miércoles, 3 de julio de 2019

El cameo de Sabreman en Banjo Tooie


Me encanta el Banjo Tooie (Rare, 2000). Un juego tan grande y complejo como este está plagado de anécdotas y curiosidades que merece la pena reseñar. Y en este caso, vamos a crear un puente entre los años ochenta y los dos mil, a través de un personaje mítico en la historia videojueguil: el aventurero y explorador Sabreman.

Para los que no lo sepáis, Sabreman es el protagonista de una de las aventuras más emblemáticas de Ultimate Play The Game, compañía que en los años noventa cambió de nombre a Rareware, que fue la responsable de éxitos como Goldeneye o el propio Banjo Tooie. 

En la época de los ordenadores de 8 bits, y más concretamente en el año 1984, apareció por primera vez el personaje de Sabreman en el videojuego Sabre Wulf. El héroe, con espada en mano, debía recorrer una laberíntica jungla en busca de las cuatro partes de un amuleto, mientras luchaba con hipopótamos, rinocerontes y tribus nativas. Había que escapar del terrible lobo feroz y la llama que hacían acto de presencia (sobre todo en las zonas de montaña, cuando estábamos un rato sin cambiar de pantalla).

                                

Después, el mítico explorador aparecía en otras 2 aventuras para la Spectrum: Underwurlde y Knight Lore

A partir de ahí, el protagonista quedaría sumido en un largo letargo. No volveríamos a saber de él hasta el año 2000, cuando hizo un cameo en el genial Banjo Tooie para Nintendo 64. Aunque su aparición se reduce a un pequeño segmento del juego, nos será de gran ayuda para obtener una pieza de puzle en los Picos Fuegohelados, el séptimo mundo de la aventura del oso y el pájaro.

Sabreman se encuentra atrapado en el interior de una roca de hielo. En las manos lleva el fragmento de un tesoro procedente de alguna de sus antiguas aventuras. El explorador, yendo de expedición, se quedó congelado en la nieve durante más de 15 años, motivo por el cual no apareció en ningún juego desde los años ochenta. 



Por eso, cuando lo vimos en Banjo Tooie, comenzaron las especulaciones y muchos fanáticos de la saga pensaron que Rare había motivado este cameo como catapulta para relanzar a Sabreman, con vistas a un nuevo juego para la futura Gamecube. Al final, nunca llegaría.

A los seguidores del famoso explorador se les hizo la boca agua pensando en esta posibilidad. Rare no daba puntada sin hilo, y el hecho de recuperar a un personaje icónico del pasado en un juego moderno, además de como guiño o cliché a los nostálgicos, también podía ser una declaración de intenciones: que el público más joven conociera a Sabreman, y así dejar abierta la posibilidad a un futuro juego


Para que Sabreman nos diera la pieza de puzle, había que hacer tres tareas. 

-En primer lugar, resucitar y devolver a la vida al explorador. Para eso, teníamos que usar la magia del chamán Mumbo Jumbo. 

-En segundo lugar, debíamos calentar al héroe. Nada mejor que unos huevos de fuego de Kazooie para que Sabreman cogiera temperatura

-Y en tercer lugar, había que meter al aventurero en la bolsa de Banjo (habilidad mochila choza), y llevarlo hasta su campamento, en la parte de lava de los Picos Fuegohelados 

Haciendo estas tres cositas, el protagonista nos recompensaba con el Jiggy, y se metía en su tienda de campaña para dormir. 

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