jueves, 2 de abril de 2020

El momento más escatológico de Banjo Kazooie: Loggo, el inodoro parlante


Día 20 de confinamiento. Casi tres semanas de encierro. Ni yo mismo creía que iba a ser capaz de hacerlo con mi claustrofobia. Eso de estar encerrado en un sitio y no saber si voy a poder a salir algún día, me genera una ansiedad y una angustia...Sin embargo, aquí estoy, aquí he llegado y aguantando como un campeón. Y además, haciéndolo bien. No he pisado la calle en ningún momento. Y bien orgulloso estoy de cumplirlo a rajatabla. 

No obstante, entre todos me lo ponen muy fácil. Mis padres, mis amigos, mis juegos, y por supuesto, este blog son mi antídoto para el confinamiento y las malas noticias que escuchamos por la tele. No hay nada como el amor de la gente que me quiere

Antes de empezar con el cachito de hoy, espero no haberos pillado en pleno desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena, poscena tapa, aperitivo, o en general, cualquier tipo de ingesta alimentaria o bebediza. Si es así...os animo que a que comáis tranquilamente y luego ya os paséis a leer la entrada jajajjajaa. El que avisa no es traidor. 

Hoy vamos a recordar uno de los personajes más entrañables de la saga Banjo Kazooie: ¿Os acordáis de Loggo, aquel retrete parlante que aparecía en la mansión del Monstruo Loco en el primer capítulo de la saga? Se trata de un viejo inodoro, de aspecto sucio, viejo y oxidado, que había sido propiedad de la bruja Gruntilda (el hecho de saber que el trasero de Grunty había estado sentado ahí haciendo sus necesidades buuuuuuuujjjjjjjjjj). Qué mal rollo!!!!!!!!


Según se ve, un día la bruja se cansó de él y lo dejó abandonado en la vieja mansión. A mí me daba cierta ternura su mirada. Esos rojos rojos, esa boca (que era el sentadero de la taza del váter) y esa cadena colgando de la cisterna...lo convertía en un ser a medio camino entre lo escatológico y lo carismático. Además, Rare lo había dotado del poder de la palabra, así que podíamos intercambiar algunas impresiones con él y entablar un diálogo-conversación (eso sí...en inglés, ya que el primer Banjo Kazooie no estaba traducido al español). 

En el primer juego, Loggo resulta fundamental para conseguir una de las piezas de puzzle. A cambio, tenemos que hacer algo que, a priori, suena asqueroso y repugnante: habrá que meterse dentro del retrete para encontrar el Giggy que hay entroncado en las tuberías. Se ve que Loggo tiene problemas de atasco jjajajajjaa. Y nuestro labor es descongestionar un poco el interior de sus entrañas.


Evidentemente, el oso y el pájaro son demasiado grandes para meterse en su interior. No caben ni siquiera por la tapa. Para eso, contaremos con la ayuda del inestimable aprendiz de chamán Mumbo Jumbo, que a cambio de varios cráneos nos transformará en una calabaza de miniatura, que casa perfectamente con la ambientación Halloween de este mundo.

Ya convertidos en calabaza, debemos ir al cementerio y por una de las tapias, escalar hasta la zona de los setos, los cuales nos conducirán al tejado principal de la mansión. Y de ahí, podemos colarnos por las ventanas que comunicar con el interior de la casa.

Eso sí: que no se os olvide antes de transformaros en calabaza, abrir con Kazooie y Banjo las ventanas (rompiéndolas con el pico de Kazooie). Si no las abrimos es como Juan y Manuela. La calabaza no puede romperlas, y si llega delante de una ventana y está cerrada no podrá pasar dentro de la mansión. Habrá que volver a transformarse en Banjo y romperlas con Kazooie. Una lata.


A mí me daba una pereza cada vez que por un despiste de este tipo me tocaba repatearme el nivel de una punta  a otra. Y todo, por no abrir unas ventanas. La cantidad de tiempo que se perdía tontamente en volver a la calavera de Mumbo, que te transformara en Banjo, subir con el oso y el pájaro al tejado, romper las ventanas, regresar donde Mumbo para que te convirtiera en calabaza, y ya con la calabaza volver a subir por la tapia al tejado para romper la ventana. Ufff!!!!!!! Similar al drama de los coches de choque de Banjo Tooie del que ironicé en una entrada el pasado otoño jajajjajaa

Dentro de una de las habitaciones de la mansión (el cuarto de baño) estaba Loggo, el cual nos decía que tenía problemas de atascos. Con la minicalabaza solo teníamos que colarnos por la taza del WC....y automáticamente Loggo tiraba de la cadena, y la calabaza era arrastrada por las tuberías con el agua.


Dentro del desagüe del inodoro teníamos que desplazarnos por unas tuberías que tenían una pinta de asquerosas, con agua estancada, de color verdoso y amarronado...en fin, que no quiero poneros mal cuerpo jajajjajaa. Qué ascazo!!!!! Menos mal que en los juegos no podemos oler lo que pasa. Pero a mí con solo ver la imagen...ya sabía que el olor ahí no debería ser muy agradable.

La tubería desembocaba en una habitación circular parcialmente inundada donde estaba la ansiada pieza de puzzle...lo que hay que hacer a veces en los juegos!!!!!!!!!! También había varias plumas doradas (nos daban la inmunidad durante unos segundos), y unos cuantos enemigos con tentáculos que salían de unos agujeros de la pared. Y encima, no los podíamos atacar con la calabaza. Y la camarita del juego no ayudaba para nada, ya que resultaba muy incómoda para girar. Un tironcillo de orejas para Rare


Al acabar el reto con éxito, hasta la propia bruja Grunty se quedaba sorprendida y nos decía que no podía creer que hubiéramos sido capaces de recoger una pieza de puzzle del interior de un inodoro, a la vez que nos lanzaba la pullita de que nos laváramos las manos y que éramos un oso apestoso.

En Banjo Tooie nuestro inodoro parlanchín favorito volvía a hacer acto de presencia. Lo veíamos en el mundo número 6, las industrias Grunty, y más concretamente en la zona del cuarto de trabajadores.


Afortunadamente no tendremos que meternos por las tuberías, pero tampoco nos libraremos del momento escatológico de turno. En este caso, tendremos que utilizar la habilidad pico taladro de Kazooie como si fuera un desatascador, sobre la taza del WC. De esta forma, Loggo descongestionará las tuberías, y sacará al exterior el elemento que taponaba todo: una hoja de Cheato, la cual nos servía para conseguir trucos en el juego.

Después de utilizar el pico taladro, yo decía...mama mía la que se va a liar...a ver que es lo que va a salir por esas tuberías. Ya me veía yo al oso y al pájaro pringados hasta los topes. Menos mal que al final, dejaba caer algo bueno.


Al superar el reto, se sucedía una conversación muy interesante entre los protagonistas y el inodoro, en la que se hacía una pequeña referencia a Mario. Kazooie decía que tendría que haber llamado a un fontanero para solucionar esto, y Loggo le decía que Mario ya no hace ese tipo de trabajos (al fin y al cabo, Mario es un aventurero/plataformero jajajaja).

Estas son las dos apariciones retro de Loggo en la saga. Sé que en 2006, en Banjo Kazooie Nuts & Bolts (X-Box 360) llegó a aparecer también como una réplica de exhibición en el mundo de Banjoland...pero no he tenido el placer de jugarlo, así que prefiero quedarme aquí, que es lo que domino jajajjaaja. 

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