mucho que perder y nada que ganar. Cada vez que la ruleta de minijuegos empezaba a girar para elegir la prueba al final del turno, y veía entre las posibles opciones Bash'n Cash, el mundo se me desmoronaba: cualquiera menos ese, por favor (suplicaba yo a un dios imaginario como si me estuviera oyendo en ese momento jajjajaja). 

Prefería hacerme una herida en la mano girando el stick como un loco en Tug o War (el juego de la cuerda) o ampararme al azar en Pipe Maze (que el cofre cayera en mi tubería por una mala elección del rival).

Sin embargo, Bash'n Cash me causaba un repelús...El jugador en solitario estaba ataviado con un traje de Bowser, tamaño gigante. Me acuerdo que algún compañero de clase decía, cómo mola ser Bowser. Y yo les decía: cuando veas en qué consiste el juego no te parecerá tan maravilloso ser el villano jajjajaja.

Y es que en esta prueba si te tocaba ser Bowser, no podías aspirar a ganar nada. Solo a no perder lo que ya tenías. Si no perdías nada, o perdías 5-10 monedas podías darte con un canto en los dientes. 

Yo recuerdo salir airoso alguna vez en plan, menos mal, "solo" me han quitado 15 monedas. Tampoco es para tanto. Era el típico juego en el que siempre me colocaba la tirita antes de empezar, ya que me ponía nervioso y jugaba fatal.

Muy fardón eso de disfrazarte de Bowser y ser más grande que los demás. Pero si no puedes ganar monedas en este juego, bastante pinta un perro con un cantazo.

Además, es la típica prueba en la que los rivales aprovechaban para vengarse de todo lo que había pasado en los turnos anteriores. Había gente con mucha sed de venganza jjajajjajajaa.


Imaginad la situación: entras disfrazado de Bowser a un diminuto patio de prisión, y estás rodeado de tres personas con un martillo en la mano, que intentarán golpearte, y por cada martillazo que te den vas a perder 5 monedas. 

Aunque el juego solo duraba 30 segundos, se hacían interminables para el jugador en solitario, ya que se iba a ver sometido al acoso de los otros tres rivales. El espacio para moverse era muy chico. Siempre estábamos acorralados. No había salida. Solo podíamos saltar y aplastarlos durante unos pocos segundos. Enseguida volvían en sí. Inevitablemente, tarde o temprano íbamos a perder monedas. Alguna vez los astros se alinearon y conseguí salir de ese tugurio sin haber perdido nada!!!!!!!!!!

Menos mal que cuando nos daban el martillazo la bolsa de dinero salía volando por los aires y caía al suelo. Lo normal es que los tres rivales nos dejaran en paz durante unos segundos y se pelearan por coger primero el dinero. Pero en cuanto alguien arramplaba la monedas, ya estaban otra vez detrás de nosotros golpeándonos con el martillo para seguir exprimiéndonos hasta dejarnos sin nada.

Cuando el jugador vestido de Bowser empezaba el juego con un número escaso de monedas (1,2,3,4,5....) te quedaba el consuelo de que había poco que perder. Tener 5 monedas y tener 0 es prácticamente lo mismo jjajajjaa. La verdad es que cuando mi marcador estaba canino, se me quitaba la presión, y me daba igual lo que pasara. Venga...dadme martillazos que solo tengo 3 monedas jajjajaa

Eso sí, alguna vez me ha tocado hacer este juego con más de 150 monedas en el marcador, y os aseguro que la risa no me sale por ningún lado. Y menos mal que el juego duran 30 segundos solamente...

Cuando me tocaba jugar en el grupo de tres, la cosa cambiaba, ya que podías explayarte a gusto dando martillazos al jugador de Bowser, y encima ganarte un dinerillo si conseguíamos atrapar alguna bolsa de monedas. Ahí el juego sí mola jajjajajaa

En la casilla roja de Bowser había una modalidad de Bash'n Cash en la que los tres jugadores debían golpear al jugador disfrazado de rey Koopa, pero el dinero, en lugar de caer el suelo y poder ser recogido por los demás jugadores, iba a parar a Bowser. Por lo tanto, nadie ganaba nada: ni el grupo de tres, ni el que jugaba solo.

MISIÓN APARCAMIENTO DE DRIVER



Con el famoso videojuego de Reflections llegó a darse la disparatada y surrealista situación de quedarme anclado en lo que supuestamente era un tutorial. Que yo sepa, solo me ha pasado con este título. Y mira que que he jugado a lo largo de mi vida. En alguno de esos juegos super-chungos he conseguido avanzar, al menos, 4-5 niveles (y luego me he quedado atascado) pero es que en Driver no pasé del tutorial, al menos durante mi época de adolescente.

Me lo alquilé un par de veces en el videoclub. Y por más que lo intentaba no pasaba el tutorial. Al final, dedicaba el tiempo a dar paseos por Miami y San Francisco, haciendo el chorra por ahí, huyendo de la policía y provocando el caos, además de las pruebas secundarias de persecución, resistencia y carrera. Pero el modo historia, por culpa de la misión inicial, nunca conseguí avanzar y siempre me quedó la espinita.

El tutorial tenía lugar en el interior de un parking. El lugar me transmitía mucha claustrofobia. Aunque no era pequeño, el techo lo veía muy bajo, y había poca capacidad de movimiento ya que los coches aparcados y las columnas nos impedían conducir con soltura. Además, se veía muy oscuro y opaco todo.


El objetivo de la misión consistía en ejecutar una serie de maniobras y movimientos al volante. Nos daban un listado, y por cada habilidad demostrada, se nos iba tachando de la lista y cuando la completáramos, superábamos el reto y ya podíamos empezar a correr en la ciudad con las misiones de verdad.

Había que hacer giros de 180 y 360 grados, acelerar a fondo, utilizar el freno de mano, hacer un slalom entre las columnas, dar una vuelta alrededor del diámetro del parking, usar el test de freno, alcanzar la velocidad máxima.. 

Poco a poco fui consiguiendo todo, y que me saliera seguido, dentro de tiempo, pero había un movimiento que se me resistía: el giro de 180 grados hacia atrás. No había manera. Y mira que veía el video de demostración con los controles, pero no me salía. Al final, lo dejé por imposible y me dedicaba a otros menesteres. Menos mal que el modo paseo me encantaba.

Cuando instalé en el ordenador el emulador ePSXe, uno de los primeros títulos que probé fue Driver. Era una cuenta pendiente que tenía. Y al final, con un poco de paciencia, experiencia y habilidad, logré desencallar la situación y pasarme el dichoso tutorial. Por fin me quité esa heridita que tenía. Y por supuesto, me extasié como un enano con la trama y las misiones del modo historia. 

Podríamos decir que hasta 2007 o así no me metí de lleno en las entrañas de Driver (después de haber jugado a los GTA de la PS2). Y aunque fuera tarde, merece la pena esta joyita.

LOS OBSTÁCULOS DE PAPER BOY



Menudo vicio me pegué en su día con Paper Boy, el clásico de Atari Games del año 1984 en el que nos metíamos en la piel de un repartidor de periódicos, que todos los días de la semana recorría una urbanización en su bicicleta para dejar en los buzones de las casas la prensa diaria.

Me lo alquilé tantas veces en el videoclub que la dependienta cada vez que me veía me decía, hoy no lo tenemos (u hoy sí está el juego...dependiendo de si estaba cogido jajajja)

Yo era un nano de 6-7 años que todavía no tenía consciencia de lo que había que hacer en los juegos. Simplemente veía a un tío repartiendo los periódicos, y me encantaba recorrerme el barrio en la bici viendo el panorama (los vecinos haciendo sus rutinas, la gente, las casas...). 

De hecho, me lo pasaba mejor jugando mal que jugando bien. Lo que menos hacía era tirar los periódicos a los buzones (que era lo que supuestamente se premiaba). Prefería lanzar los diarios contras las ventanas de las casas y romper los cristales, o contra la pobre gente que estaba tomando el sol. Gamberrismo en estado puro!!!!!!!!!!

Sin embargo, había una cosa que me daba coraje de este juego y era la cantidad de obstáculos que había en la urbanización. No podías conducir tranquilo. Cualquier cosita o detalle te hacía caerte de la bicicleta, y por ende, perder una vida. A mí siempre me ha gustado decir que la bicicleta del chico es como de cristal, ya que con con cualquier roce que tenga, siempre acaba en accidente.

Es que todo lo que había en esas calles era susceptible de provocarnos daño: árboles, vallas, casetas de perros, cubos de basura, lápidas, chuchos que nos ladran, viejas que salen de sus casas persiguiéndonos, tornados, ruedas, coches teledirigidos de juguete, vehículos aparcados, bicicletas que se cruzan en nuestro camino, alcantarillas, patinadores, bailadores de break dance, bocas de riego, niños en triciclo, niños jugando en los jardines con aros, albañiles que taladran, personas disfrazadas de parcas...En fin: un no parar de personajes y entidades cotidianas que nos harán la vida imposible


Cuando era un poquito más mayor y asimilé que Paper Boy era un juego de meter periódicos en los buzones y no de hacer gamberrismo urbano, pude comprobar en primera personas los tocapelotas que fueron los creadores a la hora de diseñar obstáculos.

Por un lado, había que tener mucha puntería, y buscar el ángulo adecuado con el buzón, para lanzar el periódico y que cayera dentro de este. Para eso había que estar muy atento a la posición de los buzones respecto a la bicicleta. 

A veces, por mirar hacia la fachada de la casa (que era donde estaba el buzón), me olvidaba de los obstáculos, y cuando me quería dar cuenta ya me había comido alguno, y por consiguiente, perdido la vida correspondiente.

Se ve que los hombres no estamos capacitados para hacer dos cosas a la vez. A mí me costaba estar pendiente del buzón (tener puntería), y a la vez, mirar los obstáculos que me rodeaban, para esquivarlos. No tengo el don de la omnipresencia. Tanto mimo ponía en que el periódico cayera dentro que cuando me quería dar cuenta....pum!!!!!!!!!! Hostiazo al canto contra el muro de turno. Y al final de poco servía ser un maestro en la puntería si luego te caías tres veces de la bici y perdías todas las vidas.

De todas formas, los creadores se pasaron un huevo, ya que todo los objetos de la calle eran mortales para el repartidor. Había que poner mil ojos (que era lo que yo no tenía). jajjaja. En fin...

2 comentarios:

  1. El Paper Boy para su época (1984) en su versión recreativa era espectacular. Pero ya cuando salieron en las consolas a partir de 1990 (creo) era ya un juego algo tedioso con lo de encajar los periódicos justo en los buzones y evitar que te atropellasen. Yo como fan de Atari que soy es un juego del que no tengo ningún apego. Tú imagino que lo jugarías en NES.

    El Driver tampoco soy capaz de pasar la primera fase y me da hartera.
    Así que trucos de Epsxe y a volar.

    PD: Estaría bien un post de videojuegos basados en películas y series. Hace poco he visto la serie de Perdidos (Lost) que no la vi en su época y me bajé el juego de Ubisoft de 2008 para Pc (salió en Ps3, Xbox360 y Pc) a ver... Y no podría ser más coñazo. XD

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  2. Lo jugué en la NES, y la verdad es que se hacía muy tedioso a la hora de encajar los periódicos en los buzones. Por eso lo he puesto en esta sección jejeje. También es verdad que de pequeño me dedicaba más a hacer el tonto que jugar bien (romper los cristales de las ventanas). Luego cuando empecé a jugarlo en serio me di cuenta del problema de esta versión de consola.

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