lunes, 31 de julio de 2023

Conciertazos videojueguiles (9)


Retomamos una sección que teníamos un poquito abandonada: los conciertos gamers. En verano llegan las ferias y verbenas a nuestros pueblos, y con ello, los espectáculos musicales. Cachitos videojueguiles ha contratado lo mejor de lo mejor para esta temporada estival. 

Os propongo un plan para esta noche de calor: escuchar estas cinco melodías procedentes de juegos de ayer y hoy. Todo un placer para el oído y el alma del jugador.

Sean en versión original, o sean interpretaciones con un enfoque más moderno y tuneado, las canciones están llenas de nostalgia y sentimiento. Poneos cómodos y disfrutad del show. 

Empezamos el concierto con una canción superanimada, divertida y festiva. La escuchamos por primera vez en el año 1996. Se trata del tema principal del circuito Choco Mountain de Mario Kart 64. Si esta melodía la ponemos de fondo en cualquier gymkana infantil o juego en el que hay que perder el sentido del ridículo, triunfamos. 

Los acordes me trasladan a un circuito montañoso, lleno de subidas y bajadas, rocas gigantes que caen desde la cima, curvas cerradas que penetran en el interior de las cordilleras, desfiladeros, acantilados y paredes de piedra. Los tonos marrones son los predominantes de este dulce y apetitoso paisaje. Cuando nos enteramos de que la montaña era de chocolate a todos nos dieron ganar de hincarle el diente. 

En Mario Kart 8 Deluxe disfrutamos de una versión remasterizada y modernizada, que es la que vamos a escuchar hoy.


El segundo número de la noche nos lleva al año 1987. Durell Software publicaba Saboteur II, un título de acción y aventuras protagonizado por una mujer ninja, que debe infiltrarse en una complejo militar y cambiar la trayectoria de un misil gigante, que el dictador del país quiere hacer estallar. 

La base se sitúa en el interior de una montaña, por lo que la heroína se desplazará por una compleja red de túneles, pasadizos y cuevas subterráneas. En total, son 700 habitaciones (oficinas, armerías, zonas en construcción, silos...). Debemos explorarlas en busca del misil, y también, encontrar cintas perforadoras con información secreta sobre las instalaciones, que nuestro difunto hermano consiguió registrar antes de morir. 

El recinto está plagado de guardias con sus panteras, que reducirán nuestro contador de energía en caso de ataque. También perderemos vida por caídas desde lugares altos. Menos mal que la prota recupera un poquito de vitalidad si se queda parada un rato y descansa. Ante el enemigo, tenemos dos alternativas: huir, o enfrentarnos a él mediante un sistema de puñetazos, patadas, saltos y barridos. 

Las partidas son a contrarreloj, tenemos un tiempo límite para desviar el misil, por lo que debemos ser rápidos a la hora de coger armas, pulsar terminales, coger ascensores, subir a vehículos

Aquí os dejo una versión metal de su tema principal, a guitarra eléctrica, que he encontrado en Youtube.



La tercera pieza del concierto está dedicada a todos los cazalogros, ya que Unpacking es el típico juego en el que podemos engordar nuestro marcador de puntos G de Xbox en menos de dos horas

La propuesta del título de Witch Team no puede ser más sencilla: debemos abrir paquetes y colocar los objetos que hay en su interior en las dependencias de las casas a las que se va mudando el protagonista a lo largo de su vida (desde 1997 hasta 2018). De esta manera, el jugador conoce al personaje, y utiliza un poco la lógica para colocar cada utensilio en el lugar correcto. 


El ending es una preciosidad. Parece sacado de una película Disney o un musical. La letra de la canción da un sentido trascedente a algo aparentemente banal y anodino: todo lo que hay en el interior de unas cajas de mudanza. Al fin y al cabo, los objetos materiales están cargados de sentimientos y recuerdos hacia nosotros mismos y las personas que amamos: este osito que me regaló mi padre, esta colección de minerales que me compré en mi viaje a Suecia, esta silla en la que se sentaba siempre mi abuela...


Cuando cambiamos de casa, trasladamos con ella toda nuestra vida. El hogar representa el corazón del ser humano. Cada elemento nos remite a una experiencia vital y nos llena de alegría, tristeza, nostalgia. Aunque una mudanza genera estrés, trabajo, esfuerzo y mucho cansancio, también nos remueve nuestro interior más íntimo. 

No puedo evitar emocionarme cada vez que escucho este tema, aunque sea en inglés:


¿Qué os parece si escuchamos una canción en portugués? Me encanta la fonética y entonación de este idioma. Es tan melosa!!!!!!! 

El personaje de Elena en Grandia II interpreta varias veces A deus a lo largo de la aventura. Se trata del himno al dios Granas, divinidad venerada por la población de Silesia. El fervor poco a poco se convirtió en fanatismo, haciendo surgir otra corriente a favor de Valmar. 


La pronunciación no refleja fielmente los patrones de la lengua lusa. Detectamos cierto deje japonés en la dicción, sobre todo en algunas palabras. No obstante, esa mezcla de japonés con portugués es bonita para el oído.

El poema incluye imágenes y metáforas típicas de los poemas de exaltación religiosa, ya que la entidad sagrada se asocia con realidades del mundo natural (el amanecer, los frutos, el agua, el viento, el sol...). La contemplación de ese entorno idílico permite alcanzar un estado místico: armonía, felicidad, amor, paz, plenitud...


Cerramos el concierto con el tema central de Zybex, el shooter espacial de Zeppelin protagonizado por los rebeldes Rinser y Cassalana. ¿Su objetivo? Escapar de la Death Row antes de su ejecución. La única vía de escape es el sistema Czokan, compuesto por dieciséis niveles repletos de alienígenas. El camino para recobrar la libertad no es fácil. Debemos recoger los cristales de teletransporte que nos acercarán poco a poco a casa. 

Como en todo juego de disparos no faltan los boss al final de la fase y las mejoras de armas. Menos mal que perder vidas no implica perder el armamento. Simplemente, se verá reducido su nivel de potencia. Los disparos son automáticos, y hay un modo cooperativo muy chulo. 

Vamos a escuchar su tema principal, el cual empieza en un registro psicodélico y enigmático. Después, se hace más enérgico, alegre y pegadizo sin perder ese toque de misterio. 




viernes, 21 de julio de 2023

Cachitos de Sunset Riders (Parte 2)

Seguimos con nuestro viaje por Sunset Riders, el mítico arcade de Konami que se ambienta en el lejano Oeste. Hoy rescataremos los momentos más icónicos (y no tan icónicos) de la segunda parte de nuestra aventura. Poneos cómodos en el sofá de vuestro salón, llenad vuestra jarra de cerveza y disfrutad de las andanzas de Steve, Bill, Bob y Cormano por las áridas tierras de norteamérica 

La quinta escena alberga otro de los momentos épicos de la aventura. Subiremos a bordo de un tren en marcha mientras limpiamos los vagones de enemigos. Estos se ocultan entre cajas de transporte, troncos de madera y cabinas para el pasaje. 

La sensación de velocidad es asombrosa. Me encanta ver pasar las montañas rocosas por el fondo de la pantalla, con ese precioso cielo naranja al atardecer, con el desierto en medio. 

El nombre del boss de este nivel resulta curioso, ya que evoca a un conocido pintor cretense: El Greco. De hecho, cuando lo estudiamos en el colegio y fuimos a ver el museo en Toledo, recuerdo que dije en casa: este señor se llama como el malo del tren del Sunset Riders

El tipo iba ataviado con un sombrero mexicano rojo y su escudo a prueba de balas. Verlo agachado en el techo de la locomotora en posición de espera, me infundía muchísimo respeto


Cuando sacaba su látigo a pasear me cagaba vivo jejeje. 


El siguiente nivel nos lleva a escalar una alta montaña. En algunos puntos del ascenso nos tocará sortear avalanchas de rocas, que caen desde la cima, similar a la tercera área de Contra


Para cruzar de un acantilado a otro nos apoyaremos en frágiles puentes de madera, que se derrumbarán a nuestro paso. Siguiendo el paralelismo con Contra, estampa rescatada del nivel de la jungla del primer juego. 


Para llegar hasta nuestra posición, a los enemigos no les quedaba más remedio que agarrarse a los ricos y trepar por las laderas. Me resultaba gracioso ver a los indios escalando. Mi yo niño decía: llegarán tan cansados que nos les quedarán ganas de lucha. 


Tampoco faltará el clásico descenso en teleférico mientras se producen tiroteos


Chef Scalpem nos espera al final de este nivel. Hay un detalle que tengo grabado en mi mente y jamás se me olvida. El chamán, ataviado de plumas, collares y talismanes, no paraba de abrir y cerrar la boca de una forma un tanto extraña, usando los cuchillos como si fueran un cepillo de dientes


El tipo nos lanzará sus cuchillos en todas direcciones mientras esquiva nuestras balas. Un hueso duro de roer. 


A veces se subía a los menhires del fondo de la pantalla, ejecutando un extraño bailecito a la pata coja. 


Al derrotarlo aparecía en escena su hermana, la cual nos suplicaba que no lo matáramos. Recuerdo sus palabras en inglés: Don't shoot my brother. He is only following orders (no dispares a mi hermano. Él solo seguía órdenes). Y nosotros, como buenas personas nos compadecíamos y le perdonábamos la vida


En la escena siete cruzaremos un río a lomos de un caballo. Como diría Rafael Alberti: A galopar hasta enterrarlos en el mar!!!!!!

Por cierto, para qué veáis hasta qué punto Konami cuida los detalles, que en el agua se dibuja la estela que deja los trotes del animal a su paso por la corriente. 


Me encantaba la animación que se producía al disparar a los enemigos, ya que estos se descabalgaban de sus caballos y los animales relinchaban y se ponían a dos patas desbocándose. 


El boss de esta fase, Paco Loco, aparecía en pantalla luciendo musculitos mientras se golpeaba el pecho en plan Tarzán. 

Tenía una banda amarilla y roja que me recordaba a la bandera española. El pobre se atrincheraba en su fortaleza con su metralleta. Los labios pintados y el pantalón rosa le daban un toque femenino, que no casaba nada con su obesidad. 


Al inicio de la última fase asistimos al incendio y derrumbe de unas cabañas de madera, cuyas bases se asientan sobre el agua. Las viviendas se desmoronan como naipes de cartas quedando reducidas a unos pocos escombros. 


Otro detalle importante que no se le pasa a Konami. Durante este nivel podemos escuchar los chapoteos de los protagonistas sobre el río. Al pisar terreno pantanoso, el agua se mueve a nuestro paso. 


Algunos enemigo, para evitar mojarse, llegarán hasta nosotros colgándose de cuerdas.


Cerca del final debemos utilizar unas metralletas para derribar varios portones que nos llevan al boss de esta fase. Cada vez que las veo me acuerdo de la fase de la jungla de Goldeneye


Después, tendremos que apoyarnos en unos molinos para subir a la zona alta del escenario. La rueda era enorme


Entre los atacantes encontramos unas chicas rubias con sombrero rosa, mallas y tacones que pegan unos chillidos  estridentes cuando las matamos. No la subestiméis, pues las féminas nos lanzarán unos rulos azules muy molestos


Y llegamos a la batalla contra Sir Richard Rose, otro de los momentos climáticos de Sunset Riders. El combate se desarrolla en la fachada de una lujosa y suntuosa casa del oeste con dos balcones, ventanas, flores, enredaderas y estatuas de leones. 

El tipejo británico se esconderá tras las esculturas y llamará a su séquito para acabar con nosotros. Una vez finiquitemos a su guardia personal, Sir Richard comenzará a moverse con una agilidad pasmosa por todo el decorado. Será muy difícil apuntar, ya que el señor le costará estarse quieto. Debemos derrotarlo dos veces. 


El tipo era muy presumido. Hacía su aparición por la puerta de la casa con esa pose de galán que atrae a las niñas. Iba con ataviado con su chaqué blanco impoluto, su pelo rubio engominado que le tapaba un ojo mientras enseñaba su rosa a la pantalla. Podemos decir que esta especie de Ken murió vestido como un caballero


Y con esta escena damos por finalizado nuestro tour turístico por Sunset Riders. Espero que lo hayáis pasado bien recordando estos cachitos y estampas gamers, que como siempre, las he seleccionado con todo el respeto y cariño del mundo. 

viernes, 14 de julio de 2023

Cachitos de Sunset Riders (Parte 1)

Muchos videojuegos se ambientan en el salvaje oeste : Red Dead Redemption, Call of Juarez Bound in Blood, Gun, Wild Arms, Blood Bros, The Oregon Trail, Wild Guns...Ya sabéis lo que os espera en este tipo de aventuras: duelos, vaqueros, salones, trenes de vapor, oro, cactus, indios...

Para el post de hoy me he quedado con Sunset Riders, el clásico arcade de Komani del año 1991, cuyas versiones domésticas alcanzaron un éxito rotundo en Megadrive y Super Nintendo. Hideyuki Tsujimoto fue el responsable del proyecto en las recreativas tras su buen hacer con Super Contra

El juego nos mete en la piel de cuatro cazarrecompensas: Steve, Billy, Bob y Cormano. El plato fuerte de este título es la posibilidad de llevar a cabo partidas cooperativas con todos los héroes a la vez. ¿Cuál es el objetivo? Derrotar a una serie de forajidos bandoleros que pululan por las tierras yermas del oeste de Estados Unidos. 

En la entrada de esta tarde vamos a dar un paseo por el videojuego, recordando estampas y detalles que en su momento nos marcaron a todos. Abrochaos el cinturón y disfrutad de este viaje. 

Cada nivel empezaba con un cartel de "Se busca vivo o muerto", con la foto del jefe final en el centro y una recompensa en dólares por su captura. Escena típica de las pelis del oeste

La primera fase se desarrolla en un poblado típico del salvaje oeste. Si el héroe se mete en el interior de una de las casas de madera, lo veremos dándole un trago a una botella de wiski, ideal para relajarse un poco de los tiroteos y coger fuerzas

Algunos enemigos se ocultan en el interior de los carros de paja y emergen a nuestro paso, dándonos un pequeño sustillo. 

A veces, los bandidos nos lanzaban cartuchos de dinamita, y su mala puntería hacía que los explosivos estallaran delante de sus narices. ¿El resultado? Aparte de una bonita explosión, los rivales terminaban chamuscados y carbonizados. 

Por cierto, el hecho de elegir si irnos por encima del puente o chapoteando por el río me recordaba a la primera fase de Contra. 

Unos inofensivos pollitos irrumpían en medio del primer nivel. Daba la sensación de que escapaban de un peligro inminente. Los pobres huían despavoridos hacia el lado opuesto a donde vamos nosotros

Inmediatamente, una estampida de búfalos invadía el escenario, dando lugar a una de las estampas más emblemáticas de Sunset Riders. Nuestro objetivo será esquivar las embestidas de estos animales y saltar para que no nos corneen. 

Todos recordamos con mucho cariño al primer boss, que es el ranchero millonario Simon Greedwell. La batalla tenía lugar en una casita del pueblo. El tipo estará asomado a la ventana con su rifle, protegido por unos barriles rosas, mientras sus compinches nos atacan por los balcones. 

Lo que más gracia me hacía de este combate eran las dos sillitas de madera del atrezo. Yo me esperaba ver una dulce viejecita allí jejjeje. 

La segunda fase es una de las más épicas de la aventura. El protagonista cabalga sobre un caballo a una velocidad vertiginosa mientras dispara a los vaqueros que aparecen por la pantalla. De fondo, la vía del tren. El movimiento del animal es automático. Nosotros solo tenemos que disparar. 

Cuando golpeábamos a un enemigo, el caballo rival se desbocaba, relinchaba y se ponía a dos patas. Su jinete era lanzando contra el suelo y rodaba como una pelota. Mi momento favorito. 


En medio de la huida nos topábamos con un carruaje. Podíamos romper el eje de las ruedas y sacarlo de la carretera. 

Otro segmento emocionante es cuando un tren de vapor irrumpe por la vía. Debemos matar a todos los enemigos que nos disparan desde las ventanas. 

El vehículo es larguísimo, ya que incluye vagones de carga de materiales (troncos de madera, barriles y cajas), aparte de la cabecera que incluye la chimenea y la locomotora. 


En el andén nos espera el segundo boss: Hawkeye Hank Hatfield, un tirador que se protege detrás de las cajas azules y de vez en cuando el muy cobarde sale para disparar. 


Cuando lo derrotamos, se le cae su sombrero. Otro momento emblemático. 


El tercer nivel vuelve a desarrollarse en un pueblo típico del oeste, con sus moteles y salones. Hay un detalle que no se me olvida: unos tipos tocando la guitarra a la puerta de sus casas, con un enorme y ancho sombrero que les cubre el rostro. Los pobres son inofensivos y forman parte del decorado


Si el protagonista se mete dentro de un hotel recibirá un beso de una preciosa chica rubia, la cual le dará un saquito de oro. Un poquito de amor no viene mal para relajar la tensión.


Por cierto, los cristales de algunas ventanas pueden romperse si son alcanzados por las balas. Al fin y al cabo, la interactividad es alta y muchos elementos del entorno son destructibles.

Cada vez que veo el vidrio roto me acuerdo de Paper Boy. El protagonista podía lanzar los periódicos a las ventanas y romper el cristal. 


A veces, los bandidos nos lanzaban lámparas de aceite. Estas provocaban un incendio, impidiéndonos el paso. En estos casos, los héroes debían cruzar el área afectada agarrándose a unas cuerdas


La lucha contra el tercer boss tiene lugar a las puertas de un salón. El antagonista se llama Dark Horse y es un hombre armado con un revolver. El tipo cabalga encima de su caballo negro y se protege con una armadura de plata. 

Recuerdo perfectamente mi táctica: subir al piso superior y disparar desde lo alto. 


¿Os acordáis del inicio de la cuarta fase? Estamos en el interior del salón. Hay cuatro chicas raptadas en las esquinas, con la boca tapada y atadas de pies y manos. Podemos colgarnos de la gran lámpara que preside la habitación y balancearnos de un lado a otro. Había letreros luminosos y el mobiliario estaba destrozado, revuelto y desordenado.

Este nivel consiste en un combate contra los malvados Hermanos Smith, dos hombres ataviados con sus chisteras, chalecos y cinturones de cuero. Nos atacan desde su balconcillo lanzándonos faroles, que no tardan en arder. 


Como no puede ser de otra forma, el premio por liberar a estas mozas es un sugerente y erótico can-can que bailarán para nosotras. Las tres chicas de pelo rubio, mallas de color, lazos en la cabeza y sus tops ofrecerán una de las estampas más picantes de la aventura


Ahora vamos a hacer un pequeño alto en el camino, ya que el viaje es muy largo. En la próxima entrada seguiremos con la segunda tanda de niveles de Sunset Riders, recordando más estampas míticas.