La entrada de hoy está dedicada a un título de Play Station 2 que en su momento lo tuvo bastante difícil para hacerse un hueco en el corazón de los jugadores. El hecho de que la misma compañía (Reflections) fuera la responsable de una saga tan importante en la gris de Sony como fue Driver, hizo que muchos compradores pusieran expectativas muy altas en el juego. Todo el mundo vio en Stuntman una especie de secuela de Driver, pero adaptada las 128 bits, con la potencia y avances técnicos correspondientes.
Yo siempre he pensado que este juego tuvo la mala suerte de ser encasillado antes de tiempo. Los usuarios de Play 2 esperaban impacientes un título de persecuciones, conducción libre por una ciudad, policía, mafiosos...y se encontraron con una cosa bien distinta, pero no por ello menos interesante. El objetivo del juego es rodar escenas de películas que tienen lugar al mando de vehículos.
Cada una de las películas consta de varias escenas (niveles). En ellos debemos conducir un vehículo siguiendo una serie de instrucciones que nos da el director de la película para rodar las escenas tal como aparecen en el guion. Habrá que perseguir vehículos sin perderlos de vista, pasar por huecos estrechos, hacer acrobacias, saltar por rampas, estamparnos contra objetos, hacer giros bruscos y derrapes...
Viviremos muchas situaciones límite: explosiones, pasar entre dos trenes, huidas por los tejados, vueltas de campana, líos con la policía, loopings....como en toda buena película.
A lo largo de las pelís encontraremos conexiones y reminiscencias a obras literarias y cinematográficas como Los Duques de Hazzard, James Bond, Tom Clancy o Indiana Jones. Los ambientes son variados. Habrá escenarios urbanos, campestres, nevados, almacenes, estadios de acrobacias, desiertos...
Conduciremos muchos vehículos: deportivos, coches blindados, todoterrenos, tuk tuks...Como es lógico podemos ver las repeticiones de las escenas, además de disfrutar de un pequeño documental antes de empezar el nivel que contextualiza la escena que vamos a rodar
Aunque este juego salió al mercado con la etiqueta de "soy un Driver" o "soy una especie de Driver" (más bien, la gente le puso esta etiqueta solo por el hecho de ser obra de los creadores de Driver), en realidad, no tiene nada que ver con el género. Es una propuesta muy original, muy fresca, muy novedosa para la época, que busca la epicidad, el espectáculo en la conducción, a la vez que exige unos niveles de precisión increíbles. La dificultad es elevada
Hacer una película perfecta al guion es muy difícil, pero intentar conseguir esa perfección es una labor apasionante. Así veremos lo complejo que es el oficio de actor en la vida real. Hay que repetir y repetir hasta que salga bien, con constancia. La verdad es que ese espíritu se refleja muy bien en el juego.
Joder, nunca lo terminé y lo tengo ahí claváo. No recuerdo si me quedé en la prueba de la motonieve o en una con un deportivo muy rápido. La cosa es que ya se estaba desmadrando de dificultad, y supongo que llegaría algún juego nuevo y ahí se quedó.
ResponderEliminarMuy mal, a ver si cuando me acabe el GUN y desbloquee los avioncitos del Belkan War (estoy en modo ACE, es divertido ir siempre con los nervios a flor de piel) me vuelvo a animar, pero hostias, es que son tantas cosas pendientes que se vuelve uno loco.
Toda la razón en el tema "etiquetado antes de tiempo", era una propuesta valiente y muy diferente, y el gran público suele querer lo mismo una y otra vez, sea con juegos, con música o con cine. El primer Driver me encanta, incluso lo re-compré en mi época PSP hace unos años y me lo pasé de nuevo, pero nada que ver con Stuntman más allá del "feeling" de la física de los vehículos.
Era un juego muy difícil. Yo tampoco lo llegué a completar. Las revistas de la época lo anunciaban como "el juego de los creadores de Driver" y eso hizo que muchos jugadores se crearan unas expectativas enormes. Todo el mundo creía que íbamos a estar ante el típico juego de mafiosos con policía, ciudad abierta, persecuciones, peatones (muy en la línea de GTA III). Sin embargo, los creadores tenían otra idea diferente y cuando la gente vio que se trataba de rodar películas, ya empezaron las quejas. La gente se pensó una cosa y los creadores ofrecieron otra diferente (de calidad, muy original, muy atractiva)...pero no se correspondía con las expectativas
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