jueves, 14 de mayo de 2020

Los Power-ups de Arkanoid: un poco de ayuda nunca viene mal


En la entrada de hoy vamos a recordar los potenciadores de uno de los juegos favoritos de mi niñez, y que es todo un clásico: Arkanoid. El Breakout de Atari (1976) sirvió de inspiración a Taito diez años después para crear este título. Yo probé las versiones de NES y Amstrad. Y todavía hoy, sigo echando mis partidas.

No hace falta explayarse mucho en explicar cómo funciona el juego, ya que es un mito de nuestras consolas, que todo el mundo ha probado alguna vez en su vida.

Nosotros nos encargamos de controlar una plataforma (nave espacial Vaus), que se puede mover por el escenario de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Nuestro objetivo será golpear una bolita que no para de rebotar por las paredes del nivel. Esta pelota deberá romper todos los ladrillos de color que hay dispuestos a lo largo de la fase, hasta dejarla completamente vacía de bloques: que no quede ninguno. Tampoco debemos dejar que la bola caiga por el abismo que hay bajo la plataforma.


Lo que más me gustaba de este juego eran los Power-Ups, ya que nos proporcionaban muchísima ayuda en las partidas, y nos facilitaban el trabajo a la hora de romper los bloques.

Los potenciadores se escondían en unas cápsulas de color que había en el interior de los ladrillos. A veces, al romper un bloque, dejaba caer una pastillita que si la cogíamos, nos proporcionaba un poder extra, dependiendo del color.

Cada vez que yo veía un potenciador cayendo por la pantalla, me volvía loco, se me aceleraba el corazón, una ilusión se irradiaba por todo mi cuerpo. A veces, tanta alegría me daba ver la cápsula de color que perdía completamente la concentración y se me olvidaba que tenía que golpear la bola. La cantidad de vidas que habré perdido de la manera más tonta, solo por ir a coger la pastilla y dejar de lado la pelotita, la cual acababa cayendo por el abismo.


Me emocionaba tanto el ver que había un poder extra en juego, que el coste era muy alto, ya que por miedo a perder la pastilla, ponía en riesgo la bola, y por ende, la vida. Y muchas veces, acababa de forma trágica la jugada jejeje. A veces, es mejor sacrificar el potenciador, jugar sobre seguro, y no perder la pelota, que arriesgarte y comenzar a mermar las vidas.

¿Queréis que recordemos cuáles eran los poderes que escondían las cápsulas? Pues vamos allá.

-Cápsula azul claro. Podíamos jugar con tres bolitas a la vez, lo cual supone destruir ladrillos al triple de velocidad de lo normal, pero también, resulta difícil mantener las tres pelotas de forma simultánea sin que se caigan. Lo normal es acabar perdiendo dos de ellas. Lo que yo hacía era mantener la atención en una, ya que como nos empeñemos en estar en los tres focos a la vez, al final saldremos escaldados y no conseguiremos mantener ninguno. Más vale calidad que cantidad. A mí ver 3 bolitas rebotando a toda velocidad por la pantalla me agobiaba más que me ayudaba.


-Cápsula verde. Gracias a ella, la bola se quedaba pegada a la plataforma durante unos segundos. Esto era ideal para poder calcular la dirección y trayectoria de la pelota a la hora de hacer el saque, y así precisar mejor los ladrillos que queremos romper.


-Cápsula azul oscuro: La plataforma alarga su tamaño, el doble de grande. Esto nos venía muy bien para tener más margen a la hora de golpear la bola. No es lo mismo tener 3 centímetros que 7. Así abarcamos más amplitud y es más difícil que la pelota se nos caiga al abismo


-Cápsula roja. La plataforma se convierte en un potente arma láser, capaz de disparar munición y destruir todos los ladrillos del nivel. Por unos momentos, el juego se convertirá en un frenético shooter. Eso sí, no perdáis la atención y mirad siempre la pelota, que como se os vaya un poco la mano y le deis más importancia a romper bloques, al final la bolita se nos habrá caído por el abismo, y habremos perdido una vida.


Cápsula rosa. Si la cogemos se abrirá una abertura que nos conducirá de manera directa y automática al nivel siguiente, sin tener que romper los bloques de la fase actual. Menudo chollito!!!!!! Idea para atajar y ahorrarnos faena de un plumazo.



Cápsula gris. Una de las más codiciadas, ya que contiene una vida extra.


Cápsula naranja. La bolita se desplazará de forma mucho más lenta, pausada y relajada. Ideal para evitar el estrés y las prisas. Esto nos permitirá llegar siempre a tiempo a golpear la pelota, ya que al ir a velocidad "slow" es más difícil dejarla caer por el abismo. Ya sabéis que en este juego cuanto más rebote la pelotita, más rápido se moverá, y por tanto, más difícil será controlarla. Con la pastilla naranja se acabaron estos problemas. 


Estos eran los 7 potenciadores de Arkanoid. Seguro que todos tenéis vuestro favorito. ¿Cuál os gustaba más? ¿Y cuál menos? 

2 comentarios:

  1. Todavía lo juego de vez en cuándo :D

    La cápsula roja tenía también que cuanto más disparabas, más rápido iba la bola. Si uno no se controlaba, terminaba disparando tanto (y con ayuda del botón turbo, joo) que siempre se perdía una vida.
    En esos casos era un juego entre controlarse y solo disparar un poco, o darle al turbo para tratar de destruir todo antes de que la bola caiga.

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  2. Gracias por este comentario de los power-ups. Estoy desarrollando un Arkanoid-like y me ha venido bien de referencia :)

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