miércoles, 10 de junio de 2020

Toy Story Racer (Play Station): carreras alocadas adaptadas al universo de Pixar


No hay duda de que Nintendo consiguió dar con la fórmula mágica en el género de las carreras locas. A raíz del éxito de Mario Kart muchas compañías intentaron con más o menos acierto plasmar las mismas premisas que habían aupado a la franquicia de la gran N. 

En unos pocos años, sobre todo en la generación de PSX y Nintendo 64, se concentraron un montón de imitadores que siguieron la escuela de Mario y compañía, haciendo que el género viviera una época fructífera. Toy Story Racer fue uno de ellos, allá por el año 2001. 

Yo sé que en su momento este juego recibió malas críticas en la prensa especializada, y por supuesto, el número de ventas tampoco fue muy allá. Sin embargo, a mí me tenía enganchado. Recuerdo que me lo llegué a alquilar en varias ocasiones, y no paré hasta completarlo al 100%. Y todavía hoy, vía emulador, echo mis partidillas. 


Toy Story Racer es el resultado de unir el concepto de conducción alocada que puso de moda Mario Kart (carreras de coches en las que es válido usar todo tipo de artilugios y objetos), con la atmósfera de una de las películas infantiles más exitosas del momento. El primer film data de 1995. Todos nos divertimos con las aventuras de Buzz Lightyear y sus tremendos efectos digitales. Y como es lógico, las compañías vieron que había negocio y aprovecharon la licencia para sacar algunos juegos. 

La primera película fue adaptada el mismo año de su estreno para Super Nintendo y Megadrive. En el año 99, salió Toy Story 2 para Nintendo 64 y Play Station (ya en tres dimensiones). En ambos casos se optó por un enfoque aventurero-plataformero. Y en 2001, se decidió dar el salto a las carreras locas

Como ya os imaginaréis, los conductores son los personajes de las películas de Toy Story. Al inicio solo podemos elegir entre 4, pero poco a poco iremos desbloqueando el resto: Buzz Lightyer, Mr Potato, Woody, Rex, Lenny the Binocular, Hamm, RC...


Cada conductor lleva asignado una serie de retos que debemos ir superando para obtener soldados de juguete. Por cada prueba superada, nos darán un soldadito de plomo. Tendremos que coger 200 en total, entre todos los personajes. Cada misión se esconde detrás de cubos de juguete, los cuales van formando una torre. A medida que superamos los retos iremos ascendiendo en esa torre. Los pruebas irán siendo cada vez más difíciles. Nuestro objetivo será coronar la torre de cubos.


Los retos son muy variados:

-Ganar carreras sencillas a 1,2,3,4 o 5 vueltas

-Vencer en campeonatos (los cuales constan de entre 3 y 11 circuitos, sumando puntos por cada carrera)

-Ganar batallas en las que debemos arrojar objetos a los demás conductores. Si alguien nos da un golpe...game over!!!!!!!. Debemos ser los últimos en caer.

-Vencer en campeonatos de batallas (además de sobrevivir, tendremos que atacar, ya que nos darán 1 punto por cada conductor que golpeemos). 

-Dar una vuelta a un circuito en X tiempo

-Dar varias vueltas a un circuito en X tiempo

-Recorrer varios circuitos en X tiempo

-Vencer en carreras eliminatorias. La última persona en acabar la vuelta será eliminada. En cada vuelta irá cayendo un conductor, hasta que solo quede uno, que es el ganador

-Carreras de supervivencia en las que seremos eliminados al recibir daño de un objeto

-Carreras de + supervivencia en las que debemos ganar la carrera y golpear a los rivales hasta eliminar a todos

-Retos en los que hay que recoger 5 payasos perdidos por el circuito

-Retos en los que hay que romper 5 dianas perdidas por el escenario, arrojando objetos contra las dianas


Los circuitos se ambientan en lugares de las películas. Muchos de ellos rescatarán elementos del Toy Story 2. Por ejemplo, la casa de Andy, una gasolinera, un cine, un centro comercial, un jardín, las calles del barrio, un desván, una gasolinera, una bolera, una fase de nieve...

Subiremos escaleras, pasaremos por tubos de ventilación, veremos objetos cotidianos a tamaño gigante (sillas, sofás, mesas...), pasaremos por superficies pegajosas, usaremos pilas que nos proporcionarán un turbo, habrá rampas de salto, atajos...

El control nos recuerda al de un coche teledirigido. No es como el de Mario Kart, pero una vez nos acostumbremos a esos giros tan bruscos, al final le cogemos el tranquillo. 


Para dar emoción a las carreras podremos utilizar objetos para atacar a los enemigos: platillos volantes, cohetes de juguete, calambrazos, pelotas, peonzas, ovejas trampa...De todas formas, no tienen la precisión ni la brillantez del juego de Nintendo. No resultan tan emocionantes ni dan tanto juego. 

Por supuesto, no pueden faltar los modos multijugador. Y también, cuando superamos todos los retos de un conductor y coronemos la torre, podremos jugar a unos rompecabezas que alargan la vida del juego (y eso, que 200 retos no son moco de pavo). 


Gráficamente, se trata de un juego muy colorido, cercano a los dibujos animados. Los escenarios son pequeños pero no se hacen monótonos. No hay muchos efectos especiales ni animaciones, pero es que tampoco se necesitan. 

En el plano sonoro, podemos destacar las voces de los personajes, y unas melodías que sin ser nada del otro jueves, hacen un acompañamiento alegre y ameno. 

Aquí os dejo un video del juego:


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