Yo fui uno de aquellos jugadores que puso unas expectativas altísimas al segundo título de James Bond para Nintendo 64.
Después del pelotazo que supuso Goldeneye, yo esperaba con ansia alquilarme la que iba a ser su secuela: The world is not enough (El mundo nunca es suficiente). Y sufrí lo suyo para cogerlo en el videoclub. Estuve varias semanas intentando, pero siempre estaba pillado. Al final, a base de paciencia y tesón, conseguí dar con él, y la verdad es que después de tanto hype había algo que no me llegaba a convencer del todo.
Recuerdo mi primer encuentro con este juego. Gráficamente se notaba una mejora importante: escenarios más grandes, detallados, con mucho decorado, objetos cotidianos.... Sin embargo, me llevé un pequeño-gran chasco al descubrir que la variedad de armas y el nivel de destructibilidad de las fases no era el mismo que en Goldeneye.
En el primer título podías romper cristales, explotar cajas, apagar luces. Los objetos se veían afectados por los ataques del arma. En esta secuela disparabas a las mesas, sillas y demás elementos decorativos y permanecían impertérritos, como si nada hubiera pasado. No se destruían ni ante el más mínimo estímulo. Ese detalle me decepcionó mucho
Todo esto lo pude comprobar en la primera misión de la aventura, titulada Courier. Se desarrolla en el interior de una entidad bancaria. Ver esos monitores de ordenador, esos teléfonos, esas mesas, esas sillas, y no poder destrozar nada (salvo los cristales de las ventanas), me dejó con un sabor de boca agridulce. Me daba rabia disparar al estupendo decorado y ver que no sucedía nada. Indestructible jejejje. Tanto derroche técnico para nada.
No obstante, tampoco quiero crucificar un shooter por el simple hecho de que la interactividad con los escenarios no esté bien lograda. Ahora con el paso del tiempo he sabido apreciar la calidad de este juego.
El problema es que la sombra de Goldeneye era muy larga y las comparaciones ya sabemos que son odiosas. Todo lo que yo veía siempre lo equiparaba con el primer juego de James Bond y esta secuela salía perdiendo, pero valorándolo ahora desde la distancia reconozco que se trata de un título muy bueno, y que fui un poco injusto a la hora de elevar tanto las expectativas. Por eso, a modo de "reconciliación" me gustaría recordar la que fue la primera misión de la aventura.
La misión empezaba en la sala principal del banco, enfrente de la recepcionista, que estaba apoyada en su mesa, con su taburete, su ordenador, su teléfono y su montaña de documentos super importantes
El lugar era amplísimo y diáfano, con sus columnas, sus focos de luz colgando de la pared, su cristalera en el techo, su alfombra roja, sus cuadros de pintura abstracta, y por supuesto, los clientes del banco.
La primera vez que jugué no pude resistir la tentación de disparar a los pobres inocentes. Como es lógica, la lié parda, ya que en esta primera misión uno de los objetivos es evitar bajas civiles. Y a mí, como me gusta más una pistola que a un tonto un lápiz, me encantaba ser malo y hacer un rato el indio. Total: la alarma empieza a sonar, el personal de seguridad a atacar, y misión fallida. Vuelta a empezar jejeje.
La pared beige y el suelo blanco le dan al lugar un toque elegante y señorial. Hay doble altura. ¿Cuál es el problema? Que aunque la sala principal cuenta con dos plantas, no podemos acceder a la segunda, al menos, en esta habitación. Veremos un balconcito (que es el segundo piso) con policías paseándose por la zona, custodiando el banco, pero no hay forma de subir allí. Podremos acceder a las oficinas de la segunda planta, pero al segundo piso de este salón principal nanai de la China jejeje. Solo está de adorno.
Ver un lugar y no llegar a él es una de las mayores frustraciones que podemos sentir con un videojuego.
Para acceder a las oficinas necesitamos una tarjeta, la cual se encuentra en el Safety Deposit (caja de seguridad), que se encuentra en una de las salas anexas al salón central.
Tendremos que cruzar por un pasillo con una cámara de seguridad, la cual me evocaba a los tiempos de Goldeneye, cuando en el nivel Bunker había unas cámaras que cada vez que nos enfocaban, hacían sonar una alarma que alertaba a los enemigos. En 007 el mundo nunca el suficiente las cámaras de seguridad no molan tanto, ya que son casi un mero adorno. Están fijas en el mismo punto y no pasa nada si te apuntan.
Las puertas blancas contrastan muy bien con el suelo de madera. Hay un foco de luz dando un toque de iluminación y un cuadro de aspecto vanguardista
Dentro de la cámara veremos un montón de cajones metálicos sellados. La alfombra me recordaba a una bandera de España jejejjeje. En una de las paredes hallábamos también un extintor antiincendios.
Y luego había dos cabinas encristaladas de forma que no se veía lo que había dentro. En una de estas cabinas encontrábamos la tarjeta que daba acceso a las oficinas
Y por supuesto, no nos podemos olvidar de la alarma. Yo, a veces, me comporto como un crío chico jugando. Me dicen "no toques eso" y yo, más adrede lo toco por el hecho de tocar las narices. Ver un botón y no pulsarlo es un reto para mí muy difícil (sobre todo, en un juego jejjejeje). Por eso, muchas veces veía la alarma y no me podía resistir a pulsarla. Tenía que hacerlo. Eso suponía fallar de manera automática la misión. Los polis empezaban a atacarnos, la campana de emergencia se escuchaba en todo el banco, y un cartel de misión fallida nos obligaba a reiniciar todo desde el inicio.
Al final, con la tarjeta en la mano debíamos acercarnos al control de seguridad de la sala central del banco para acceder a la zona de las oficinas. Es el típico arco de vigilancia, similar al que hay en los aeropuertos, que detecta el metal. Por eso, en esta parte primera de la misión no se podían usar armas.
Después de una escena de video, aparecíamos automáticamente en el piso de arriba. Nos tocaba enfrentarnos a un mafioso banquero muy bien trajeado en su despacho.
La verdad es que su morada de trabajo molaba un montón. Había varios ventanales con unas vistas de la ciudad (ahora sí podemos destrozar los cristales si queremos jejeje). El suelo era de madera con una alfombra de piel. También había varias vitrinas, unos sofás, unas mesas, unas lámparas, y por supuesto, los despachos de trabajo, con sus flexos, sus teléfonos y sus sillones. Así da gusto trabajar en un sitio como ese.
En la habitación de al lado había otro despacho, más pequeño, con una trabajadora que ponía los brazos en alto nada más vernos. Ya sabéis que matar a inocentes supone suspender la misión de forma directa
Había un cuadro en la pared con un dibujo de un paisaje al atardecer. También había unas macetas de decoración, unos sillones y unos archivadores. Tampoco falta la mesa con su ordenador, su montón de papeles y su calculadora. Lástima que no se pueda destrozar el mobiliario!!!!!!!!!!!
A continuación saldremos a un pasillo en forma de U que estará lleno de enemigos. Si hacemos mucho ruido con las armas empezarán a salir malotes de las habitaciones y despachos anexos, así que mucho cuidado. Aunque la misión no es difícil, si no tenemos cuidado nos podemos llevar un disgusto si se nos llegan a juntar muchos enemigos en un mismo punto
Por las ventanas entraba la luz del sol, la cual se reflejaba sobre el suelo de madera, con un efecto sombra del cristal.
Había varias mesas con macetas y floreros, lámparas y cuadros. La madera crujía al pisarla en ciertos tramos del pasillo. Aquí encontrábamos también las puertas de los ascensores si queríamos bajar al primer piso. Se trata de la vía de escape más rápida sin necesidad de tener que bajar por las escaleras. A mí me chiflan los ascensores en los videojuegos y eso que en la vida real padezco claustrofobia jeje
La otra opción para escapar sería bajar a patita por la escalera, la cual estaba teñida de una atmósfera de distinción y exquisitez, con su alfombrado rojo, su cristalera cuadriculada y sus entablados de madera de primerísima calidad. Yo, a veces, haciendo el tonto, bajaba en el ascensor y luego volvía a subir por las escaleras, ya que me encantaba hacerlo.
Del pasillo en U salían varias puertas que llevaban a diferentes oficinas y estancias del banco. Una de ellas daba a una sala con una fotocopiadora y dos trabajadores que enseguida adoptaban unos aires sumisos. No puede faltar la mesa con su ordenador, su teléfono y su pila de documentos, además del típico cuadro con el dibujo de un árbol. Hay también un armario y varios corchos de madera con papeles informativos. Hay alguna maceta y una estantería con archivadores.
Otra de las habitaciones consta de varias vitrinas de cristal con armas en su interior, ideales para enfrentarse a los enemigos de este piso superior. También hay una mesa vacía y un corcho con papeles
Justo al lado hay otra habitación con una caja fuerte que tenemos que abrir empleando un gadget especial para desbloquear puertas. Hay también una cafetera, varias plantas, estanterías con libros, una alfombra, unos sofás y unas mesas con tazas. Se ve que esta sala se usa para descanso de los trabajadores jejejje
La siguiente estancia es el cuarto de baño, con sus paredes de azulejo y su techumbre de focos. No faltarán los lavabos y los inodoros, así como un pobre trabajador que levantará las manos en cuanto nos vea
Y llegamos a la cámara de dinero, una habitación de aspecto de prisión, con sus rejas, sus barrotes de hierro y un bonito alfombrado azul. Tendremos que usar un gadget para descubrir la clave numérica que permite abrir la puerta y así acceder al interior y recoger un maletín con dinero. Un escritorio, una mesa con ruedas y varios cajones metálicos sellados y empotrados a la pared completarán el decorado.
Y por último os enseño la cámara de vigilancia, una habitación llena de monitores que conectan con las diferentes cámaras de seguridad del banco. Encontraremos tanto a mafiosos como a trabajadores en su interior. Habrá que tener cuidado para que los inocentes no mueran en el fuego cruzado.
Veremos varios dibujos con el plano del banco, así como una mesa gigante con ordenadores y sus ratones. No faltará un ventilador, varios cajones, varias sillas giratorias, un video y un corcho informativo. Algunas baldosas del techo funcionarán a modo de lámpara
Hay que reconocer que me dio mucho coraje ver un nivel tan detallado y tan grande, y no poder destruir prácticamente nada. A mí. que me encantaba provocar explosiones y romper mobiliario, me tuve que quedar con las ganas. Poder ver todos esos objetos y no poder destrozarlos como sí ocurría en Goldenye...me daba mucha rabia jejejjee
Con el dinero en la mano, solo nos quedará bajar al piso de abajo, ya sea andando o en ascensor. Nos tocará atravesar el salón principal, enfrentándonos a los guardias, y escapar por la puerta grande con el botín.
Aquí os dejo el video de la misión:
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