martes, 14 de noviembre de 2023

Conciertazos Videojueguiles (10)

Bienvenidos a la décima entrega de Conciertazos Videojueguiles, la sección del blog donde recordamos los temas musicales más emblemáticos de la historia gamer, ya sea en versión original o modernizada. La red está llena de gente que hace sus propias interpretaciones de melodías clásicas procedentes de sus títulos favoritos. 

A lo largo de estos dos años hemos escuchado más de cincuenta canciones pertenecientes a juegos de diferentes sistemas, géneros y épocas. Hoy no va a ser menos. Poneos cómodos y deleitaros ante el placer auditivo de las siguientes piezas. Qué mejor manera de festejar el otoño con buena frikimúsica!!!

Empezamos el show con el tema central de los Tiny Tons. Voy a ser sincero con vosotros: no sé por qué pero esta serie no me llegó a enganchar del todo. Siempre preferí la versión senior con Piolín, Porkey, Bugs Bunny, Lucas o el diablo de Tasmania. Los hijos de los Looney Tunes no lograron el propósito de tenerme pegado a la pantalla, ya que siempre los comparaba con sus progenitores y en esta batalla de padres con hijos, los mayores salían ganando. Unas décadas después, ya en frío y con una postura más objetiva, por fin di a la serie el valor que merece. 

A pesar de que no fuera de mi agrado, yo siempre estaba pendiente de la emisión, ya que había una cosa que me encantaba: la música de apertura. Esperaba ansiosamente el opening para tararear la canción a la vez que correteaba y bailaba por el comedor. Una vez terminaba la cabera, cambiaba de canal. 

Recuerdo dos títulos plataformeros de los Tiny Tons en los que se podía escuchar la pegadiza melodía. El primero, Tiny Tons Adventures, para la NES, en el año 1991. Fue producido por Konami. La imagen de Buster Bunny saltando por la pradera y recogiendo zanahorias es mítica. 

El segundo es Tiny Tons Adventures: Buster's Hidden Treasure. Salió al mercado para Sega Megadrive en febrero de 1993. El resultado era un juego más colorido y detallista. El protagonista se desplazaba a una velocidad más endiablada, por influjo de Sonic. Aparte de las zanahorias, recuerdo que había unos cuervos negros con manzanas sobre los que Buster podía saltar, aparte de muelles de impulso y algunos enemigos sobre pelotas. 

En las dos producciones, la música del primer nivel era el tema central de la serie. Vamos a escuchar la versión a piano. 

 


El catálogo de vehículos de Pilot Wings 64, el genial arcade de vuelo para Nintendo 64, era ambicioso para la época. Había helicópteros, mochilas propulsoras (jet packs), ala deltas, parapentes, cañones bala y botas de salto. 

Para aquellos que prefieran disfrutar de un tranquilo, agradable y sosegado paseo por cualquieras de las cuatro islas del juego, les recomiendo las alas de pájaro. A pesar de la lentitud, es una gozada observar desde las nubes las carreteras, edificios, ferias, hoteles, praderas, lagos, bosques, cultivos, acantilados y playas. Desde arriba todo se ve tan chiquitito. 

Bird Man Theme es una melodía que invita a la reflexión y la contemplación de la naturaleza. Junto al tema marítimo del primer Donkey Kong Country, es la música ideal para una sesión de meditación. Me entra un sueño tan dulce cada vez que la escucho jejejje. Sería crimen de lesa humanidad no disfrutar de la versión original. 



La banda sonora de Red Read Revolver cuenta con licencias muy jugosas, la mayoría procedentes de conocidos westerns. Al fin y al cabo, el título de Rock Star San Diego se ambienta en el Salvaje Oeste a finales del siglo XIX. 


Las aventuras del cazarrecompensas Red Harlow para vengar el asesinato de sus padres van aderezadas con música cinematográfica real. Por ejemplo, el tema que vamos a escuchar en unos instantes aparece en la película Minnesota Clay (1965) dirigida por Sergio Corbucci. Cuenta la historia de un hombre que es condenado a prisión y trabajos forzados injustamente y lucha para encontrar pruebas de su inocencia

El sombrero de Piero Pìccioni forma parte del hilo musical del film y de Red Dead Revolver. La música está llena de épica y misterio



La cuarta pieza de hoy pertenece al nivel Sherman Park de River City Ransom, el yo contra el barrio de Technos que vio la luz en 1989 para la NES. Al igual que en Renegade o Super Dodge Ball, el ambiente urbano es el sello característico: bandas callejeras (Cowboys, Jocks, Mobs, Greasers...), armas típicas de los beat'em (puños americanos, bates, cadenas, tubos...) y puñetazos y patadas a cascoporro. 

La fase se desarrolla en el típico parque de ciudad con sus árboles, buzones de correos, banquitos para sentarse, vallas, cuartos de baño y en el fondo de la pantalla rascacielos newyorquinos

El boss de la zona era Blade, una especie de zombi que tenía el poder de bloquear nuestros ataques. Mi estrategia era atacar desde puntos altas y dejar que se armara, ya que con el peso caminaba mucho más despacio. 



En nuestro concierto no puede faltar el típico número latino-sureño, de carácter alegre, apto para bailar y pasar un rato divertido. 

La versión de FIFA del año 2006 trajo muchas novedades como el modo manager que nos invitaba a ser gerentes y entrenadores del equipo de nuestros sueños, sin obviar la mítica portada con Ronaldinho y el giro hacia un sistema más realista (la pelota ya no se pegaba tanto a los pies). 


Mi canción favorita de ese año es La discoteca de The Gipsys. Un ritmo festivo con aires flamenquitos junto a una letra desenfadada con un mensaje clarísimo (invitación al goce y disfrute de la vida) ponen la guinda a uno de los temas míticos de la saga futbolera de EA Sports. 



Terminamos el post con un clásico de los ochenta para máquinas recreativas: Frogger. Konami dio vida a una ranita muy simpática que debía cruzar una calle plagada de coches sin ser atropellada, y atravesar un río saltando por troncos que se van moviendo por sus rápidos, hasta alcanzar las madrigueras. 


Empezábamos con tres vidas y podían jugar alternativamente dos personas. En la primera parte hay que esquivar los vehículos del asfalto (camiones, autobuses, taxis, motos...). En la segunda parte, además de troncos, podemos usar como plataformas de apoyo caparazones de tortuga o lagartos. Hay tiempo límite para meter a las ranas en sus escondites. 

Su melodía no puede ser más pegadiza. En comparación a títulos como Space Invaders o Pac-Man, las notas agudas predominan sobre las graves, lo cual dota de intensidad al tema. La armonía del grave lo que hace es marcar el pulso, generando dinamismo y delimitando las secciones. A nivel técnico es uno de las músicas más redondas y perfectas que existen




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