Los combates fuera del ring en WWF Wrestlemania Challenge (Nintendo)

Esta tarde voy a compartir con vosotros uno de los grandes momentos de mi infancia. En mi etapa con la NES, me envicié cosa mala al WWF Wrestlemania Challenge. 

Por aquellos años, principios de los noventa, la lucha libre se puso de moda en la televisión. ¿Quién no recuerda las emisiones de Pressing Catch durante los primeros años de Tele 5? A los que nacimos en la segunda mitad de los ochenta, nos tocó de lleno la fiebre del wrestling. 

Nintendo y Rare aprovecharon el tirón que tuvo este espectáculo deportivo entre los jóvenes, para crear un juego que plasmara las mismas sensaciones y emociones que veíamos todas las mañanas de fin de semana, después de los dibujos animados y antes de Humor Amarillo.

En España tuvo mucho éxito. En el colegio, los niños intentaban reproducir, con más pena que gloria, los golpes y movimientos que esos míticos luchadores ejecutaban en el ring, mientras imitaban, a modo de retransmisión televisiva, los comentarios del recientemente fallecido Héctor del Mar (sillita eléctrica, marinero tarugo, piquete de ojos...). ¿Quién no jugaba al Pressing Catch en el recreo o en el parque con los colegas?

El marketing en torno a este fenómeno fue brutal. Aparte del videojuego oficial, sacaron una colección de figuritas con los luchadores, y un cuadrilátero de juguete. Se vendieron como churros. Los niveles de audiencia fueron impresionantes en aquellos años

En el juego controlamos a nueve míticas estrellas, cada una con su tema musical y su atuendo:

-Hulk Hogan

-André the Giant

-Macho King Randy Savage

-The Ultimate Warior

-The Big Boss Man

-Brutus The Barber Beefcake

-Ravishing Rick Rude

-Hacksaw Jim Duggan

-Un tipo flacucho y desconocido, ajeno a este mundillo.

Una de las opciones más llamativas y atractivas es el hecho de salir del cuadrilátero, y pelear fuera del área de lucha. Es un cachondeo, ya que pasas más tiempo pululando cerca del graderío y haciendo el tonto por los alrededores del tatami, que dentro de la superficie acolchada. 

Recuerdo combates enteros entrando y saliendo a cada momento (subiéndome a las esquinas del ring, y de ahí, saltar al exterior). Incluso es posible ganar batallas fuera del cuadrilátero de forma legal.

Cada vez que salgamos del campo de batalla, sonará una campana. Esta va acompañada de un contador de tiempo.  Empieza en 0 y sube un segundo por tañido: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...Al llegar a 10, si no hemos vuelto al tatami, seremos eliminados 

Aunque parezca que hay tiempo de sobra para volver a subir, no os confiéis. Diez segundos se pasan en un suspiro. Cuando nos queramos dar cuenta, no tendremos margen para regresar al área y quedaremos K.O

He perdido más veces por hacer el tonto fuera, pasarme de listo y no volver a tiempo, que por palizas de mi rival dentro del cuadrilátero. 

La imagen de los dos jugadores fuera del área de combate, con las dos campanas sonando a la vez y el contador de tiempo subiendo, es tan entrañable como surrealista. Convertía la batalla, por momentos, en un galimatías. La confusión y el desorden reinantes provocaban más de una risa.

Yo me colocaba frente al público. Era mi zona favorita fuera del ring. Los espectadores de las primeras filas animaban y hacían fotos para inmortalizar la pelea. De hecho, salían flashes de luz, y yo le decía a mi primo: mira, me están fotografiando porque soy el mejor jejjejeje

Cuando competimos contra la CPU es raro que esta salga del tatami. Solo lo hará si nosotros saltamos antes. Los puñetazos, patadas, llaves y golpes se pueden seguir haciendo fuera del cuadrilátero

Mi sueño húmedo era atacar al enemigo fuera del ring, que este se quedara tumbado en el suelo varios segundos, que tardara mucho en levantarse, y que no le diera tiempo a volver al cuadrilátero. Mi deseo era que la campana llegara a 10, y al rival le pillara con el pie fuera del área de combate. 

Es el efecto que yo siempre buscaba, pero nunca conseguía, ya que el karma se volvía en mi contra. Al final, el adversario me daba una buena galleta, acababa tirado en el suelo, me ponía nervioso, veía que la campana se acercaba al diez y no me daba tiempo a subir al tatami. Resultado final: eliminado. 

Mi primo, por el contrario, prefería ganar los combates sin experimentos raros, en un cuerpo a cuerpo dentro del ring, evitando las salidas al exterior. A veces, se cansaba de jugar conmigo. Le estresaba con tanta entrada y salida. Estoy hasta los cojones de la campana (me decía) jejejjee

Por cierto: no penséis que entrar y salir del ring como Pedro por su casa no tiene consecuencias. En este juego, cada vez que te tiras desde un punto alto, pierdes un trozo de vida. Entre el interior y el exterior del tatami hay un desnivel bastante pronunciado. Cada vez que salgamos o entremos nos haremos daño y perderemos un cachito de energía. Muy poquito, pero al final, muchos pocos hacen un mucho. 

Con todos los cachondeos, tanto sube-baja tenía efectos en la pelea. Imaginad que la victoria se decide solo por un 10% de vida. Si no hubiéramos hecho el ganso en el exterior, quizá hubiéramos ganado 

En las batallas por grupos, dos amigos forman un tándem. Lucharán juntos para derrotar al equipo rival. Se trata de un dos contra dos. 

Mientras un miembro del equipo está dentro del ring peleando, el otro permanece fuera esperando su turno. El jugador situado en el exterior, puede ser controlado. Se ve con un color menos nítido, como si fuera invisible. En cualquier momento puede subir al ring y atacar al amigo o al rival.

¿Problema? En cuanto pongamos el pie en la lona, empezará a sonar una campana, similar a la que se escucha cuando salimos del ring. Al fin y al cabo, el jugador 2 no pinta nada dentro del tatami. Tendría que estar fuera esperando a que llegue su relevo. La campana tañerá a modo de aviso: como a los diez segundos no salgamos del cuadrilátero, el equipo entero (nosotros y nuestro amigo) será descalificado 

No obstante, cuando queden tres segundos, el jugador abandonará el ring de forma automática, aunque no queramos. Dejará de ser controlable y él mismo se retirará de la superficie acolchada 

Imaginad el caos en estas peleas: aunque en la práctica es un uno contra uno, los reservas pueden dar el do de pecho. Lo normal es que se ataquen entre ellos, suban a la lona, hagan el payaso (saltando por las esquinas), dañen a los titulares, den vueltas sin control por el recinto...

Cuando estaba en el banquillo, me costaba quedarme quieto. Por eso, hasta que llegaba mi turno, hacía todo tipo de subnormalidades jejejjee 

En WWF Wrestlemania Challenge la diversión está dentro y fuera del área de lucha. 

Si queremos ser formales y convencionales solo debemos atacar con puñetazos, patadas o llaves dentro del ring, para bajar la barra de vida del rival. Cuando se quede sin energía, nos tiraremos encima de él y esperaremos tres segundos. Al haber perdido toda su vitalidad, no tendrá fuerzas para levantarse. El combate será nuestro

Si queremos ser gamberros, pícaros y atípicos, no hay nada mejor que probar suerte fuera de la lona. La tensión y los nervios están garantizados, pues cada vez que bajamos del tatami asumimos un riesgo. Es como jugar con fuego. Todos pensamos que antes de diez segundos estaremos arriba, pero a veces, los planes no salen como unp quiere, y nos puede salir el tiro por la culata. 

Eso sí: volver al cuadrilátero en el segundo 9 resulta una experiencia adrenalínica, no apta para aquellos que sufren problemas de corazón.