miércoles, 17 de junio de 2020

Capitán Sevilla: el héroe que se hacía fuerte comiendo morcillas


La metamorfosis es un mecanismo habitual en el mundo de los superhéroes, sea del cómic, del manga o de los videojuegos.

Pensemos un poco...muchas veces nos hemos encontrado con el típico hombrecillo de aspecto frágil y debilucho, que se ve inmerso en un montón de peligros, que en cuanto toma un determinado objeto, se transforma en un ser arrollador, capaz de enfrentarse a todos sus enemigos y salir victorioso de mil y una batallas dejando a sus rivales echo picadillo. 

Eso es lo que le pasaba a Popeye con sus famosas espinacas. Y además, esto iba acompañado de un mensaje didáctico para los más jóvenes de la casa, ya que con las aventuras y desventuras del viejo marino, se fomentaba el consumo de vegetales. Si Popeye se hace fuerte con las acelgas, todos los niños también se hacen fuertes si lo imitan jijji


El héroe que vamos a recordar hoy no es el mejor en cuanto a fomento de hábitos alimenticios saludables, pero los que vivisteis la época dorada de los ochenta seguro que esbozáis una sonrisa. Hablamos del capitán Sevilla, aquel tipo que se hacía fuerte comiendo morcillas. Para veganos y vegetarianos (como mi amiga Carmen) me imagino que será el ejemplo de antihéroe jejjee. En las antípodas de Popeye. 

El juego fue publicado para los ordenadores de 8 bits en el año 1988 (Amstrad, Spectrum, MSX). Se trata de un proyecto íntegramente español dirigido por Álvaro Mateos. Dar importancia a un alimento como la morcilla solo podía ser "made in Spain" jejejje.


El personaje fue promocionado en las revistas de la época (Micromania, Microhobby) e incluso llegó a protagonizar unos cómics. 

Yo conocí el juego de manera tardía, a través de la emulación, y la verdad es que me resultó muy curioso encontrarme con un personaje patrimonio español. El título tenía su dificultad

Recuerdo ir recorriendo pantallas prefijadas ambientadas en ciudades, andamios de construcción, parques, cuevas, zonas espaciales, ruinas o plataformas petrolíferas mientras esquivaba todo tipo de trampas u obstáculos: serruchos, llaves inglesas, máquinas de cemento, contenedores andantes, enjambres de abejas, viandantes, objetos que caían desde las ventanas de las casas, cerdos voladores, mariposas, naves espaciales, gotas de lava, pinchos....todo en una vista lateral en dos dimensiones, sin scroll


Las morcillas jugaban un papel importante en el juego:

-Por un lado, a nivel argumental. El protagonista se llama Mariano López (más español imposible), transportista de embutidos. Un buen día sufre un accidente nuclear mientras conduce su camión. Toda la carne queda esparcida por el suelo, contaminada por los efectos radioactivos. El pobre hombre queda inconsciente en la calzada. 

Unas horas después se despierta con mucha hambre y se echa a la boca una de las morcillas contaminadas. ¿El resultado? Se transforma en el capitán Sevilla, el héroe de nuestra aventura. Los músculos crecen, la estatura aumenta, su físico se hace atractivo...

-Por otro lado, la vida del héroe se representa gráficamente con una morcilla gigante, la cual va perdiendo trozos cada vez que sufre un accidente, ya sea el ataque de un enemigo o caer en una trampa. Poco a poco la morcilla va achicándose y reduciendo su tamaño hasta que no queden trozos y perdamos la vida.


-Y lo más importante: si recogemos las morcillas que hay por los escenarios Mariano se convertirá en el capitán Sevilla. Sus poderes son variados: podrá lanzar morcillas a los enemigos (superdisparo), desplazar a todo bicho viviente a los laterales del escenario (supersoplido), ser invulnerable durante unos segundos (superdefensa), saltar más alto (supersalto) o poder volar durante un tiempo limitado. Una pasada!!!!!!!!!!!!!!!

Aquí os dejo un video:



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