miércoles, 23 de agosto de 2023

Munición limitada en Space Invaders y Carnival (Atari 2600)

En géneros como el shooter o la aventura de acción, una táctica habitual del jugador novel consiste en ponerse a disparar munición como un loco contra el enemigo, con el fin de quitarle el máximo nivel de vida posible. No importa la puntería. No importa la precisión. A veces no miramos el contador de balas. Solo lanzamos metralla como si esta fuera infinita esperando a que la cantidad sea suficiente como para derrotar a los malos. 

Recuerdo con nostalgia dos títulos de Atari 2600 en los que esta estrategia resultaba perjudicial y no me reportaba ningún beneficio. Cada vez que me enfadaba, empezaba a disparar sin ton ni son y la pantalla de Game Over hacía acto de presencia. Hablamos de Space Invaders y Carnival 


En el caso del famoso matamarcianos de Taito Corporation (1978) el problema radica en la cantidad de láseres que nuestra nave puede utilizar a la vez: solamente uno. Esto repercute en la jugabilidad: hasta que un rayo no se estrelle contra un enemigo o salga de la pantalla, no podemos lanzar el siguiente. Por tanto, debemos administrar bien la munición y lanzarla cuando creamos que va a golpear al alienígena. 


Si nos ponemos a tirar balas al tuntún, estas no impactarán contra los adversarios y perderemos algunos segundos mientras el láser atraviesa la pantalla y sale por la zona superior. A la fila de extraterrestres (en forma de pulpo, calamar o cangrejo) le dará tiempo a avanzar hacia donde está la nave. Si llega a la altura del cañón, perderemos una vida. Que ningún enemigo se acerque a La Tierra!!!!!!! Aquí podemos incluir los platillos volantes que de vez en cuando sobrevuelan el espacio y nos dan puntos extra


Cuando era un crío de cinco años, menudos rebotes me pillaba cada vez que no atinaba. Me daba rabia tener que esperar a que un rayo mal lanzado se disipara del área de juego para lanzar el siguiente. Qué incordio!!!!!!!!!!!!!!! 

Y como niño impaciente que era, me ponía a darle al botón del joystick para que la bala saliera lo más rápido posible. Ver que la munición no se disparaba por más que le daba, me ponía de los nervios. Está roto, está roto, está roto (le decía a mi padre). Mientras, me protegía del disparo de los aliens gracias a los escudos que poblaban el escenario y se iban reduciendo conforme las balas rivales se estampaban. 

Despilfarrar munición en Carnival también tiene consecuencias. El juego fue producido por Gremlin en 1980 y sigue las premisas de un shooter. 

El protagonista se encuentra en una feria. Con su rifle deberá disparar a una serie de objetivos que van cruzando la pantalla, como si se tratara de una caseta de tiro. Hay que derribar patos, búhos, conejos y ositos de peluche. 

¿Cuál es el problema? El arma tiene munición limitada. Esta se representa mediante una barra azul que se vacía a medida que gastamos balas. Por cada bala que utilicemos, el nivel de la barrita descenderá y si la vaciamos del todo, habremos perdido la partida. Esto significa que debemos ser muy cuidadosos a la hora de apuntar a los enemigos y no malgastar metralla tontamente. Que esta impacte siempre contra los enemigos!!!!!!!!!!!!

Algunos muñecos se saldrán de la fila principal buscando estamparse contra el héroe. Si esto sucede, perderemos un porcentaje importante de munición. Disparad al rival descarriado antes de que reduzca el nivel de metralla. Hay que hacerlo rápido!!!!!!!!!!!!

Menos mal que junto a los enemigos desfilarán unas cápsulas en forma de 8 que nos permiten recuperar balas. A medida que ganemos puntos destruyendo criaturas, la dificultad aumentará y no será tan fácil reponer el rifle. 

En el techo encontraremos un panel sujeto sobre unas hélices. Si lo golpeamos nos darán puntos extra. Los bichos de las filas superiores nos dan más puntos que los de las filas inferiores. Sumad todos los puntos que podáis pero no os quedéis sin balas. 

Cuando sacaba a relucir mi vena asesina, siempre perdía. Me ponía a disparar al boleo y me quedaba en cueros. Más vale utilizar poquita munición pero bien (me decía mi progenitor). Siendo un salvaje no vas a llegar a ningún sitio jejjeje. 

Y de esta manera finalizamos el anecdotario con estos dos títulos de Atari 2600 que tienen en común el uso limitado de la munición, obligándonos a jugar con temple y cabeza. 

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