Cuando iba al colegio, sobre todo a partir de 3º de Primaria (año 1996 más/menos) era habitual que en clase de inglés, la profesora utilizara canciones infantiles típicas británicas con los alumnos, de forma que aprender un idioma resultara un proceso agradable, a la par que útil. Gracias a las letras, mejorábamos la pronunciación, y aprendíamos conceptos gramaticales, a la vez que lo pasábamos pipa entonando las geniales melodías.
En una época en la que la innovación docente brillaba por su ausencia, resultaba sorprendente ver al maestro entrar al aula con un humilde casette. Por aquellos años ver en el colegio un dispositivo electrónico/tecnológico era algo fuera de lo común. Se veía como muy moderno jajajja. Hoy en día con tanta pizarra digital, tanto ordenador y tanto Internet, enseñar un idioma extranjero a base de canciones es algo anticuado y requetemanido, pero en aquella época era lo más de lo más.
Un día recuerdo que la maestra nos trajo a clase una canción titulada London brige is falling down. En principio a mí no me sonaba de nada. Cogió la cinta, abrió el casette, la colocó dentro del chisme, le dio al play, y empezó a sonar esto:
La letra (que aparecía en el libro de texto) no la conocía, pero la melodía me resultaba muy familiar. No sabía de qué pero esa música yo la había oído antes en algún sitio. No era nueva. Empecé a darle vueltas a la cabeza. ¿La habría visto en algún programa de la tele? (no me suena) ¿En la radio? (improbable) ¿En la casa de alguien? (difícil).
Al final, después de varios días de disquisiciones y revueltas mentales, conseguí averiguar el origen de este tema. Se trataba de la melodía de un famoso juego de la Atari 2600 titulado Rabbit Transit. No sabéis lo a gusto que me quedé cuando resolví el enigma. Mi padre, queriendo o sin querer, dio un poco con la clave: a lo mejor es de alguno de tus videojuegos. Entonces, haciendo un ejercicio de memoria por los diferentes sistemas que había tenido hasta ese momento, conseguí dar con la clave.
Rabbit Transit fue un juego producido por Starpath en el año 1983 para la Atari 2600. Se podría concebir como una mezcla/suma/unión/síntesis de dos clasicazos: Frogger y Q-bert
El primer nivel era una imitación de Frogger, el emblemático juego de Konami en el que manejamos a una rana que tenía que cruzar una calle llena de tráfico (taxis, autobuses, motos, coches), y un río, apoyándose en los troncos, lagartos y tortugas que fluían con la corriente de agua
En Rabbit Transit manejamos a un conejo que debía atravesar la pantalla desde la parte superior a la inferior (justo al contrario que en Frogger, que era de abajo a arriba). Tendremos que llevar al protagonista sano y salvo, hasta el río y subirse al caparazón de una tortuga. Por el camino, tendremos que esquivar enemigos como serpientes, mosquitos o pelotas. A veces, las vallas nos bloquearán el paso y tendremos que dar rodeos los laterales del escenario
El objetivo era cruzar la pantalla sin chocarnos con ningún enemigo (al igual que en Frogger) y como cada bicho iba a distinta velocidad y tenía su dinámica de movimiento (las pelotas rebotaban en el suelo, los mosquitos volaban, las serpientes iban más lentas...) tenía su intríngulis
El segundo nivel seguía los patrones de Q-bert, otro mítico de Gottlieb del año 1982. El objetivo del juego consiste en cambiar el color de todos los cubos de una pirámide haciendo que el protagonista salte encima de cada cubo mientras evita enemigos y obstáculos
En este caso, en lugar de desplazarnos por una pirámide de cubos, lo haremos por una serie de plataformas colgadas en el aire. Tendremos que ir saltando de una a otra, para cambiarles el color. Cada escenario constan de 7 plataformas de alto, por 4/5 de ancho
Cuando nosotros pisamos una plataforma, esta cambiará de color. El objetivo será pisar todas las plataformas (y que todas transformen su color). Debido a que el escenario está dispuesto en altura, el control resulta distinto al habitual, ya que hay que hacer movimientos oblicuos, y no rectos.
Habrá un enemigo que cruzará de vez en cuando la pantalla lanzando bolas mágicas. Estas, además de hacernos perder una vida, borrarán el color de las plataformas que ya hemos pisado, por lo que tendremos que volver a pasar sobre ellas otra vez para colorearlas
Por tanto tendremos que ser rápidos, para que el enemigo no borre las plataformas coloreadas. La rabia que daba tener que repintar lo que ya habíamos pintado!!!!!!!!!!
Al acabar el segundo nivel, veíamos a varios conejos corriendo por una pradera, felices y contentos, mientras sonaba la famosa canción cumpleañera, Es un muchacho excelente, es un muchacho excelente, es un muchacho excelente y siempre lo será. Esta sí la conocía jajjajajaja (como es lógico).
No hay comentarios:
Publicar un comentario