jueves, 23 de mayo de 2019

Hyper Pie Throw: uno de los juegos más disparatados de Bishi Bashi Special


Bishi Bashi Special es una de esas rarezas videojueguiles que merece la pena probar, al menos, una vez en la vida. Friki por fuera y desternillante por dentro. Este juego de minijuegos llegó a la PSone en el año 2000. En las casi 90 pruebas que alberga, hay sitio para todo. ¿El nexo común de todas ellas? El absurdo, el surrealismo, el disparate, la extravagancia, la caricatura, el humor, la hipérbole.... 

Yo se lo digo a mucha gente: si tenéis un día en el que os sentís un poco decaídos o de bajón, una partida al Bishi Bashi os va a sacar la mayor de vuestras sonrisas. El mejor antídoto para una jornada plof. Las ocurrencias de los creadores llegan hasta límites que nunca imaginaréis. Y encima, un título ideal para disfrutar en compañía. 


Si tuviera que quedarme con un solo juego, después de muchas deliberaciones, descartes y reflexiones, elegiría Hyper Pie Throw. La de veces que me habré reído yo solo con este reto. A carcajada limpia. El planteamiento no puede ser más tonto, pero en eso está la magia de esta prueba. La exageración se lleva hasta límites que se salen de la lógica y el sentido común, al servicio siempre de la gracia y el humor. 

En realidad, este juego se concibe como una parodia al lanzamiento de jabalina. La comicidad se palma desde el principio, ya que la situación no puede ser más inverosímil y ridícula. La prueba se desarrolla en el interior de una iglesia. Los protagonistas son una pareja de recién casados, vestidos de ceremonia nupcial. En lugar de lanzar una jabalina (como en el atletismo) se va a tirar una tarta de nata. Lo primero que hay que hacer es coger carrerilla (a lo largo del presbiterio). La novia lleva el pastel en la mano, y el novio se encarga de sujetar el vestido de su amada (no vaya a ser que lo pise y se caiga).



Una vez se haya cogido la suficiente velocidad y lleguemos al borde del altar, tendremos que lanzar la tarta (eligiendo el ángulo, como si fuera una jabalina). El dulce comenzará volar por los aires y caerá sobre la cabeza de uno de los invitados, el cual quedará pringado hasta los topes de nata. El resto de personas (que no han sido salpicadas) se levantarán de sus bancos y aplaudirán, como si estuvieran contemplando un evento deportivo

El jugador que lance más lejos la tarta es el que gana. Cuantas más filas de asientos (e invitados) atraviese el pastel, más posibilidades habrá de vencer.

2 comentarios:

  1. aAAaaah el Bishi. Tengo una pestaña abierta en el móvil para recordar que algún día me lo he de comprar. Lo he jugado mucho en mi PSX pirata, heredada de mi primo (ya no funciona) y luego heredada de mi cuñada (todavía funciona, yeEeah!). Apenas tengo nada pirateado, creo que se pierde toda la magia del quiero-no-puedo-me-he-de-esperar, pero hace ya la tira de años me llegaron estas consolas chipeás y hombre, siempre está bien probar los juegos... Igual me grabé 10 ó 15, la mayoría de ellos ya conseguidos en copia real.

    Eeen fin, casi nunca he jugado el Bishi Bashi yo solo, pero seguro que también debe tener su punto y a veces me apetece, pero por no sacar la consola piratilla ya paso. Lo que me encuentro al jugar con la gente es que muchos no tienen claro el tema colores de los botones del mando, y eso me da demasiada ventaja. Eso y lo de las pruebas a 3 jugadores, es lo más "reprochable" del juego. Está montado "un poco raro" pero claro, es que viene del arcade...

    Coincido totalmente con lo de esta prueba como una de las más memorables (y mira que hay), todavía de vez en cuando me sale un "ready-go" con voz de cura, y creo que mi novia ya ni se acuerda de qué va la chorrada y pensará que es otra tontada mía sin más.

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  2. Es que los creadores de Bishi Bashi no dan puntada sin hilo. Cada detalle está cuidado al milímetro en busca del humor y el ingenio.Yo me lo pasaba bien jugando, pero también analizando los detalles y los diseños

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