viernes, 30 de junio de 2023

Pereza máxima: nocturnos de Goldeneye, el templo del agua y carreras con doble reto

La entrega de hoy de Pereza máxima está centrada en títulos de Nintendo 64. A pesar de los juegazos de esta consola, los poseedores de la sesenta y cuatro bits de la compañía nipona no nos libramos de sufrir en nuestras propias carnes momentos desesperantes, tediosos, engorrosos y coñazos que nos cortaban el buen rollito. 

Tres joyas como Goldeneye 007, Zelda: Ocarina of Time o Diddy Kong Racing nos hicieron mordernos la lengua en más de una ocasión

GOLDENEYE: LA NOCHE NOS CONFUNDE 

Las misiones nocturnas del título de James Bond que tienen lugar en entornos naturales me dieron más de un quebradero de cabeza.

La primera de ellas es Statue Park. La escasa iluminación del parque, unido a la caótica disposición del escenario (esculturas en forma de ancla o de mano, monumentos de piedra medio derruidos, columnas, vallas, contenedores, barracones....) provocaban la desorientación del jugador. Si a esto le sumamos un escaso conocimiento del inglés, la primera vez que aterricé en este nivel no sabía exactamente a dónde diablos ir. 

Tanto desorden del mobiliario urbano me ponía negro. Las obras de arte majestuosas convivían con las espantosas en un mismo espacio. No hacía más que chocarme con los elementos decorativos. Además, los enemigos aprovechaban la acumulación de ornamentación para esconderse por detrás, de tal forma que no sabían por dónde te atacaban. 

Buscar a Valentín en el interior de una barraca, verme rodeado por Janus y sus hombres al lado de esa escultura comunista, y llegar a tiempo (en menos de tres minutos, tras la correspondiente carrera) hasta la puerta del parque donde nos esperaba Natalia, al lado de un helicóptero que estaba a punto de estallar no era tarea fácil entre tanta parafernalia. 

Surface II tampoco se queda atrás. La primera vez que probamos ese escenario lo hicimos de día, con el Sol iluminando el campo nevado. Al menos, la visibilidad era óptima y desde lejos se podían distinguir los principales edificios.

Sin embargo, la segunda vez que entremos a esta fase, jugaremos al anochecer, con un leve crepúsculo náutico que apenas nos permitirá percibir la silueta de las edificaciones. Por más que me acercaba a la pantalla, no conseguía ver nada en el horizonte. Daba la sensación de que andaba a ciegas, como si una espesa niebla me rodeara todo el rato. 

Era angustioso jugar este nivel. Los enemigos te disparaban y no sabías por dónde. Como te salieras de los caminos, perdías el rumbo. Y cuando llegaba a una casa, entraba, y me daba cuenta de que ya había estado allí hace poco. Me costaba sangre, sudor y lágrimas orientarme por esa llanura helada de aspecto lineal. Todos los lugares me parecían iguales. Era difícil diferenciar una cabaña de otra. Mi obsesión era siempre encontrar el edificio de la antena gigante en el tejado, que al ser el más grande era el único que medio se divisaba (con mucha dificultad, dejándome la vista en la televisión). 

Después, me ponía a dar vueltas azarosamente a ver si daba con la entrada al bunker. Reconozco que mi método era dar palos de ciego: cogía al tun tun una dirección y daba vueltas en círculo, hasta que al fin encontraba el área de asfalto circular que marcaba la entrada al subterráneo. Menudo gusto me daba al ver a Bond penetrando en el interior del mismo dando por finalizada esta jodida misión.

La falta de iluminación artificial se notaba un huevo. Ya podían haber puesto faroles en los alrededores de las casas para dar algo de luz y facilitar la orientación. 

OCARINA OF TIME: EL TEMPLO DEL AGUA

La sexta mazmorra del primer juego de Zelda para Nintendo 64 recoge momentos memorables como la aparición de Dark Link en la Habitación de la Ilusión o la pelea contra Morpha, la ameba que impedía al Sabio del Agua despertarse. 

La pesadilla de 1998 fue, para muchos, el templo del agua. Este calabozo se halla en un islote del lago Hylia. Fue construido por los Zora para honrar a los espíritus acuáticos. 

Se dice que el director del juego, Eiji Aonuma, tenía una gran pasión por el buceo, y lo intentó reflejar en el diseño de este nivel, que visitaremos como Link adulto. Gracias a su túnica, nuestro héroe podrá respirar bajo el agua sin peligro de quedarse sin oxígeno. 

La idea de ponerse unas botas de hierro, hundirse en el agua, caminar por el fondo y resolver puzles, a simple vista, parece atractiva. Pero el hecho de tener que pulsar el botón START, que se cargue el menú principal, acceder a la sección de equipamiento, y darle al botón de quitar y poner botas no resulta nada bonito. Sobre todo, si tenemos que repetirlo cincuenta veces a lo largo del nivel. Vamos a pasarnos más tiempo cambiándonos de calzado que peleando o avanzando. Cada vez que necesitemos introducirnos bajo el agua: zapatos de hierro para dentro. Cuando haya que salir a la superficie: zapatos fuera. Y así todo el rato. En la versión de Nintendo 64 tenemos que pasar por el PAUSE para cambiar de botas. 

Esta mazmorra saca de quicio al jugador más paciente, ya que tanto entrar al menú rompe el ritmo del juego y hace mucho más lento el desarrollo de la partida. La mecánica del calabozo se basa en subir y bajar los niveles el agua para acceder a diferentes áreas. En realidad, no es difícil, pero sí pelmazo, muy tedioso y frustrante hasta la extenuación. Una pena que un concepto tan creativo y original no luzca por este sistema de gestión de menús tan engorroso. De hecho, este nivel genera odios y pasiones a partes iguales. Gusta por su mecánica y es criticado por la manera de proyectarla 

Si a esto le unimos que Link bajo el agua se mueve más despacio (típico de las fases acuáticas) y que de vez en cuando hay que usar ítems como el gancho o la ocarina (con la consiguiente perdida de tiempo al activarse la animación), la combinación es explosiva. Las interrupciones son una constante. La duración de la mazmorra se alarga artificialmente. Parece que nunca vamos a llegar al final, cuando la princesa Ruto nos da el medallón de agua, y el lago vuelve a su normalidad. 


Las físicas submarinas tampoco ayudan mucho, aparte de que todas las habitaciones son casi iguales. El mismo tipo de muro, color, material, decoración...Yo terminé cogiéndole un poco de manía jejjeje. 

En las versiones posteriores, Nintendo se puso las pilas e hizo varias mejoras. Por un lado, permitió el cambio de botas de forma directa, sin pasar por el menú de pausa. Después, diseñó un sistema de luces rojas y verdes que dirigen a los jugadores en el camino hacia áreas donde pueden subir o bajar el nivel del agua. 

DIDDY KONG RACING: GANANDO Y RECOLECTANDO

Los requisitos para avanzar en el modo aventura del título de carreras más alocado de Rare son bastante exigentes. Si queremos obtener globos que nos permitan abrir nuevos mundos y competiciones no basta con quedar entre los tres primeros. Hay que ir a por la victoria. Si no ganamos, no hay recompensa. 

Cuando se trata de carreras sencillas, el objetivo resulta viable. Nos aprendemos las curvas y trazados, y a base de práctica, al final conseguiremos encabezar el ranking, Nos apoyamos en los ítems, sobre todo en los turbos y objetos de ataque para golpear a los rivales, y con un poco de capacidad de esquive y la suerte a nuestro favor, seguro que no tenemos problemas en obtener el codiciado trofeo. 

El problema llega cuando nos imponen un segundo objetivo extra por toda la cara, que si no cumplimos supone nuestra derrota en la competición, aunque quedemos en primera posición. Y es en este punto del juego, cuando Diddy Kong Racing se vuelve frustrante. Ganar en las carreras individuales es asequible. Vencer al jefe final de cada mundo la primera vez, también es sencillo. Los campeonatos tampoco son imposibles. Incluso las batallas de bonus también las sobrelleva un jugador de nivel estándar. 

Sin embargo, había una dinámica de juego que me sacaba especialmente de quicio y se atragantaba cosa mala: las carreras con monedas. En este tipo de evento, para llevarnos el globo-trofeo no solo hay que quedar en primera posición, sino recoger todas y cada una de las ocho monedas que hay dispersas por el circuito, sin dejarnos ninguna. Tenemos tres vueltas para derrotar a los rivales y que no se nos queden coins por el camino. Como nos dejemos una sola moneda, perderemos la competición, aunque ganemos la carrera. Era frustrante agenciarse siete monedas y perder la carrera, o acabar en segunda posición tras hacer un esfuerzo inmenso en agarrar las ocho coins. 

Las monedas eran pequeñas, plateadas y con el símbolo de la Nintendo 64 incrustado. Los creadores de Diddy Kong Racing tenían muy mala leche al colocarlas en zonas muy delicadas de la pista. Para coger las monedas nos obligaban a salirnos de la carretera, usar rampas de salto, atajar por zonas peligrosas o probar todos los caminos alternativos durante una carrera. A mí eso me agobiaba. Cuando llegaba a un circuito por primera vez, tenía que estar pendiente de conducir bien, y a la vez me dejaba la vista en los decorados para ver dónde diablos se escondían las monedas. A veces me costaba localizarlas y cruzaba la línea de meta sin saber dónde estaban.

¿Mi estrategia? Hacía una primera carrera fallida en la que me dedicaba a estudiar la posición de todas las coins. Luego diseñaba un plan: en la primera vuelta esta, en la segunda aquella y en la tercera esas dos. Era la única manera de centrarme. Casi siempre buscaba quitarme de en medio la recolección en la primera vuelta, para luego dedicarme exclusivamente a conducir bien y ganar en las otras dos laps. 

Si no memorizaba la ubicación de las monedas, me costaba muchísimo ganar. De ahí mi animadversión hacia este tipo de retos. Hacer dos cosas a la vez nos cuesta a los hombres jejjeje. 



jueves, 22 de junio de 2023

Melodías clásicas de Sega en Samba de Amigo


Este mes, en lugar de abrir la habitual entrada de Conciertazos videojueguiles, vamos a tratar un juego de corte musical. ¿Qué tal Samba de Amigo? El título salió a la venta en 1999 para máquinas arcade, y al año siguiente llegó la versión de Dreamcast. 

El principal atractivo de la propuesta de Sonic Team fue el uso de maracas. Este original periférico se vendió junto al juego. El jugador debía tocar el instrumento al ritmo de la música, mientras encadenaba una serie de movimientos que se mostraban en la pantalla. Había tres posiciones: baja, media y alta. A medida que agitamos las maracas correctamente nos dan puntos

Un mono brasileño bailará al son de la melodía, dando alegría a la escena. El escenario se volverá más colorido y vivaz si movemos las maracas tal y como se muestran en la pantalla

El repertorio incluye cuarenta canciones de géneros latinos como el mambo, la salsa, el merengue o la bachata. La excusa perfecta para echarse unos bailes con la consola. No faltan temas de artistas como el gran Tito Puente, Ricky Martín, Chayanne o Los del Río

Sin embargo, los amantes del mundo gamer nos deleitamos con la incursión de una quincena de temas procedentes de emblemáticos títulos de Sega. En el post de hoy recordaremos algunos de ellos. 

-After Burner (After Burner)


-Angels with burning hearts (Burning Rangers)



-Can you become rent a hero for Mankind's Sake (Rent a Hero)



-Dreams dreams (Night into dreams)



-It doesn't matter (Sonic Adventure)



-Lazy Days (Sonic Adventure)



-Let Mom Sleep (Jet Set Radio)



-Let's go away (Daytona USA)



-Magical Sound Shower (Outrun)



-My sweet passion (Sonic Adventure)



-Opa Opa (Fantasy Zone)



-Open your heart (Sonic Adventure)



-Sonic, You can do anything (Sonic The Hedgehog CD)



-Super Sonic Racing (Sonic R)



-We are Burning Rangers (Burning Rangers)




miércoles, 14 de junio de 2023

Personajes famosos que han doblado al español videojuegos

La entrada de hoy está dedicada a aquellas figuras del ámbito cultural español (presentadores, actores, cantantes, deportistas...) que alguna vez han ejercicio labores de doblaje, es decir, prestan sus voces con el fin de dramatizar las palabras que salen de la boca de nuestros personajes de videojuegos favoritos

Todos ellos son profesionales con una dilatada experiencia en sus campos de trabajo. Las compañías de videojuegos aprovechan la fama, el nombre, el prestigio y a veces el excelente dominio de la recitación y la declamación de estas personas, para dar calidad al apartado sonoro. 


Si detrás de alguien como Han Solo (Lego Star Wars: El despertar de la fuerza) se esconde la voz de Harrison Ford, los fans del mítico actor tendrán curiosidad por catar el juego, amén de la sensación de autoridad que supone que una celebridad de renombre participe en el proceso

¿Qué os parece si hablamos de personajes famosos españoles que han doblado videojuegos?

Empezamos con un clásico: Manolo Lama y Paco González en FIFA. Estos dos periodistas radiofónicos han dirigido espacios deportivos como Carrusel (Cadena Ser) y Tiempo de juego (COPE). La primera vez que narraron partidos fue en la edición de 1998. Hasta ese año, los comentarios estaban en inglés. Casi sin darnos cuenta llevan con nosotros un cuarto de siglo. El sarcasmo, la ironía, el buen rollo y la emoción con cada uno de los goles es su sello de identidad. 

El locutor Pepe Domingo Castaño comentó los partidos de Copa Mundial de la FIFA 2006, UEFA Champion League 2006-2007 y UEFA Euro 2008. 


Un poco más antiguo es UEFA Dream Soccer. Entre sus comentaristas encontramos a la presentadora de deportes María Escario, habitual en Telediario y Estudio Estadio. También aparece Matias Prats, otra institución de las noticias. 



La narración de partidos de Pro Evolution carecían de la emoción y sincronización de FIFA. Recuerdo a Guillem Balagué y Roberto Martínez en los primeros capítulos, allá por 2002-2003. Luego llegaría Juan Carlos Rivero e Iñaki Cano (2004-2007), que en aquel momento trabajaban en Televisión Española. En 2008 entró Maldini, famoso por sus conocimientos en fútbol internacional, aunque también estuvo en el candelero esos años, ya que su mujer participó en Supervivientes jejeje. 


Maldini se ha mantenido fijo hasta hoy, junto a Carlos Martínez y Claudio Serrano. Estos dos últimos se incorporaron un poquito después (2010/2011).

Ahora vamos con un presentador mítico de la pequeña pantalla: Constantino Romero. Condujo espacios de renombre como El tiempo es oro, La parodia nacional o Alta tensión. Entre sus trabajos de doblador de videojuegos puso voz al Ancestro Mayor (Mulán), Mufasa (El rey León: Las aventuras del poderoso Simba) o Terminator (Terminator 3: The Redemption). También fue narrador de Trivial Persuit (2009)



Fernando Acaso fue copresentador de la primera edición de Gran Hermano (2000). Su labor era recoger al expulsado de la semana y llevarlo al plató con Mercedes Milá. También era la voz de la comisión en ¿Qué apostamos? Todos lo recordaréis por ser el que mandaba a Ramón García y Ana Obregón meterse en la ducha al final del programa.

Como doblador fue responsable de la voz de Alfred Pennyworth en Batman Arkham City, Origins, Knight, La era de la infamia y Lego Dimensions. En Lego Marvel vengadores dramatizó al coronel Nick Furia. 


El popular DJ de los 40 Principales Tony Aguilar, famoso también por presentar Del 40 al 1 (40TV) y ser jurado de Operación Triunfo, dio voz a Gabe en Marc Eckos Getting Up: Contents Under Pressure, que fue todo un homenaje a la cultura del graffiti 



El campeón del mundo en Fórmula Uno, el español Fernando Alonso, fue el comentarista del tutorial de Formula One 2005 y participó como narrador invitado en la edición de 2006. Fueron dos años de gloria para el piloto asturiano que se coronó con sendos mundiales. 

El periodista Antonio Lobato, famoso por las retransmisiones televisivas de las carreras, también puso su voz para el juego. 


Vexx fue un título de plataformas creado por Acclaim en el año 2003 para las consolas de 128 bits. El protagonista es un niño de aspecto feroz que va equipado con guantes de guerra que le permiten nadar y volar. Su objetivo es recolectar corazones mágicos. En el doblaje participaron los actores Alex Angulo (Darby) y Fele Martínez (Yabú El oscuro) y la cantante Alaska (Reia). El primero lo conocemos por su papel de Blas en Periodistas. El segundo, por sus películas con Amenábar. Y la tercera por interpretar temas como A quien le importa, ser la esposa de Mario Vaquerizo y presentar La bola de Cristal. 


El actor Imanol Arias, famoso por su papel de Antonio Alcántara en Cuéntame (aunque también hizo series como Querido Maestro) puso voz al capitán Roland Garrison en Battlefield 4


Gracias a Pepe Carabias, escuchamos hablar a Hugo, el trol que protagonizó un videojuego interactivo a mediados de los noventa. Se jugaba desde el teléfono y salía todas las noches en el Telecupón. 

No obstante, el actor madrileño también colaboró en otros proyectos. Fue la voz de Mort (Madagascar 3), el Ermitaño chalado, Silmak el perista, Lugo el minero o el Peregrino maldito (todos ellos de Diablo 3). También dio vida al coche amarillo de Hot Wheels el mejor piloto del mundo. Su peculiar dicción es percibida en muchos capítulos de World of Warcraft. 


La actriz gallega María Castro, conocida por sus papeles de Lucía Jimeno en Sin miedo a Soñar (SMS), Francisca Silva en Seis Hermanas o Ana López Rayos en Amar es para siempre, dramatizó al personaje de Alicia Van Volish en AR-K (2011)


¿Sabéis quién dio voz a Emerson Black en Call of Duty Black Ops Cold War? José Coronado. Todos lo conocemos por meterse en la piel de Chus en Hermanos de Leche y Luis Sanz en Periodistas. 

El presentador del mítico Ark Attack, Jordi Cruz, también hizo incursiones como doblador gamer. Puso voz a Fred Weasley en algunos títulos de Harry Potter: La Piedra Filosofal, La cámara secreta, La orden del Fénix, El prisionero de Azkaban...También se esconde detrás de Flik, la hormiga de Bichos. Incluso recuerdo vagamente oír su voz en 007 Nightfire. 


Detrás de la voz de algunos personajes de The Order 1886 (Victor, el Torturador y el soldado rehén del ascensor) se encuentra el director Alex de la Iglesia, famoso por sus películas (El día de la bestia)


La actriz Dafne Fernández, famosa por su papel de Marta en Un Paso Adelante o Nieves en Tierra de Lobos, probó suerte en este mundillo, encarnado la voz de Beladga en Horizon Zero Dawn.

 


Todos conocemos a Isabel Gaudí por interpretar el papel de Sharon en Ana y Los siete. Sin embargo, la actriz también dobló voces en videojuegos como Jungla de Cristal 2 Trilogía Las Vegas o Day's Gone. También la recuerdo como Louisa Phillips en Privateer 2: The Darkening, Jessica James en Evidence y un chico de pelo rubio en Indiana Jones y la Máquina Infernal


¿Sabéis qué tienen en común Napoleón Bonaparte en Assasin's Creed Unity y el narrador de Little Big Planet? Yo os lo digo: detrás de sus voces se encuentra Cristian Gálvez, mítico presentador Pasapalabra o Caiga quien caiga. 


Por cierto, la voz de Cleopatra en Assasin's Creed Origin pertenece a Clara Lago, ex de Dani Rovira y famosa por protagonizar películas como Ocho apellidos vascos


Iván Lavanda, el profesor de interpretación de Operación Triunfo 2020 probó suerte en este terreno y dobló al hacker Marcus Retro Holloway en Wath Dogs. Su metal de voz también se aprecia en Marlon Spinalbo (Wizard101), Zor (Sonic Lost Word), Kai (LEGO Ninjago) y Thor (Disney Infinity 2.0)


El streamer y youtuber Ibai Llanos participó como comentarista del VOLTA en Fifa 2020 y Anunciante MSI 2018 en League of Legends. 


El  ilusionista Jorge Luengo, cuyos números han aparecido en diversos programas de televisión, dobló a Finn, el protagonista de Sorcery. Un mago poniendo voz a otro mago


Dani Mateo hizo una colaboración en un videojuego de Google Play: Saber es poder. Pone voz a Max


El humorista manchego José Mota, famoso por sus sketches, hizo lo propio con el ratón Stuart Little en Un enredo Fotográfico. 


Daniel Muriel, un habitual de las matrimoniadas de José Luis Moreno, se atrevió a doblar a Emile en Kinect Rush, una aventura de Disney Pixar


Su amigo en Escenas de matrimonio, el actor Rubén Sanz es la voz de uno de los guardias del banco Gringotts en Harry Potter y las reliquias de la muerte. 


El actor José Luis Gil, que dio vida a Juan Cuesta en "Aquí no hay quien viva" y Enrique Pastor en "La que se avecina" (sufrió un ictus el año pasado), es un doblador habitual en títulos de dibujos animados. Es la voz de Tarzán (1999), Marlin (Buscando a Nemo), Buzz Lightyear (Toy Story 2) o Pincho Villa (Toonstruck)


Otro actor que dobla a personajes para los más peques de la casa es Jesús Olmedo. Puso voz al Súper en Mortadelo y Filemón en el escarabajo de Cleopatra y Operación Moscú. También dobló a unos cuantos secundarios y villanos de la misma franquicia


La actriz Leonor Watling, que se hizo famosa en los noventa con películas como Raquel busca su sitio o La hora de los valientes, puso la voz a Kaileena en Prince of Persia el Alma del Guerrero, el segundo título de la trilogía para las consolas de 128 bits. 


Tito Valverde alcanzó la fama en la pequeña pantalla gracias a sus papeles de Pepe en Pepa y Pepe y el comisario Gerardo Castilla en El comisario. En el año 2010 dobló a Scott Shelby en Heavy Rain. 


Otro actor conocido es Luis Varela. En la década de los sesenta/setenta ya era famoso por sus papeles en Estudio Uno. No obstante, los más jóvenes lo recordamos por su papel de Luciano en Manos a la obra y Gregorio Antúnez en Camera Cafe. En 1996 puso voz a Arsenio Ricino en Toonstruck, aventura gráfica en la cual todas las imágenes estaban dibujadas a mano


Ese mismo año una desconocida Paz Vega dobló a la Señora Phelps en Harvester, otra aventura gráfica de la época. Al año siguiente, la actriz sevillana dio el salto a la pequeña pantalla gracias a sus papeles en series como Más que amigos o Siete Vidas.


Manuela Velasco, sobrina de Concha Velasco y actriz en series como Amar es para siempre, Velvet y Géminis, lo dio todo a la hora de poner voz a la teniente Laura Gibson en Call of Duty Infinite Warfare


El futbolista David Villa (El Guaje), como no podía ser de otra manera, se dobló a sí mismo en David Villa Pro Soccer, allá por 2017


No hay que ser un genio para darse cuenta de que detrás de la voz de José Luis Torrente, protagonista de Torrente El juego y Torrente 3 El protector se encuentra Santiago Segura. El cineasta de Carabanchel Bajo también dobló a Eddie Riggs en Brutal Legend en 2009. Me bastó escuchar su primera frase para identificar su peculiar timbre, aderezado con su buen humor.