miércoles, 3 de noviembre de 2021

Toobin: descendiendo ríos encima de un flotador

El pasado mes de julio me llevé una grata sorpresa en el Xbox Live Gold, ya que uno de los juegos que regalaban era de temática retro: Midway Arcade Origins. No sabéis el salto que pegué de la silla: 30 títulos clásicos de la compañía estadounidense para máquinas recreativas. Menuda alegría me llevé!!!!!

La mayoría de nombres eran de sobra conocidos para un apasionado de lo antiguo: Rampage, Smash TV, Tapper, Defender, Marble Madness, Gauntlet, Spy Hunter, Super Off Road, Super Sprint, Wizard of War, Joust...

Solo un título no me sonaba de nada: Toobin. Me encantó descubrir esta pequeña gran joya. Una de las sensaciones más placenteras que existen es comprobar que el mundo retro está vivo, ya que todos los días aprendes algo y conoces nuevos títulos, a pesar los años transcurridos desde su lanzamiento oficial. Estoy muy contento con esta antología: me he reencontrado con viejos clásicos y he destapado un juego que hasta este momento no sabía que existía. 

Por eso, la entrada de hoy se la voy a dedicar a este (desconocido) juego de Atari Games del año 1988 para máquinas arcade. Posteriormente, llegarían las versiones de MSX, NES, Amiga, CPC, Commodore 64, Spectrum e incluso Game Boy. 

¿Habéis ido alguna vez a un Aquopolis? Una de sus atracciones más emblemáticas consiste en subirse encima de un flotador y descender por un largo y vertiginoso tobogán de agua, sintiendo en tus carnes el vértigo y la adrenalina. El concepto de Toobin se inspira en este popular divertimento (tubing)

Controlamos a un chaval llamado Bif que, a bordo de un salvavidas, debe descender un río, esquivando los numerosos peligros y obstáculos que se encuentra en el camino. 

El protagonista puede impulsarse hacia los lados con sus manos (derecha o izquierda). Si movemos la extremidad derecha, el flotador se escorará a la derecha (a la vez que baja por la corriente del río). Si empleamos el miembro izquierdo, el salvavidas virará a la izquierda (descendiendo siempre, ya que el agua nos arrastra).

Nuestro objetivo consiste en avanzar lo más lejos posible de la vía fluvial, sumando el mayor número de puntos. Estos se consiguen pasando por debajo de una serie de porterías que hay a lo largo del curso. Cada una de ellas posee un valor de 1000 puntos. El problema es que son muy pequeñas y apenas cabe el héroe. Hay que tener mucha precisión para atravesarlas sin chocarnos.


Si cruzamos una portería sin colisionar con ella, nos darán los 1000 puntos. En caso de roce, el espacio entre los postes se agrandará cada vez más. El chaval podrá entrar con mayor facilidad, pero el valor de la portería se reducirá (1000, 500, 200...). 

También podremos recoger letras y cofres a lo largo del descenso que sumarán puntos, aunque algunos estarán colocados en zonas muy aparatosas. 

Hay que esquivar un sinfín de trampas caudal abajo: pescadores que lanzan sus cañas, vegetaciones que se enganchan al flotador y nos impiden avanzar, troncos espinosos que fluyen por el río, gamberros que nos lanzan navajas, minas, osos, marcianos, bifurcaciones en el caudal, submarinos...

Algunos de estos obstáculos pincharán nuestro salvavidas (especialmente los anzuelos, los troncos y los cuchillos). En caso de rozarnos tres veces con una trampa, perderemos la partida. Mucho cuidado!!!!!!!

Hay que manejar con delicadeza y precisión el flotador para no colisionar con ningún elemento dañino, pero tampoco debemos dormirnos en los laureles, ya que si somos excesivamente lentos, aparecerán por detrás unos tiburones y/o cocodrilos que nos matarán 

Si os encanta la adrenalina, siempre podéis aprovechar la velocidad que nos proporcionan las cascadas y corrientes a favor. El juego gana en dinamismo y fluidez (avanzaremos muy rápido), pero el riesgo es mayor, ya que al ir a toda hostia, es más fácil chocarse con los obstáculos. 

Disponemos de un número limitado de latas de refresco que podemos lanzar contra los obstáculos para destruirlos. Si vemos que se agotan, debemos reponerlas recogiendo nuevos botes del río. 

El ritmo no decae en ningún momento, ya que no hay parones entre nivel y nivel. Al acabar un área el paisaje cambia, y pasamos directamente a la fase siguiente, sin transición. El juego es un continuum (hasta que nos maten). No debemos soltar el mando en ningún momento. 


Recorremos el Amazonas, el Colorado, el Jurásico, el Argentum, el planeta Marte, la laguna Estigia y un canal de pesadilla.

Aunque veamos a un segundo chaval en pantalla (Jet) descendiendo el río con nosotros, no os empeñéis en competir con él. No se trata de una carrera. La finalidad es llegar sanos y salvos. No gastéis fuerzas en adelantarlo, ni os deprimáis si se pone en cabeza. Eso es irrelevante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario