sábado, 16 de mayo de 2020

El video/demostración de CPM Plus (Amstrad): un icono de mi infancia


La entrada de hoy va a estar dedicada a uno de los momentos mágicos de mi infancia. Mi experiencia con el Amstrad se remonta a cuando yo era un niño de 4-5 años. Mi primo tenía este ordenador en su casa, y cada vez que yo iba allí, era un ritual acabar jugando a clásicos como Tuareg, Rock'n roller, Rick Dangerous o Chase HQ.

Unos años después (1996), un amigo de mi padre se deshizo de su viejo Amstrad, y me lo regalaron a mí (antes que tirarlo a la basura, mejor dárselo a alguien). Yo estaba encantado. Además venía con un montón de juegos como Don Quijote, Donkey Kong, Bombjack, Butragueño, Match Day II, Knight Lore...Por esta época mi primo había dado el salto a la Play Station, así que yo acabé heredando los juegos de su Amstrad que tanto alegraron mi infancia.


Así que entre los juegos del amigo de mi padre y los de mi primo, me acabé haciendo una colección bastante maja. 

Aunque fuera a la vejez viruela (por aquellos años ya no se comercializaba el Amstrad), pude disfrutar de este gran sistema. 

Recuerdo que coloqué el ordenador justo al lado de la televisión en mi dormitorio y cuando alguien del colegio venía a mi casa, siempre hacían el típico comentario: qué bestia, dos televisores en la habitación, uno al lado del otro (el del Amstrad, y la tele normal para la consola...pegaditos)

Don Quijote, uno de mis títulos favoritos de aquella mítica colección

Una de las cosas que más me llamó la atención desde el principio eran los discos morados que venían con el Amstrad. Recuerdo todos los detalles: 2 discos, cuatro caras (1, 2, 3 y 4), y un encabezamiento (en el que ponía Amsoft). Yo no entendía ni papa. No sabía para qué servían. Y eso que el ordenador venía con un manual de instrucciones.

Unos años después supe que estos discos contenían el emblemático CP/M Plus o Control Program for Microprocessors. Se trata de un sistema operativo de disco. Los discos de sistema del Amstrad CPC 6128 incluyen los sistemas operativos CP/M Plus y CP/M 2.2, Logo, utilidades de disco, sistema y programación y ayuda



Lo que más me fascinaba de todo esto era el video/demostración que incluía la cara cuarta del disco. Solo había que teclear en el menú del Amstrad Run "Disc", y automáticamente comenzaba la exposición visual. 

Cuando era un renacuajo de 3-4 años quedaba engatusado con lo que se veía en este video: un montón de colores, formas, sonidos, letras, números, melodías. Recuerdo que me tumbaba en la cama de mi primo y podía pasarme horas viendo una y otra vez el dichoso video, el cual cada vez que llegaba al final volvía a reiniciarse. 

Por eso, cuando me ponía un poco cansino en casa de mis tíos, la mejor forma de calmarme era llevarme al dormitorio de mi primo y ponerme el video. Me acuerdo que les decía: anda, va, quiero ver "los colores" (así llamaba yo al video, ya que todo estaba lleno de formas y colores llamativos jajajaja). Me ponían la demo, y una paz invadía la casa. No había niño en toda la tarde jajajajaja

Cuando me regalaron el Amstrad en 1996, yo tendría alrededor de 8 años y me alegré un montón de poder tener en mi propia casa la demo. 

Mi cama la tenía justo enfrente del ordenador, así que a la hora de acostarme encendía mi Amstrad, metía la cara cuarta del disco morado, introducía Run "Disc" y me dormía con la demo de fondo. Luego, cuando mi madre se iba a la cama, me apagaba el monitor. Durante una buena temporada seguí este ritual. Bendita inocencia jajajjajaa


En el video nos enseñan las diferentes posibilidades y opciones del CPM Plus...¿Qué es lo que se puede hacer con este sistema operativo? Muchas cosas: texto, imagen, sonido, montajes, juegos, formas, colores....

En la pantalla de presentación aparece una especie de Sol, como si saliera por el horizonte al amanecer. Este sol, en realidad, es un arma que empezará a disparar balas por una abertura. La munición irá dibujando en la pantallas la palabra AMSTRAD. Todas las letras serán coloreadas de tonos rosas, naranjas y amarillos.

Un mensaje nos dará la bienvenida: Welcomes yo to the CPC6128. Finalmente, el sol se ocultará en el horizonte y las letras desaparecerán. Muy chulo y llamativo todo. A mí me dejaba hechizado con tan solo 4 años jajajjaa


En la primera parte del video nos mostraban las posibilidades gráficas del sistema operativo. Veíamos una serie de líneas de colores, que iban formando un dibujo que tenía forma de cara de gato. 

El efecto era hipnótico, ya que las líneas se iban abriendo como si fueran un abanico. Las diagonales se entrecruzaban y superponían creando pequeños cuadraditos en el interior del dibujo, que se iban moviendo, cambiando de dirección de una forma penetrante y hechizante. 


La siguiente sección yo la llamaba el árbol de Navidad, ya que a base de círculos se iba creando una especie de triángulo/pirámide gigante. Con tanta bolita de colores parecía un árbol conmemorativo de las fiestas navideñas. Por eso lo llamaba así.

Había un círculo gigante central, de color rojo sobre el cual se vertebraba la estructura. Alrededor de él, tres círculos verdes tamaño mediano. Sobre estos se adherían tres círculos un poco más chicos de color azul. Circundando a estos azules, había tres círculos pequeño rojos, y en torno a ellos, otros tres círculos enanos verdes. Es mucho más fácil verlo en el video que explicarlo jajajajaj. Al final, el triángulo comenzaba a parpadear y relucir

                                    
                                    
Los siguientes segundos estaban dedicados a las formas. Por aquella época yo cursaba segundo de Preescolar y recuerdo que todos los días, lo primero que hacíamos al llegar a clase era rezar un Padrenuestro, recitar el alfabeto, cantar una canción, decir los números del 0 al 10, los días de la semana, y las figuras geométricas.

Cuando en la demo del Amstrad empezaban a salir dibujos de círculos, triángulos, cuadrados y estrellas, yo siempre esbozaba una sonrisa, ya que me recordaba a la escuela, pues en el cole, todas las mañanas la maestra nos dibujaba en la pizarra las figuras geométricas, y de tanto repetirlas me las sabía de memoria. 

Y yo me sentía superorgulloso de poder verlas en mi ordenador, y me acuerdo que les decía a mis padres y mis tíos: esto es un círculo, eso un cuadrado jajajjaja. Madre mía, qué nostalgia

Las formas eran de todos los tamaños y colores: más grandes, más pequeños, medianos, blancos, rosas, amarillos, naranjas, azules. Recuerdo los picos de sierra en el diseño. Y a medida que se iban dibujando nuevas figuras, aumentaba la velocidad.

                                 

El fragmento siguiente estaba dedicado a la parte sonora. Podíamos ver un pentagrama musical (con su clave de sol), sobre el cual se iban colocando las notas musicales a la vez que iba sonando una alegre melodía.

La canción que teníamos el privilegio de escuchar era el famoso can-can de la ópera Orfeo en los Infiernos de Offenbach. El verano pasado ya hicimos una entrada en la que recordamos algunos de los can-can más famosos de la historia de los videojuegos. Y en aquella ocasión se me pasó por alto hablar de este can-can, así que no hay mejor manera que subsanar ese pequeño despiste con esta mención. 

Cada vez que escuchaba en la tele este tema (por ejemplo, recuerdo ver a Teresa Rabal cantándola con una letra adaptada al español en alguno de sus programas infantiles), yo decía: anda, si es la música del ordenador jajajjaja


                                 

A continuación llegaba la parte más sosilla del video (para mi yo de 4 años jjajjaajaa), que era la dedicada a la elaboración de tablas y gráficos de barras. Yo no entendía ni papa. Lo veía todo tan raro. 

Bajo un fondo de pantalla naranja veíamos en las columnas los meses del año (en inglés), en las filas los nombres de países, y en cada celda unas cifras económicas. Al final de cada columna y cada fila se sumaban todos los números, y daban un resultado total. Lo que viene a ser un antecesor del Excel. Lo único que llegué a entender por aquel entonces es que Spain era España. Y yo decía: ahí estamos nosotros jajajjajaa

En un fondo de color gris aparecían unos gráficos de barras rosas, las cuales subían (balance positivo) o bajaban (balance negativo) en una horquilla entre 0 y 200. A mí me llamaba la atención que cada barrita tuviera una altura diferente: las dividía en grandes y chicas jajajjajaaj

                                    

Después tocaba enseñarnos las posibilidades del procesador de textos. En otras palabras: una versión rudimentario/primitiva del Word. Nos enseñaban a justificar los párrafos y a corregir errores de ortografía y significado. 

Sobre un fondo de pantalla verde había un texto en inglés rojo. Me llamaba la atención cómo las líneas del texto se iban igualando en su final. 

Del texto, no entendía ni papa, ya que estaba en el idioma de Shakespeare. Me limitaba a leer con acento español sin saber lo que decía. En aquella época no nos enseñaban inglés hasta 3º de Primaria. 

                                       

Y dejo para el final el plato fuerte del video, que es la parte dedicada a videojuegos. Podíamos disfrutar de una demo (solo visual) del Roland in Time, el famoso videojuego de Amsoft del año 1984, cuyo protagonista tenía que recorrer diferentes etapas de la historia recogiendo los cristales desperdigados por los escenarios mientras esquivaba trampas y enemigos.

Ya abrí una entrada sobre este juego en diciembre del año pasado. Lo que más me llamó la atención era la música, la cual no podía dejar de tararear. Años después descubrí que esta melodía se llama The Happy Wanderer, y tiene su origen en una canción popular alemana del siglo XIX

El video tenía una duración de un minuto. Se hacía tan corto...Menos mal que había una versión larga que podíamos visionar si en lugar de teclear Run "Disc" en el menú principal de Amstrad, poníamos Run "Rointime.dem". 

Entonces, disfrutábamos de una demostración un poquito más duradera. Y con los últimos acordes de esta mítica melodía, acababa la demo y volvía a reiniciarse desde la pantalla de presentación con el Sol disparando las letras de Amstrad. Y así podía pasarme toda la tarde. 


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