lunes, 20 de abril de 2020

Mis escenas favoritas de Final Fantasy X



Cada vez que enchufo mi Play Station 2 e inserto el DVD de Final Fantasy X casi siempre acabo cargando mi vieja partida de 180 horas. 

Teniendo a todos los personajes desarrollados al máximo en el tablero de esferas, con los eones oscuros ya derrotados y todos los secretos encontrados, cualquier paseo por los escenarios de Spira se hace un poco aburrido, incluso en las famosas ruinas Omega, que contienen los enemigos más poderosos del juego. Matar bichos fuertes de un solo ataque no es muy divertido con el paso del tiempo. 

Así que al final, después de unos cuantos combates en un sitio, me termino aburriendo, lo dejo y cojo la nave Albed en dirección al lugar de siempre: el auditorio de Luca


¿Y por qué me gusta tanto este lugar? Porque me permite rescatar los mejores momentos sonoros y visuales del marco argumental de Final Fantasy X. 

Yo soy una persona que vivo las historias de los juegos al máximo: lloro las penas de los protagonistas, disfruto de sus momentos felices, me troncho con las ocurrencias que a veces tienen, contemplo los entornos en los que se mueven, siento la música que suena...Como filólogo valoro mucho la parte literaria de los juegos, la narrativa, la relación entre los personajes, la ambientación espacial-temporal...y me emociono con lo que se cuenta. Y no me avergüenzo en decir que he llorado con Final Fantasy X. Los hombres podemos (y debemos) llorar. Sentir lo que expresamos.

A lo mejor os parezco un tanto exagerado, pero en el auditorio de la ciudad de Luca se me pasan las horas revisando una y otra vez los momentos más intensos y dramáticos de la historia de Tidus y Yuna. No me canso de contemplar las mismas escenas o de escuchar los mismos temas musicales. Todavía hoy, 17 años después me sigo emocionando.

Por eso, voy a compartir con vosotros mis escenas favoritas de Final Fantasy X.


La primera que os traigo me sigue conmoviendo a pesar de los años. Se trata de la destrucción de Zanarkand, la ciudad natal de Tidus. 

Me encanta el contraste entre la frivolidad (la gente acudiendo en masa al campo de Blitzball, llenando el estadio, animando, gritando, pasándoselo bien como hoy pasa con el fútbol, y el protagonista haciendo filigranas con la pelota y dándolo todo para ganar), y por otro lado el peligro que acecha y se acerca poco a poco bajo la atenta mirada de un misterioso Auron (el monstruo Sinh aproximándose de manera inminente a la ciudad, desde el mar, creando un tsunami que se hace cada vez más grande). La gente despreocupada y divirtiéndose, y el desastre que se avecina. Me pone los pelos de punta

La escena es espectacular y supone un derroche y alarde del poder técnico de la PS2. Me quedaba embobado viendo la ciudad iluminada en la noche y cómo el nivel del agua iba elevándose, los edificios desintegrándose, las olas penetrando en las calles, el humo y las explosiones fruto de los ataques de Sinh sucediéndose en diferentes puntos, las esculturas rompiéndose por la presión, Tidus agarrándose como puede a una cornisa para después caer al vacío. Increíble. Catarsis en estado puro.


La segunda escena es la del rito del envío en Kilika. Ese atardecer, esa Yuna caminando y bailoteando sobre las aguas (como si fuera Cristo), la gente llorando por sus muertos, los nenúfares flotando sobre el mar, las almas de los fallecidos ascendiendo al etéreo, el torbellino de agua que mantenía a Yuna en el aire, y por supuesto, ese salmo de Yevon sonando y dando emotividad a la escena. No podía evitar echar la lagrimita.

De esta escena guardo una pequeña anécdota. La primera vez que me alquilé el Final Fantasy X tuve la mala suerte de que mi DVD estaba rayado y se quedaba atracando justo al inicio de esta estampa. Veíamos a Yuna acercándose a la orilla de la playa, y en ese momento se quedaba congelado el juego. Y yo, que me había picado cosa mala con el juego, no me quedó más remedio que volver al videoclub antes de que me cerraran para cambiar el disco, ya que era sábado por la tarde y al día siguiente domingo no abrían, y no tenía ganas de quedarme a medias sin saber cómo seguía la historia.


Otra escena mítica es el encuentro amoroso entre Tidus y Yuna en el precioso lago de Macalania. Está claro que desde que se conocieron en el templo de Besaid, los dos protagonistas están destinados a quererse. 

A pesar del contexto tan convulso que viven (Yuna dispuesta a sacrificarse por Spira, y los guardianes que ven con malos ojos el acercamiento a Tidus) está claro que hay feeling: esas miradas, esa química, esa sintonía, ese empaste entre ellos, esas risas...

Era evidente que todo esto tenía que explotar tarde o temprano por algún lado de una forma más física y sensual. Y el esperado momento se produce en uno de los lugares más románticos de Spira. La canción es una preciosidad, muy influida por el anime japonés.

Me encanta el bosque brillando. Me encanta ver a Yuna entre llorando y riendo, el lenguaje corporal, y finalmente ese beso. Uno de los momentos más líricos e íntimos de FFX


Vamos a acabar con un momento épico, que es el asalto a Bevelle. Nuestro equipo de guardianes hará todo lo posible para parar la boda entre Yuna y Seymour Guado. Ver cómo la nave Albhed, averiada, echando humo por los cuatro costados, pierde altura y está a punto de estrellarse contra la ciudad es uno de los momentos de mayor tensión del juego. 

Veremos a los soldados preparándose para atacar, enfundando armas, y a Yuna vestida de novia con una cola que recorre toda la escalera nupcial y se mece con el aire provocado por las aspas de la nave a su paso. Hasta el ramo de flores se cae de las manos de Yuna. No se me pasa ni un detalle.

Nuestros protagonistas conseguirán poner el pie en la ciudad, colocando unas amarras desde la nave que servirán para deslizarse por ellas y bajar hasta el lugar de la boda. Ver cómo cada uno de los personajes "patina" por estas amarras descendiendo hasta la ciudad es todo un espectáculo. Las máquinas no paraban de dispar balas contra la nave y la ciudad llena de soldados. Una pasada.

Hubo un pequeño detalle que se me pasó en su momento y descubrí años después. En la escena podíamos ver a todos los héroes descendiendo por la cuerda de las amarras: Tidus, Rikku, Kihmari, Auron  Wakka. 

Sin embargo, no conseguía ver a Lulu por ningún lado. Un tiempo después, comprobé que la maga negra aparece en escena, pero no baja a pie como los demás, sino en brazos de Kihmari. La cámara capta este momento durante unas décimas de segundo y es fácil que se nos pase. Ya en la época de Youtube y parando el video en el momento justo pude darme cuenta de este detalle. Y ver que Lulu estaba dentro de la escena.

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