miércoles, 29 de diciembre de 2021

Celebrando las 20.000 visitas: reflexiones, anécdotas, gazapos y making of de Cachitos videojueguiles

Hoy es un día importante para el blog. Ayer alcanzamos la cifra mágica de 20.000 visitas. Esto significa que 20000 personas han clickeado alguna vez en entradas de Cachitos Videojueguiles. Y yo estoy súper orgulloso de que tanta gente lea mis publicaciones. Es un honor compartir con vosotros mi pasión por el mundo retro. Ojalá todo lo que siento por este hobby os lo haya hecho llegar. 

Si os digo la verdad, no he movido un dedo desde mayo de 2019 en promocionar el blog. Ni hago SEO, ni comparto en redes sociales (salvo Facebook), ni busco títulos atrayentes, ni provoco palabras clave en mis post, ni hago regalos a la peña, ni participo como escritor invitado en otras web, ni confecciono anuncios para promocionar mi espacio...Desde un punto de vista logístico, tengo el blog dejado de la mano de Dios. Soy un auténtico desastre jejjejeje. 

Yo solo me he centrado en una cosa: crear contenidos que me gustan, con los que me siento cómodo, que han formado parte de mi vida como jugador y me han marcado de manera especial. Cuando abro un tema lo único que sé es que tengo muchas cosas que contar. No me pongo límites de espacio o tiempo. Odio estar encorsetado a normas/cánones/estructuras/dinámicas/patrones y convenciones. Va en contra de mi personalidad. Soy un espíritu libre. 

Los mandamientos del blogging dicen que las entradas cortas deben rondar unas 300-500 palabras, y las largas, entre 1500-2500. Yo sé que hay post que se van a los 15000 vocablos. Según los expertos, esto supone perder un porcentaje importante de receptores que buscan lecturas rápidas y directas. Lo sé. Soy consciente de eso. Y no me importa!!!!! Al final, el que tiene que estar contento con lo que hace soy yo. ¿Para qué sirve agradar a los demás, si luego haces cosas con las que no te sientes identificado?

La satisfacción con uno mismo es lo más bonito del mundo. Yo me desvivo con cada entrada. Necesito exprimirla al máximo, decir todo lo que siento, no dejarme nada en el tintero, como si estuviera en una sesión psicoanalítica. Por muy insignificante que parezca, me urge escupirlo del alma, aunque al resto os parezca la mayor gilipollez del mundo. Pero yo me quedo satisfecho, pleno y en paz.

¿Necesito una entrada de 6000 palabras para decir que se me olvidó pulsar el interruptor del tren para abrir el mundo de las Industrias Grunty en Banjo Tooie? Sí...¿Y qué pasa por eso? Es parte de mi vida. Se trata de un episodio, que para bien o para mal está tatuado en mi piel gamer. Y disfruto contándoselo a los demás. Para mí es trascendental, y merece esa atención. 

Yo disfruto escribiendo tochos, aunque sé que eso me resta audiencia. ¿Y la satisfacción de haber dicho todo lo que tenía que decir sobre un tema que me gusta? Desde pequeñito me inculcaron el valor de la disciplina, el trabajo bien hecho, el amor por las cosas que haces. Los videojuegos retro son mi pasión. Y cuando algo te gusta en grado máximo, no te importa gastar horas, esfuerzo y recursos. No escatimas en nada. 

Por ejemplo, a un hincha de un club de fútbol no le importa hacerse un viaje de 500 kilómetros para ver un partido de su equipo. Eso me pasa a mí con el blog. Cuando escribo soy feliz. No me importa estar 6 horas preparando una entrada, aunque luego no llegue a las treinta visitas. ¿Y lo bien que me lo paso haciéndola?  Eso no tiene precio. Eso vale más que cualquier otra cosa. Acabar un post y ver que es el post de tus sueños, y has desnudado tu alma tal y como lo habías planificado. Puro goce!!!!!!!!!!!!!!!

Algunas personas me han dicho: jolines, es que menudas biblias te marcas. Podrías ir al grano. ¿Por qué tienes que dar tantos detalles? ¿No sería mejor resumir? ¿No te das cuenta de que tu estilo es soporífero e infumable? Es que pareces que estás dando un sermón. Eres un pedante!!!!!!!

Yo les contesto: el amor que siento por los videojuegos me hace ser así de pasional. No puedo evitarlo. Ángel se morirá siendo así de cargante. Cuando algo lo lleva en la sangre, no hay quien se lo quite. Me pasa con el mundo retro, y me pasa con todas las cosas que me gustan: la literatura, la copla, la cocina, la lengua española, la música, el arte...Yo soy imperfecto, pero cuando algo se me mete en las entrañas, necesito acercarme a la perfección. Lo doy todo. Busco la máxima calidad, el sobresaliente. Para mí un ocho es una nota insuficiente, cuando se trata de algo que me apasiona. 

En aquello que me interesa necesito superarme día tras día, aunque parezca imposible sobrepasar cierta marca. Forma parte del juego de la pasión: nunca pares, nunca te conformes, hasta que lo bueno sea lo mejor, y lo mejor excelente. Eso sí: en lo que no me gusta soy un puto dejado. Paso de la desgana a la gana en cuestión de segundos. Puedo ser capaz de lo peor y de lo mejor dependiendo del ámbito

¿Cuál es criterio que sigo para dar por finalizado un post? La sensación de plenitud. Hasta que no vacío mi alma de recuerdos, impresiones y pareceres no me quedo tranquilo. Cuando el flujo del pensamiento se agota, es decir, mi mente se ha quedado en tabula rasa (todo lo que hay dentro de mí se ha convertido en palabras), llevo la entrada a la bandeja de Publicaciones pendientes. 

Entonces, mi corazón entra en un estado profundo de paz y serenidad ya que he expresado todo lo que quería decir sobre el tema. Como se quede una sola gota de contenido en el interior de mi cerebro, os aseguro que no alcanzo el sosiego. Solo cuando lo he dicho todo, doy por cerrado el proceso creativo. 

Evidentemente, mi intención no es contar todo lo que se ha dicho/escrito/publicado sobre un asunto. La perfección académica y técnica es imposible. Para eso, hay otras páginas web o revistas que son mucho más completas que yo a la hora de ofrecer contenidos. Cuando hablo de PERFECCIÓN, me refiero a la PERFECCIÓN ESPIRITUAL: contar todo lo que siento sobre un tema, toda MI VERDAD, todas mis experiencias y vivencias. Y eso no tiene que corresponderse con la verdad objetiva y tangible. 

Como consecuencia de esta filosofía gamer, tengo una regla de oro que JAMÁS que quebrantado: solo hablaré de aquellos temas que sé, conozco y domino. En definitiva: cuestiones que forman parte de mi biografía como jugador. La realidad se conoce mejor cuando interactúas con ella de una forma directa y tangible. Este es un blog empírico, no teórico. Para exponer lo que otros han dicho, la gente prefiere la fuente original que la copia. 

Seguramente peque de abusar de los mismos géneros, sagas y sistemas a lo largo de estos meses. Se me ve el plumero. jejjejeje. Se nota claramente mi predilección por Banjo, Mario, Play Station 2, Amstrad, los juegos de saltos y conducción, los títulos "pirata" de Atari 2600 y NES, las bandas sonoras... Como diría aquel: ese soy yo, esta es mi vida, así son las cosas y así las hemos contado. ¿Podría abrirme a más contenidos? Por supuesto. Por la vía de la investigación ý el estudio puedes llegar a cualquier sitio, pero el camino de la naturalidad, el corazón y la espontaneidad es tan puro y bello. 

Un cachito de mi vida videojueguil

Por eso, elijo asuntos y expreso lo que siento en todo momento, sin importar la relevancia que pueda tener para el resto. Escribo para y por mí (aunque suene pretencioso y narcisista). Eso sí: compartirlo con los demás, comunicarlo y darlo a conocer de una forma limpia y transparente es tan bonito!!!!!!!! 

Lo que hago en Cachitos videojueguiles es abrir mi vida gamer a todos vosotros, a través de estampas concretas. Aquí no estamos para analizar títulos como en el Rincón de los Nostálgicos del foro de Meristation o hacer refritos/copiapegas/versiones mejoradas de otros trabajos anteriores. Ni yo mismo sé lo que voy a hacer mañana. El caos es mi seña de identidad

En el escritorio de mi habitación tengo un folio de papel. Cada vez que se me viene a la cabeza una idea para el blog, sea la hora que sea, o esté haciendo lo que esté haciendo (comiendo, estudiando, fregando, viendo la televisión, jugando a la consola...) voy a la hoja y lo apunto. En los días siguientes maduro la propuesta y empiezo estrujar mi mente para sacar contenido. 

Si me pilla fuera de casa, llevo en el móvil un archivo de notas en el que registro todas y cada una de mis ocurrencias: mira, puedo escribir un post sobre escenarios ambientados en el interior de monstruos; anda, podría hablar de las trampas que hacía jugando al Trivial Persuit de MS-DOS.

Entre la lámina que guardo en el cajón de mi cuarto, y los apuntes del teléfono, al final, he creado un banco de proyectos muy majo, que está lleno durante todo el año, rondando la veintena de esbozos

Esta es la página de borradores. Aquí trabajo en los 
temas futuros. Dentro de poco publicaré una entrada
sobre descensos en paracaídas. He tachado los demás
títulos para no romper la sorpresa 

 
A veces, la idea no fragua. Se queda en una mera intención, propósito o plan frustrado. Debido a la falta de tiempo, inspiración, ambición, motivación o lagunas mentales permanece muchos meses anclado en la lista de "posibles temas", para después caer en el monte del olvido. 

Os pongo ejemplos de entradas que tenía pensado elaborar, y por diferentes motivos nunca escribí o las tengo guardadas sine die en el cajón. Quizá en un futuro, quien sabe...

-El influjo de Columns en el modo Puzzle Kombat de Mortal Kombat Deception

-La catedral de Notre Dame en los videojuegos (Onimusha 3, Time Splitters 2...)

-Recorriendo el circuito de Midfield Raceway a través de los diferentes capítulos de Gran Turismo

-Detalles de la vida monacal en La abadía del crimen (Amstrad)

-Cavando en videojuegos (Dig Dug, Lode Runner, Mr Do, Mr Driller...)

A veces, la inspiración para un tema ha venido en forma de chispazo cotidiano. En medio de un acto de la vida diaria, casi siempre intrascendente e insustancial, surge la idea. Os voy a contar varias anécdotas

Una noche estaba viendo en Youtube videos del mítico programa de televisión La parodia Nacional. Se emitió a finales de los noventa en Antena 3 y fue presentado por Constantino Romero. En este espacio la gente cambiaba la letra de canciones conocidas para hacer un análisis de la actualidad político-social en clave de humor. 

En concreto, llegué a una actuación muy divertida titulada Los tres pendones (una visión burlesca de los tres tenores), con la música del Funi Culi Funi Cula, que es la misma que se escucha en las misiones de pizzero de Spider-Man 2. Esto me motivó a escribir una entrada en mayo de 2019 sobre los trabajos de reparto de pizza en la segunda aventura del Hombre Araña en Play Station 2.





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Preparando las oposiciones de profesor de secundaria (especialidad de Lengua y Literatura), me tocaba repasar el tema 26, que es el del texto narrativo. Esa semana estuve muy atareado recordando conceptos como omnisciencia, flashback, primera persona o in medias res. Para comprobar que había asimilado de una forma correcta la lección, decidí aplicar estos términos sobre Final Fantasy X. Y en septiembre del 2019 diseñé una entrada sobre ello.

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Una tarde de abril de 2020, en pleno confinamiento, mi madre me pidió que diera un limpiado a la taza del WC: echa desinfectante y llega con la escobilla hasta el fondo, que quede reluciente. 

En ese momento me acordé del emblemático segmento de Banjo Kazooie, en el que los protagonistas, disfrazados de calabaza, se meten en el interior de Loggo, el inodoro parlante, y penetran en las tuberías para recoger una pieza de puzle. Ya tenía material para una nueva entrada!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


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Una noche de verano del 2020 me puse a hacer zapping por televisión. Estaba aburrido. No había nada interesante que ver. Al pasar por NEOX emitían un capítulo de Los Simpson. En ese momento dije: ¿Y si escribo un post sobre los diferentes videojuegos inspirados en la popular serie?


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Echando unas carreras al Mario Kart 64 en enero de 2021 me salió el rayo. Me aplastó el huevo gigante de Yoshi's Valley y fui relegado a la última posición. Con el fin de igualar las carreras y que estas sean más emocionantes, la máquina asigna los objetos más poderosos a los conductores peor situados, para que puedan remontar. Por eso me dieron el relámpago. A raíz de esto se me ocurrió escribir el reportaje "Rayos y videojuegos". 


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El pasado mes de octubre, la tele del salón se nos desconfiguró. Mi padre me pidió que hurgara en los menús para devolver la imagen a los parámetros anteriores al incidente. Cuando me tocó ajustar la línea del brillo, se me vino a la cabeza la estampa del Banjo Tooie en la que los héroes se encontraban en una caverna oscura de la Mina del Barranco Brillante, y en lugar de esperar pacientemente a conseguir la habilidad de desdoblamiento para dar luz a la estancia, ponía al máximo la barra Brightness de la TV. De esta manera lograba percibir las siluetas y contornos del escenario, guiarme en la oscuridad y coger el jiggy. Como no podía ser de otra forma, escribí la entrada correspondiente en el blog

Una vez tengo la idea, me siento enfrente del ordenador y hago un ejercicio de introspección: todo lo que sale de mi alma, lo convierto en PALABRAS. En ese momento da igual el orden y el concierto, el rigor de la información, la precisión expresiva, la calidad sintáctica...Ese material es genuino, auténtico, artesanal. Lo mantengo intacto en la versión final. Esa base es inquebrantable.  

Cuando mi espíritu se ha quedado saciado de verter recuerdos, impresiones y emociones, es cuando me pongo las gafas académicas. Llega el Ángel filólogo, metódico, un tanto maniático y perfeccionista, que se dedica a ordenar los contenidos en busca de un discurso coherente, con las pertinentes revisiones de estilo y ortografía. 

Es en esta etapa cuando entra en juego el academicismo. Evidentemente no soy un Dios. Hay cosas que se me olvidan: la fecha de un videojuego, la compañía, los sistemas para los que salió, el nombre de sus personajes, los detalles argumentales, las modalidades jugables, los datos puramente objetivos...No es plan de meter la gamba. Alguna vez la he liado por ir de "listo" y no cerciorarme de comprobar ciertas informaciones. Por ejemplo, asociar la saga Bubble Bobble a Namco (en vez de Taito), o afirmar que el grupo Bad Religion surgió a finales de los setenta (en lugar de los ochenta). A veces, nuestra verdad no siempre coincide con la realidad.

Después, solo queda vestir el texto con imágenes y videos que estén vinculados al contenido. Una vez hecho esto, solo queda elegir la fecha de publicación. 

Me gusta escribir por la noche, justo después de jugar. En ese momento, me siento inspirado. A veces lo hago por la tarde, mientras dejo el modo creativo del Fortnite encendido, solo para sumar la experiencia que te dan cada quince minuto, sin mover al personaje, mientras yo estoy en el ordenador. 

En los meses del confinamiento duro, entre marzo y mayo de 2020, me propuse confeccionar un post diario, con el fin de tener la mente ocupada. Crear contenidos y darlos a conocer a la gente es la mejor terapia para combatir las malas noticias de contagios y fallecidos por COVID. Dar pinceladas de color y alegría a días tan duros supuso una inyección de vitaminas. Varios lectores decían que leyendo Cachitos Videojueguiles se les había endulzado la jornada. Solo por esto mereció la pena forzar la maquinaria, sacando temas de donde no los había

Fue la etapa más fructífera en cuanto a visitas. No he vuelto a superar esas marcas del segundo trimestre de 2020: 

-Marzo 2020: 1744

-Abril 2020: 1665

-Mayo 2020: 1203

En estos últimos meses de 2021, es cuando he estado más cerca de esas cifras 

-Octubre 2021: 996

-Noviembre 2021: 911

-Diciembre 2021: 1285

Ya sé que no es nada del otro mundo. Muchos blogs consiguen las 20.000 visitas en menos de 6 meses. Yo he necesitado 2 años y 8 meses para conseguirlo. No obstante, estoy muy orgulloso de haber captado un público fiel que me lee diariamente. No será masivo (ni falta que hace), pero os puedo asegurar que me da una energía tremenda. Saber que hay gente detrás de la pantalla que se interesa de lo que haces genera una sensación de placer y bienestar. 

Dentro de que son datos modestos, es bonito contemplar su evolución y mejora. Recuerdo los primeros días del blog. Nadie me leía. 0 visitas. A pesar de esto, yo estaba satisfecho con mis primeros escritos: la asesina Scofield de Mission Impossible, los finales de fase de Mario Bros, el juego del lanzamiento de la tarta de boda en Bishi Bashi, Stunmant, el editor de Battle City, el homenaje a la Magazine 64...

A mí no me dolía ver el rosco en el contador de visitas: hago lo que me gusta, me divierto, me expreso, juego, esbozo recuerdos...¿Qué más se puede pedir?

Llegué a finales de junio con tan solo 17 visitas. Alguna desde el móvil de mi padre jejej. A partir de ese día empecé a compartir las entradas en Facebook para mi círculo de confianza. ¿El problema? No tengo muchos amigos en redes sociales. Soy muy selectivo. Prefiero calidad a cantidad. Amistades las justas y necesarias. No me hacen falta más.

Con treinta seguidores, y la mayoría de ellos gente que no conecta con el mundo del videojuego, está claro que no podía arañar muchas visitas. Me imagino que la gente se metería por curiosidad: a ver en qué gasta este el tiempo, cómo se expresa, qué es lo que hace en esta página, de qué habla...Fidelidad lo que se dice fidelidad, no creo que haya ganado mucha con un grupo tan reducido de personas. 

No obstante, entre julio y agosto sumé 100 visitas más. No está mal sabiendo que mi labor de difusión era nula. La tendencia se mantuvo en otoño, con un bajón en octubre, ya que estuve 15 días sin escribir porque se me rompió el ordenador. En función del número de publicaciones, el contador de clicks subía o descendía. Al menos, conseguí un poquito de público. 

A comienzos de 2020, mi gran amigo Marce empezó a compartir mis entradas en su Facebook. A la par que se fraguaba una gran amistad, el número de visitas creció de manera exponencial. Con más de 600 amigos, casi todos jóvenes, de unos veinte y treinta años, que pasaron su infancia con la NES, la Super NES, la Megadrive, la Play Station 1 y 2 o la Nintendo 64, está claro que había un público potencial.

En enero de ese año multipliqué por diez las cifras. Escalé hasta las 821 visitas. En febrero 902. Aunque sean datos humildes, para mí fue un boom. Me sentí como en una nube sabiendo que había gente detrás de la computadora que me leía. Los días que publicaba, alcanzaba el centenar de clicks. Gran hito!!!!!!!

Con la entrada diaria del confinamiento, Cachitos videojueguiles alcanzó su punto culminante. Con las máquinas a alto rendimiento llegué a las 1700 visitas mensuales. Durante este periodo tuve público de Meristation, ya que enseñé el trabajo realizado a mis antiguos lectores del Rincón de los Nostálgicos.

La etapa más fructífera del blog

A partir de aquí, el blog entró en un periodo de estabilidad. Al volver a la normalidad con los 4-5 post mensuales, las cifras menguaron un poco, pero ningún mes bajé de las cuatrocientas visitas. Por primera vez, ocurrió algo histórico: los días que no abría entrada, conseguía un puñado de visitas. Nunca más vi un cero en el contador. Podían ser 3,4,5,10, pero siempre había alguna. Esta tendencia perdura a día de hoy, con 10/15 clicks de media en jornadas en las que no publico nada. Esto significa que hay gente que se mete al blog fuera de Facebook. 

Algunos picos interesantes fueron octubre de 2020 (725 visitas) y febrero de 2021 (868 visitas). Este último año he estado siempre por encima de 500 visitas mensuales, excepto en junio (492). Y el cuarto trimestre ha sido espectacular, ya que sin incrementar las publicaciones, nos hemos acercado al millar de lectores. Me encanta compartir estos datos con vosotros. Ya sé que son "mediocres" pero es bonito contemplar esa mejora. Yo no compito contra nadie. Busco superarme a mí mismo. 

Es bonito ver el mapa en el que aparecen la procedencia de las visitas: Estados Unidos, México, Perú, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela. Hasta hay público de países de habla no hispana: Indonesia, El Salvador Ucrania, Suecia, Finlandia, Irlanda, Marruecos o Alemania. Faltan Francia o Portugal jejjeje

¿Sabéis cuáles son las entradas más leídas? Aquí os las dejo:

-Parcas famosas de videojuegos: 23-11-2019: 482 visitas

-La vida es una lenteja: 20-8-2019: 362 visitas

-Los regeneradores de Resident Evil 4: 26-2-2020: 314 visitas

-Hugo, el trol del Telecupón: 1-10-2019: 304 visitas

-Recordando Magazine 64: 31-5-2019: 213 visitas

-El foro de Meristation: 6-4-2020: 169 visitas

-Scofield, la asesina de la embajada en Mission Impossible: 20-5-2019: 162 visitas

-Los acantilados de la locura de God of War: 27-6-2020: 154 visitas

-Heridas en las manos con el mando de la Nintendo 64: 14-4-2020: 153 visitas

-El pizzero Spider-Man: 21-5-2019: 146 visitas

-Los minijuegos de Pokemon Stadium: 4-10-2020: 141 visitas

-Momentos de vergüenza ajena en Final Fantasy X-2: 13-4-2020: 124 visitas

-Los finales de fase en Mario Bros: 22-5-2019: 123 visitas

-Análisis del número 149 de Hobby Consolas: 3-5-2020: 109 visitas

-Gol de Butragueño: 21-2-2020: 106 visitas

-Las carreras de resistencia de Gran Turismo: 16-9-2019: 106 visitas

-La tienda de Madame Grunty en Banjo Tooie: 7-9-2019: 105 visitas

-Los suplementos de Play Mania: 7-2-2020: 104 visitas

-Sneak'n Peek: 30-7-2019: 103 visitas

-Objetivo Nintendo 64: la cinta VHS de Hobby Consolas: 26-12-2019: 102 visitas

El cachito más leído

Algunas entradas tienen como base trabajos realizados en el foro de Meristation. Evidentemente, no me limito a copiar y pegar lo que ya escribí hace años. Aprovecho el paso del tiempo para añadir, modificar o quitar contenidos, aparte de la pertinente actualización estilística y expresiva. Al final, estas versiones 2.0 se han convertido en posts totalmente nuevos. No los conoce ni el padre que los parió, que soy yo. 

El reportaje especial sobre los jefes finales de la tetralogía Sonic The Hedgehog (Megadrive) y Banjo Tooie (Nintendo 64), la recopilación de juegos de bolos de Commodore 64, la entrada de Popeye, o el recorrido fotográfico por los circuitos de Wave Race 64 son versiones renovadas de materiales hechos por mí cuando era un simple forero. 

A veces, me ha tocado vivir episodios degradables, como no dar al botón de guardar después de estar 5 horas escribiendo una entrada. Eso me pasó con dos creaciones: la comparativa entre Crash Bandicoot y Donal Duck Quack Attack (noviembre de 2020) y el reportaje Lunas y videojuegos (abril de 2021). En el segundo caso fue por un corte de luz, ya que mi madre puso el horno para hacer una parrilla vegetal, estando la calefacción, el ordenador, 3 fuegos de la vitro y la consola encendidos. Los watios no dieron para más jejjeje

Imaginad el jarro de agua fría que supuso perder la información. Y la culpa fue única y exclusivamente mía, por ser más perro que una manta y no darle de vez en cuando al guardado. Espero que vosotros no lo notarais, ya que cuando me agobio mi expresión resulta demasiado quemada, dejada y reiterativa. Se me nota que no es mi día jejjeje. 

Esta es la cara que se me quedó cuando me
di cuenta de que perdí cinco horas de trabajo

La entrada de Pereza Máxima de agosto de 2021 (Granada va, Tubular y las gemas de colores de Spyro) fue publicada desde mi lugar de vacaciones: Torrevieja. Esperaba a que me sirvieran una paella en una terraza al lado de la playa. Como tardaban mucho, me enredé con el móvil y dije: aprovecho para subir la entrada de esta semana!!!!!!!!!!!!

El resto de trabajos han sido publicados desde el ordenador de mi casa, en Ciudad Real. Alguna vez lo he hecho desde el teléfono móvil, aunque resulta más aparatoso, ya que la página de edición carga más lentamente y no responde con fluidez a mis órdenes. Prefiero el teclado y el ratón. Los posts dedicados a Children of Morta, la aventura de Taneo en Incredible Crisis o el Home Run de Baseball se enviaron desde mi Samsung Galaxy

Una de mis meteduras de pata más famosas se produjo el 12 de junio de 2021. Ese día publiqué un post sobre Lulú, la maga negra de Final Fantasy X. 

Cuando entro a mi cuenta de Blogger, hay 2 ranuras en el portal de creación: una para Cachitos, y otra para el blog de copla. Normalmente, antes de publicar, compruebo que la entrada corresponde a su blog. Esa mañana tenía prisa, ya que mis padres y yo salimos a dar un paseo en coche a Urda, a ver al Cristo. Subí el post con normalidad. Cuando volví por la tarde a casa me di cuenta de que lo había publicado en el blog erróneo, en el de canción española. 

Durante unas horas, los apasionados de Rocío Jurado, Marifé de Triana o Concha Piquer se encontraron una entrada que hablaba de una maga negra. Evidentemente, rectifiqué rápidamente y enmendé el fallo. Es lo que tiene hacer las cosas rápido. 

En enero de 2020 pillé un resfriado de padre y muy señor mío. Se me agarró al pecho cosa mala y me dio fiebre. Desde entonces no he vuelto a coger un catarro. A pesar de encontrarme sin ganas de hacer nada, escribí dos entradas dedicadas a Ridge Racer Type 4: una al nombre de sus circuitos (basados en letras de canciones); y otra a las escuderías (inspiradas en títulos de Namco). 

Cuando estoy enfermo, no aguanto en la cama. Necesito estar activo: escribir, jugar, cocinar, leer...Eso de estar quieto no va conmigo. Aunque me encuentre decaído y mustio, el alma me pide normalidad. 

No sé si vosotros lo notasteis en la expresión, pero esos dos posts fueron publicados en un estado físico y anímico muy bajo. 

La primera vez que salí por la noche a una discoteca fue el día que publiqué la entrada sobre el capitán Sevilla, el famoso héroe creado por Álvaro Mateos que se hacía fuerte comiendo morcillas. Fue el 17 de junio de 2020, recién empezada la desescalada en mi comunidad. 

En el post dedicado a la banda sonora de Burnout Revenge, allá por octubre de 2020, cometí el fallo de publicarlo sin colgar los enlaces de Youtube de los videos musicales. Por tanto, solo aparecía un listado de diez canciones y sus intérpretes sin un link en el que meterse para escucharlas. Una entrada musical sin música jejjeje. Fue un despiste tonto. Pensé que había adjuntado la URL. Por la noche me di cuenta del error, ya que un lector me mandó un mensaje privado. 

Otra curiosidad. En los exámenes de videojuegos (5) y (7), publicados en mayo y noviembre de 2021 respectivamente, en la pregunta de identificar videojuegos a través de fotografías, puse el mismo título: Baten Kaitos: Eternal Wings and The Lost Ocean (Gamecube). Menso mal que las imágenes no fueron las mismas. Si no, hubiera sido un señor gazapo. 

Mientras redactaba la entrada dedicada a los enemigos de Panic Restaurant (NES) tenía en el escritorio un vaso de leche con un trozo de bizcocho casero de limón (muy rico!!!!!!!!!!!!). A la vez que escribía, mordisqueaba el dulce y daba sorbos a la bebida. 

¿Qué paso? Se me escurrió la mano y el vaso se cayó encima del escritorio, derramándose la leche por el teclado del ordenador, el ratón y el papel en el que apunto las ideas del blog. Menudo estropicio!!!!!!! La mesa manchada, el teclado pegajoso, la hoja inutilizable. Menos mal que no se rompió el cristal. Si se llega a hacer añicos la que se hubiera liado. Como bien me dijo mi madre, eso me pasa por comer y escribir a la vez.


 A nivel personal, hay una entrada que refleja mi evolución como jugador. La publiqué el 3 de febrero de 2020. En ella me presentaba como un apasionado del mundo retro (y lo sigo siendo), que se estancó en la Play Station 2. Más allá de la 128 bits de Sony no había tenido el placer de probar consolas nuevas. Tampoco mostraba signos de querer hacerlo (el retrogaming es inmenso, hay mucho que conocer, cada día aprendo algo nuevo, no hay necesidad de renovarse, me conformo con lo ya habido, la tradición es lo más...).


El final del post es premonitorio. Lo leo ahora y se me pone la piel de gallina. A pesar de mi poco afán por toparme con la innovación en aquel momento de mi vida, reflexioné sobre el futuro no cerrando la puerta a nada. Os dejo el fragmento: 

No obstante, la vida da muchas vueltas y es muy larga. ¿Quién sabe lo que nos deparará el futuro? A lo mejor, dentro de un tiempo, por circunstancias, vuelvo a reencontrarme con la actualidad. Nunca puedes decir de este agua no beberé. 

¿Quién me iba a decir a mí que un año y dos meses después (abril de 2021) acabaría entrando en casa la Xbox One, gracias al regalo de mi amigo José? Llevaba razón: la vida da muchas vueltas jejjejeejej. He abierto la puerta al presente. Ahora no puedo decir que empecé con River Raid y morí con XIII. Nada de eso. Nací con la Atari 2600, y todavía no he llegado al final. Sin ir más lejos ahora estoy viciado al Forza Horizon 5, un título de noviembre de 2021. 


Gracias al Game Pass, los Free Days Play y los Gold me he dado cuenta de que hay mundo más allá del 2006. Es un placer enorme conocer esta parcela que hasta ahora no había tenido el privilegio de catar. Después de tantos años he vuelto a sentir ese gusanillo, esa ilusión, esa inocencia del que empieza un nuevo camino. Lo estoy disfrutando a tope. Siento que la casa gamer es ahora más grande, está mejor decorada, más iluminada, se ha renovado el mobiliario, pero dentro encuentro el cariño de siempre. Es como si no hubiera pasado el tiempo a pesar de la reforma externa jejjee. 

Eso sí: cachitos videojueguiles seguirá siendo retro. De la cuna a la sepultura. Eso no cambia. De vez en cuando meteré pinceladas innovadoras para compartir con vosotros mis pinitos en esta nueva etapa. No obstante, la base seguirá siendo la tradición, esa tradición sin la cual no se puede construir lo que hoy en día tenemos. 

Que sean otras 20.000 visitas más. GRACIAS, GRACIAS y MIL GRACIAS. Feliz año a todos!!!!!!!!!

domingo, 26 de diciembre de 2021

Referencias a videoconsolas en series españolas de televisión

La publicidad encubierta en series de televisión es un mecanismo habitual para promocionar productos y servicios sin que el espectador se dé cuenta. Las compañías y empresas aprovechan los programas de mayor audiencia para dar a conocer al gran público sus artículos y/o prestaciones, y que la gente, de manera inconsciente, viendo que su personaje favorito los utiliza, se anime también a consumirlos. 

Os lo voy a explicar con un ejemplo para que lo entendáis. A finales de los noventa se emitía en Antena 3 una serie protagonizada por el actor Arturo Fernández que tuvo un éxito brutal. Se llamaba La casa de los líos. Mi madre la veía todos los domingos a las 21:30. No se perdía ni un episodio. Justo después empezaba otro programa mítico de la época (Lo que necesitas es amor, del fallecido Jesús Puente)

En los decorados, sobre todo de las escenas ambientadas en la cocina, era habitual ver productos de la vida cotidiana (pan, leche, agua, detergente, galletas...) con sus marcas publicitarias correspondientes. Recuerdo vagamente una estampa de la actriz Lola Herrera y al lado, un cartón de Puleva Calcio. 

Un día mi madre estaba en el supermercado. No sabía qué leche comprar. Al final se decidió: voy a por la Puleva, que es la que toman en La casa de los líos jejejej. Y se la llevó.

¿Lo veis? Esto es publicidad encubierta. Camuflan el producto entre el atrezo y los personajes. Los fans de la serie, que se identifican con el mundo creado, adoptan las mismas pautas en su vida diaria, y si la actriz Florinda Chico se come un sobao Martínez, la gente, por no ser menos, también lo hará, ya que es muy chachi hacer lo mismo que se ve por televisión. 

Pensemos en el público infantil y juvenil, cliente potencial de las consolas y videojuegos a mediados de los noventa y comienzos de los dos mil. Si un niño de 10-12 años ve cómo su personaje favorito juega a una Super Nintendo, una Sega, una Game Boy o una Play Station, él querrá también una videoconsola, para ser igual que el hijo de esta familia de ficción. 

La entrada de hoy está dedicada a recordar escenas de series españolas de televisión en las que aparecen consolas. Las referencias a nuestros dispositivos electrónicos de entretenimiento favoritos (en este caso, retro) han sido numerosas. A mí se me hacía la boca agua. Más de una vez dije a mis padres: mirad esto, con la esperanza de que me compraran la consola jejejeje. 

Empezamos con un clásico de la parrilla: Cuéntame cómo pasó. En la serie de Ganga es habitual ver a los personajes interactuando con objetos de la época. Una serie que narra la historia de España desde 1968 a la actualidad debe cuidar los pequeños detalles con el fin de dotar a la producción de realismo.

En una escena de la temporada 16 vemos al personaje de Oriol (el hijo de Inés Alcántara) jugando al ZX Spectrum, uno de los ordenadores más emblemáticos de los ochenta. El capítulo se ambienta en el mes de octubre de 1983, un año después de que la máquina saliera al mercado. 

En el cuadro vemos la computadora, conectada a un televisor en color de la época. Al lado, una pletina de cassete. Detrás, el chaval jugando al Space Raiders de Psion Software, un mítico matamarcianos. En la mesita se ve la caja original del ordenador. 

Seguimos con Ana y los Siete, otro de los éxitos de Televisión Española. La trama estrella de la cuarta temporada (2004) fue el embarazo del personaje interpretado por Ana García Obregón y la búsqueda de su madre. Ambas tuvieron un desenlace feliz. 

En una escena vemos al personaje de Carmen (la madre de Ana) enseñando al abuelo de la familia unos regalos que ha comprado para los niños. Se puede ver cómo saca de la bolsa el Eve Toy Play, el primer juego en aprovechar el famoso periférico de la 128 bits de Sony: una cámara conectada a la consola que permitía al jugador interactuar con lo que aparece en pantalla. 

Otra serie mítica de nuestra infancia es Médico de Familia. El personaje de Chechu, el hijo menor de la familia (interpretado por el actor Aarón Guerrero) era poseedor de una Play Station, allá por finales de los noventa.  

Recuerdo ver la caja de la consola en el decorado de su habitación. Ese detalle me flipaba jejjeje. Todos queríamos ser como el niño del doctor Martín.

En un capítulo de la temporada 7, el personaje de Luisa (la sobrina de Juani, la criada de la casa) le tira al suelo la videoconsola y se la rompe. Ese detalle lo tengo ahí grabado. Me dolió como si aquella Play fuera mía. Por eso le cogí tirria a la niña jijiji

En la penúltima temporada los personajes estuvieron a punto de cambiar de vivienda. En la escena de la mudanza Chechu decía que su Play Station la había guardado junto a los objetos frágiles. Ese detalle tampoco se me olvida. 


En la séptima temporada de Hospital Central (2004), la serie más longeva de Tele 5, y que incluía entre su elenco al recientemente fallecido Jordi Rebellón (doctor Vilches), hace un cameo Lolita, la hija de Lola Flores. 

Interpreta a una madre que lleva a su hijo al hospital para hacerle un trasplante de corazón. En algunas escenas en la habitación se podía ver al niño, junto a otro chaval también enfermo, con un mando de la Nintendo 64. Era de color rojo, igual que el mío. 

Se ve que el crío, para sobrellevar los largos días de ingreso hospitalario, se llevó la videoconsola. Una forma de entretenerse y pasar el rato, aunque fuera con una máquina ya extinta. El último videojuego para la 64 bits de Nintendo llegó a España en el 2001. Fue Mario Party 3, El capítulo data de 2004. Un poco desfasado estaban los guionistas de la serie jejejje. 

En Aquí no hay quien viva, la mítica serie de la productora de José Luís Moreno para Antena 3 (2003-2006), fueron emblemáticos los piques de consola entre el personaje de José Miguel (el hijo de Juan Cuesta) y el novio de la pija (Roberto). Los dos eran unos frikis, hasta el punto de que el segundo se lo pasaba mejor con su colega echando unas partidas que con su pareja.

En una escena de la tercera temporada vemos a Josemi jugando a la consola. Su madrastra (el personaje de la Hierbas, interpretado por Isabel Orgaz) se interesa por lo que está haciendo el chaval y le pide que le enseñe a manejar el mando. 

El chico le dice que es un jefe pandillero de los suburbios de Los Ángeles. Y tiene que conquistar los barrios enfrentándose a las bandas rivales. Con esta descripción, el título no puede ser otro que Grand Theft Auto San Andreas. El éxito de Rockstar salió a la venta en octubre de 2004. El capítulo se emitió pocas semanas después.

El mando que utilizan no es el Dual Shock 2 negro de la Play 2, sino el Dual Shock clásico (gris) de la primera Play Station. De todas formas, el dispositivo de control de la 32 bits es compatible con el de la de 128 bits

Además, se hace alusión al tópico de que GTA consiste en matar viejas: eso da puntos -dice Josemi. 

Durante una junta de vecinos en casa de los Cuesta, vemos al chaval con la consola. El personaje de Marisa (interpretado por Mariví Bilbao) queda fascinada de la máquina y le pide a su hermana Vicenta (Gemma Cuervo) que le compre un aparato igual para su cumpleaños. 

En otra escena, Juan Cuesta le dice a su hijo que apague el juego, ya que lleva muchas horas pegado a la pantalla. Josemi le dice que no puede, ya que tiene que quemar unos campos de marihuana. Se trata de la misión Are you going to San Fierro? en la que Carl Johson debe utilizar el lanzallamas contra las plantaciones

En esta temporada se descubre que el presidente de Desengaño 21 coge dinero de la cuenta corriente de la comunidad para sus gastos personales, ya que no tiene para llegar a fin de mes. Cuando se enteran los vecinos, la indignación es generalizada. Marisa insta a los demás a desvalijar la casa de los Cuesta para recuperar su dinero. Ella se adjudica la Play 2. 

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Otra serie de gran éxito entre el público juvenil fue Compañeros (1998-2002). Alumnos y profesores del instituto Azcona se reunían en el bar La Escapada, regentado por Luís, el marido de la conserje, para pasar los recreos y momentos de ocio, y destensarse de sus vicisitudes diarias en el colegio 

Cuando se lanzó la Dreamcast en Europa, allá por noviembre de 1999, en el decorado de la cafetería se instaló una videoconsola, en la que se podía ver a los personajes principales echando partidas a juegos míticos como Crazy Taxi o NBA 2K, mientras desarrollaban sus tramas. 

Y acabamos con una serie mítica de Antonio Mercero: Farmacia de Guardia. En la primera temporada (1991-1992) era habitual ver al personaje de Guille (interpretado por el actor Julián González) jugando a la Game Boy. Todos queríamos ser como el hijo de Lourdes Cano y Adolfo Segura!!!!!!!!!!

En el capítulo 11 de la segunda temporada (Mucho morro y pocas nueces) al hijo pequeño le regalan una flamante Super Nintendo, junto a un juego de zombis. Títulos de muertos vivientes para la 16 bits no hay muchos. Seguramente se esté refiriendo al Super Ghouls'n Ghosts, aunque también puede ser el Super Castlevania IV, que eran los dos más conocidos. 

Por cierto, la portátil de 8 bits de Nintendo aparece en otra popular serie de Antena 3 ambientada en una gasolinera: Lleno por favor. Se emitió en otoño de 1993. Estuvo protagonizada por Beatriz Carvajal y Alfredo Landa. 

En el episodio 7 llegan unos chinos al establecimiento y regalan a los niños una Game Boy. Los enanos traen una conversación muy interesante sobre videojuegos. El crío dice que ha jugado a la guerra de las galaxias. Y la niña comenta que su último título ha sido Super Mario Bros 3. 

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