Ayer por la tarde salí a dar un paseo por uno de los parques de mi ciudad. Después de tantos días de confinamiento la verdad es que empiezas a valorar y a fijarte en cada detalle: las flores, el olor a tierra húmeda, la gente paseando, el chorro de la fuente, las huellas de las zapatillas en la tierra, los niños corriendo. En especial, había una niña intentando inflar un globo, y la pobre no podía hacerlo.
Entonces, se me vino a la cabeza una serie de estampas videojueguiles en las que nuestro objetivo era ponerse a inflar globos como si no hubiera un mañana, hasta el punto de acabar explotándolos a base de sacar mucho aire de nuestros pulmones. Se trata de dos pruebas emblemáticas pertenecientes a dos party game míticos: Balloon Burst (Mario Party 1, Nintendo 64), y Burt the Ballon (Bishi Bashi, Play Station)
En Balloon Burst cada jugador cuenta con una bomba de aire. El objetivo será inflar un globo en forma de Bowser. El primero que explote su globo es el ganador del juego. A medida que lo inflamos el muñeco del rey Koopa se irá haciendo cada vez más gigante (con su mirada espeluznante, su tripa, sus cuernecillos, sus dientes...) hasta ocupar casi toda la pantalla y superar en tamaño a los personajes
La música que acompaña al minijuego es un mambo, la misma melodía que suena en otros juegos como Musical Mushroom (al menos, en la versión española).
Para inflar el globo tendremos que pulsar alternativamente los botones A y B cogiendo velocidad. Cuanto más rápido los pulsemos, antes se inflará el globo y antes lo explotaremos.
La prueba se desarrolla en una habitación de aspecto de fortaleza, con suelos, paredes y muros de piedra, y una pequeña ventana al fondo. Parece una cárcel.
La mecánica de Burt The Ballon es idéntica, pero mucho más salvaje, exagerada y pomposa. El objetivo del juego, al igual que en Mario Party, será utilizar los botones del Dual Shock para inflar un globo (esta vez neutro, no tiene dibujo de ningún personaje). Este globo no parará de crecer y crecer y crecer hasta alcanzar un tamaño colosal, y acabar explotando.
Tenemos 6 segundos para explotar el globo. Mientras que en el juego del fontanero la explosión es muy light (no tenía la más mínima importancia), en Bishi Bashi estará hiperbolizada al máximo.
El reto se desarrolla en el interior de una casa (cocina o salón) con su mobiliario realista (sofás, mantas, cuadros, chimeneas, alfombras...). El globo inflado ocupa toda la pantalla, tapando el decorad. Con la explosión, la vivienda quedará reducida a escombros. Los trozos de pared, platos, cafeteras y jarros, son restos de lo que fue en su día una magnífica edificación. Qué penita!!!!!!!!!!!!!!!
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