domingo, 17 de enero de 2021

La destrucción de castillos en Super Mario World: una escena entrañable que pone el broche de oro a cada mundo

La entrada de hoy va a estar dedicada a recordar uno de los momentos más entrañables del genial Super Mario World, que como muy bien sabéis, fue el primer gran éxito de la Super Nintendo, allá por 1990.

 ¿Y qué es lo que vamos a "homenajear" en el post de esta tarde? El juego es tan inmenso que resulta difícil quedarse con un aspecto concreto. 

Al final, he optado por una de las estampas más emblemáticas de la aventura. La última fase de cada mundo se desarrolla en el interior de una fortaleza. Estos niveles siempre acaban en lucha encarnizada contra uno de los Koopalings (hijos del malvado rey Bowser). 

Tras vencer en la batalla, asistíamos a una de las escenas más recordadas: nuestro fontanero favorito, tras rescatar el huevo de Yoshi, se disponía a destruir la fortificación, empleando diferentes recursos y/o métodos

En cada mundo la manera de deshacerse de la edificación era distinta. Resultaba divertido contemplar la escena. De hecho, cada vez que derrotaba a un jefe final, yo estaba deseando que me sumaran los puntos para ver cómo iba a borrarse del mapa el castillo. Me ponía muy impaciente y nervioso, pero también con muchísima ilusión. ¿Qué pasaría ahora? ¿Destruiría Mario la fortaleza a cañonazos? ¿La tiraría a patadas? ¿Utilizaría un arma de destrucción masiva? jejejeeje

Parece una tontería, pero cuando jugabas por primera vez, siempre tenías ese gusanillo y solo por el hecho de ver cómo iba a destruirse el castillo, te daba una alegría inmensa derrotar al Koopaling de turno

Vamos a recordar todas y cada una de las destrucciones, desde la nostalgia, el humor y el cariño. Espero que os guste!!!!!!!!!!!

Empezamos por la primera fortaleza, la isla de Yoshi, que es todo un clásico. Nos encontramos con un interruptor. Nada más pulsarlo pondrá en funcionamiento una mecha. La llama recorrerá la distancia entre el pulsador y la edificación. En cuanto el fuego alcance la fortaleza, esta explotará (con la típica onomatopeya de los cómics booooooooomb), y se vendrá abajo como un castillo de naipes, bajo una nube de polvo. Solo quedarán escombros y un banderín, símbolo del triunfo de Mario sobre Iggy Koopa

                                        

La destrucción del segundo castillo tiene lugar bajo un sol naranja al atardecer, después de vencer a Morton Koopa en Donut Plain. Ante la ausencia de una mecha explosiva, nuestro héroe recurrirá a su propio cuerpo y derribará la fortificación a base de patadas. Con un par de golpes, y un salto hacia la torre, el edificio caerá como si fuera de paja. No hay nada que se le resista a Mario!!!!!!!!!!!!

                                         

Para derribar el tercer castillo del juego nuestro fontanero tomará prestado un martillo. Se pondrá a golpear la base de la fortaleza como si no hubiera un mañana, arrancando los trozos de piedra con una facilidad pasmosa, como el comer pipas. Finalmente, el edificio sucumbirá y la morada de Lemmy Koopa pasará a mejor vida. Por cierto, la fortaleza se encontraba ubicada en el interior de una cueva (Vanilla Dome).

                                           

Vamos con mi favorita, la escena final del cuarto mundo, el de Ludwig Koopa. A priori, el sistema de destrucción es el mismo que en la fortaleza uno. Hay un interruptor, el cual accionará una mecha cuya llama se dirigirá a la edificación. La diferencia es que esta vez no acabará en una explosión del castillo, sino que este saldrá volando hacia el cielo como si fuera un cohete espacial, despegando desde el puente de Queso. 

Un pequeño resto de llama se desgajará del fuerte volador, y caerá sobre un cactus que hay en el paisaje (y en el mapa del juego). A partir de este momento, a dicho cactus le aparecerá una tirita en la cabeza, que mantendrá hasta el final de la aventura, para tapar la herida que le ha provocado el fuego. 

                                        

La aniquilación del quinto castillo, el del Bosque de la Ilusión, está envuelta en un halo de humor y comicidad. Seguro que más de uno acabó con una carcajada tras derrotar a Roy Koopa. 

De nuevo, estamos ante el enésimo interruptor que activa una llama. ¿Cuál es el problema? Que cuando Mario active el botón, este no tendrá ninguna reacción. Se ve que se ha jodido el mecanismo y no funciona. 

Nuestro héroe se quedará un poco dubitativo y se acercará a la fortaleza para ver qué diablos ha pasado. En ese momento de espera, el sistema se arreglará por arte de magia, y el castillo explotará, delante del pobre Mario que se comerá todo el humo, y acabará carbonizado, con los ojos saltones y el pelo y el bigote despeinados. Escena histórica jejejjejeje. 

                                         

Wendy Koopa es el jefe final de la sexta fortificación del juego, en la suculenta Isla de Chocolate. En este caso, Mario eliminará el castillo con un quitamanchas. Un método rápido, fácil y efectivo. Con tan solo tres pasadas, el edificio quedará borrado y fulminado del mapa, dejando el banderín como único vestigio. Con este utensilio la suciedad se irá en un tris tras jejjejeje

                                        

En el valle de Bowser se encuentra el séptimo castillo del juego, custodiado por Larry Koopa. Mario se transformará en un ser hercúleo, capaz de coger la fortaleza con sus propias manos y lanzarla como si fuera una jabalina, dejando el solar limpio limpio. Me recuerda a la fuerza de Popeye cuando se comía las espinacas jejjeje. 

En fin...Super Mario World nos ha dejado siete escenas para la historia. Era una forma entrañable de cerrar cada uno de los capítulos de la aventura, combinando épica, humor y carisma. Aquí os dejo un video con todas y cada una de las destrucciones.


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