sábado, 29 de junio de 2019

Las locuras acrobáticas de Rush 2: Extreme Racing USA


Aunque la saga Rush no pasara a la historia como la creme de la creme de los juegos de conducción, para mí, supuso muchas horas de diversión en mi adolescencia, cuando era poseedor de la Nintendo 64

Rush 2: Extreme Racing USA fue el capítulo que más horas dediqué. Me encantaba recorrer de cabo a rabo todos los circuitos del juego, en busca de llaves y latas de refrescos perdidos. Había tantos atajos, escondites y rutas alternativas que para conocer una fase a fondo había que dedicarle unas cuantas horas 

Yo recuerdo tardar más de siete minutos en completar una vuelta de un circuito, que era una bestialidad en esa época: que si atajo por el metro, que si me meto por este volcán, que si subo por la azotea de este edificio, que si cruzo por el maizal, que si gano tiempo atravesando la playa...al final, un juego que era supuestamente un arcade de conducción se convertía en un título de exploración y plataformas. 


Me lo pasaba mejor dando vueltas por los escenarios en busca de objetos perdidos y haciendo el cabra por ahí con las acrobacias, que compitiendo en carreras. Si os soy sincero, nunca gané una carrera en Rush. Los vehículos iban tan rápido y los circuitos eran tan largos y complejos, que siempre acababa explotando. Resulta difícil mantener en una carrera la primera posición. La constancia no era mi fuerte.

Las imprecisiones del control eran compensadas con unos circuitos detallados, extensos y profundos que deba gusto recorrer. 

Si tuviera que quedarme con una estampa concreta, elegiría, sin duda, la pista de acrobacias (llamada Stunt Track). A diferencia del resto de pistas, aquí no hay que dar vueltas alrededor de una ciudad. Stunt es una nave enooooooooorme llena de rampas de saltos de diferentes tipos, colores e inclinaciones.


 Tenemos total libertad para movernos en los cuatro puntos cardinales, como si de un juego de Skate se tratara. El objetivo consiste en coger velocidad y usar las rampas para hacer todo tipo de acrobacias: vueltas de campanas, giros, volteos, rebotes en el suelo, mantenerse mucho tiempo en el aire, estar a dos ruedas...

Cuanto más espectacular fuera la filigrana, más puntos nos daban. Había que sumar la mayor cantidad de puntos posibles, encadenando acrobacias. Si en medio de una pirueta te dabas un golpe y el coche explotaba, no sumabas puntos. La rabia que daba hacer una acrobacia espectacular, y por culpa de un mal aterrizaje, perder los puntos conseguidos. Lo mismo que Tony Hawk, pero cambiando la tabla de skate por un coche.


La pista es enorme y tiene dos plantas: una superior y otra inferior. Se puede llegar arriba a través de un camino, y luego usar las rampas del piso superior para hacer una acrobacia al piso de abajo. Incluso hay una zona que recrea la superficie lunar, con un montón de irregularidades, inclinaciones y montículos para hacer todo tipo de locuras.

Una anécdota curiosa que tengo de este nivel es la forma de las rampas. Las hay de muchos tipos: unas más pequeñas, otras más grandes, unas inclinadas, otras verticales, las hay en forma de jota, alargadas, encadenadas...


A veces, la imaginación nos jugaba malas pasadas y veíamos ciertas formas un tanto obscenas. En plena adolescencia era capaz de imaginar todo tipo de cosas picaronas. Por ejemplo, muchas rampas parecían tener formas de seno femenino. La rampa teta la llamaba jajajajjaa.



En este circuito molaba poner la cámara interior del coche. Como siempre estábamos volando por los aires, y haciendo giros y vueltas de campana, era una locura activar la vista interna en primera persona. Era un mareo impresionante ya que la pantalla no dejaba de girar: arriba, el cielo estrellado y abajo, todos los colores de las rampas de salto. Parecía que estábamos en una montaña rusa.

En fin...Rush 2 no será objetivamente el mejor juego de coches de la historia, pero para mí supuso muchas horas de diversión. Y por eso, creo que ha merecido la pena dedicarle esta entradilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario