sábado, 23 de mayo de 2020

Bonus Stages en Donkey Kong Country: nuestros amigos los animales


Imaginad la siguiente situación. Llegamos a un centro comercial petado de todo tipo de productos (ropas, alimentos, dispositivos electrónicos, libros, perfumes...) y alguien nos dice: coged un carro, tenéis 100 segundos para arramplar con todo lo que podáis, todo lo que hayáis cogido en ese tiempo será vuestro sin pagar ni un duro. 

Sería el sueño húmedo de muchos de nosotros: vernos rodeados de tantas cosas maravillosas al alcance de nuestra mano. No daríamos abasto. El minuto y medio se pasaría en un suspiro. Y nosotros, cual potros desbocados, nos lanzaríamos de forma salvaje hacia las estanterías, buscando meter la mayor cantidad de cosas posibles.

Pues así me sentía yo cada vez que me tocaba jugar las fases de bonus del primer Donkey Kong Country de Super Nintendo, allá por el año 1994. 

Moverme por una pantalla entera rebosando hasta los topes de figuras doradas (que se traducían en vidas), todo lleno de tesoros, de arriba a abajo, sin ningún hueco libre. Me daba una sensación de felicidad y plenitud. Disfrutaba como un niño pequeño revolcado en una piscina de chocolate. Ver cómo el marcador iba sumando vidas, mientras estaba rodeado de tanto oro...era una sensación alucinante. Y no sé por qué, pero el tiempo transcurría demasiado rápido para mi gusto jejejjee


Una de las señas de identidad de Donkey Kong Country era la aparición de 5 animales amigos que ayudaban al dúo protagonista a superar algunas de las situaciones y contextos jugables:

-Rambi, el rinoceronte. Se desplazaba a toda velocidad por los escenarios y su cuerno derribaba a todos los enemigos con los que nos chocábamos

-Winky, la rana. Sus enormes saltos nos permitían alcanzar lugares inaccesibles.

-Enguarde, el pez espada. Gracias a él, las fases marinas se hacían mucho más dinámicas, ya que se movía a gran velocidad por el agua. Su pico permitía acabar con todos los peces y moluscos.
-Expresso, el avestruz. Podía mantenerse en el aire durante unos segundos. Ideal para cruzar grandes abismos

-Squawks, el loro. Gracias a su linterna, nos daba luz en las fases de oscuridad total (normalmente las cuevas)



Estos animales se encontraban en el interior de unas cajas de madera que había que romper. Los protagonistas podían subirse encima de ellos cual jinetes en el caballo, y a partir de ahí, disfrutar de sus habilidades. Por lo tanto, eran aliados y amigos, ya que nos proporcionaban ayuda

Además, a excepción de Squawks, protagonizarían las famosas fases de bonus. Lo harían en solitario. No veríamos a Donkey y Diddy subidos a sus lomos. Nada de eso. Manejaríamos a los animales de manera independiente y autónoma. Eso mismo pasaría también a partir de Donkey Kong Country 2, cuando el dúo protagonista en lugar de subirse encima, se transformaba directamente en los animales.

Para acceder al bonus teníamos que coger tres piezas de oro que estaban escondidas en las diferentes fases. Raro era el nivel que no albergaba alguna figurilla dorada, ya fuera en forma de pez, avestruz, rana o rinoceronte. Algunas de ellas nos las daban por vencer en los minijuegos que había en las cuevas secretas.


Las piezas se iban acumulando. Cuando cogiéramos tres del mismo tipo, la partida quedaba parada y empezaba el bonus. El animal que protagonizaría el bonus dependía del tipo de criatura que indicaba la pieza. Por ejemplo, si cogíamos tres peces de oro, sería Enguarde al que pasaríamos controlar en el bonus.

Cada aliado tenía su fase de bonus, aunque la mecánica era exactamente la misma. Nos daban 100 segundos para movernos por un escenario que se encontraba lleno por los cuatro costados de piezas doradas en miniatura de ese animal. No había ni un espacio libre. Todo lleno de piezas de oro.

El objetivo consiste en recoger el mayor número de figurillas en 100 segundos. Había que desplazarse rápidamente ya fuera nadando (en caso de Enguarde), saltando (Winki), corriendo (Rambi) o volando (Expresso), y coger todas las piezas que pudiéramos, antes de que se agote el tiempo. Cuanto más rápido, más sumaremos. Y luego esas piezas se traducían en vidas. Cada 100 figuras nos dan una vida extra.


Además, escondida por el nivel hay una pieza dorada gigante que multiplica por 2 el número de piezas que tenemos en ese momento

No hagáis la tontería que hacía yo. A veces, por querer coger la pieza gigante, lo hacía al principio del bonus, y eso no tenía ningún sentido. ¿Para qué sirve multiplicar por dos cuando solo tiene 30 figuras? Sería un desperdicio (30 X 2=60). Si cogemos la pieza gigante al principio no resulta muy rentable. En cambio, si la cogemos cuando tenemos 300 piezas, pues imaginad el resultado: 300 X 2=600 (6 vidas extra). 

Sed inteligentes y agarrad la pieza cuando quede poco tiempo para que podáis coger muchas figurillas y multiplicar por una base mayor.

El gusto que daba al acabar el bonus y ver cómo se hacía el recuento y las figuras se convertían en vidas. En mis mejores tiempos llegué a conseguir 7-8 vidas por pantalla. Una burrada!!!!!!!!!!!!! Nos venían de perlas para poder gastarlas en los últimos mundos del juego que eran los más difíciles. 

El punto negativo es que al jugar el bonus teníamos que empezar la fase desde el principio...pero si nos embolsábamos vidas...¿A quién le importaba eso?


Cada animal tenía su propia fase de bonus

-Enguarde se movía por un laberinto submarino formado por pasillos muy estrechos en forma de damero

-La fase de Rambi se ambienta en la nieve. Teníamos que desplazarnos por una serie de plataformas dispuestas a diferentes alturas.

-Con Winki nos tocaba recoger las piezas doradas en el interior de una cueva, obligándonos a saltar para superar los desniveles y llegar a todos los rincones.

-En el caso de Expresso, teníamos que descender y ascender por una serie de hondonadas que estaban rebosando de figuras de oro.

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