No me canso de repetirlo. Cachitos Videojueguiles es un blog retro. No obstante, a veces, también nos apetece un poquito de actualidad gamer. Lo más interesante de entrar en contacto con la modernidad es detectar en productos de hoy huellas/elementos/rasgos que evoquen a la tradición. Como apasionado a este mundillo, me gusta analizar las fuentes de los juegos y establecer vínculos entre pasado y presente.
Por ejemplo, en un título como Starlit Kart Racing, que podemos disfrutar gratuitamente en la Store de Microsoft, encontramos multitud de referencias a nuestros clásicos. La más clara, al tratarse del género de las carreras locas, es Mario Kart. Nintendo creó escuela cuando decidió poner a sus mascotas más emblemáticas al mando de vehículos.
Aparte del título de karts del fontanero, detectamos el influjo de otras sagas y franquicias. Los pequeños detalles están cargados de historia gamer. Vamos a analizarlos.
Las coincidencias con el juego de carreras de la gran N son más que evidentes.
En primer lugar, hay ocho corredores por gran premio, los mismos que que en los primeros capítulos de Mario Kart. Acabar en el pódium es fundamental para sumar el mayor número de puntos posibles. En la saga del fontanero solo las cuatro primeras posiciones tienen premio: oro (9 puntos), plata (6), bronce (3), y cuarto puesto (1).
Solo los cuatro primeros puntúan. En esta imagen Mario se ha llevado 9 puntos por la victoria (en el momento de hacer la captura se estaban sumando los puntos y por eso aparece +2). |
En Starlit Kart Racing, todos los participantes obtienen puntos. El primero 15. El segundo 12. El tercero 10. El cuarto 8. Y a partir de ahí, 7, 6, 5 y 4. Evidentemente, cuanto más arriba quedemos en la tabla, la diferencia con nuestros rivales crecerá. Esto nos permitirá tener un resbalón y mantener la ventaja en el campeonato.
No obstante, no os relajéis. Al igual que en el primer Super Mario Kart (1992), siempre hay un rival que está próximo a nosotros, y de manera prefijada quedará segundo, o en caso de nosotros fallar, ganará la carrera. De esta forma, los grandes premios, siempre serán emocionantes y reñidos, ya que durante toda la competición tenemos a alguien pisándonos los talones.
Venciendo siempre por la mínima |
Por ejemplo, cada vez que escogía a Koopa Troopa en el título de carreras de Nintendo, el rival que se quedaba en segunda posición era Luigi. En Starlit Kart, en Grand Prix Picos Paralelos, el personaje de Paco será el que nos amargue la existencia.
En el primer Mario Kart, los podios siempre se repetían en función del conductor elegido |
Otro punto en común con el alocado juego de carreras de Nintendo es la adaptación de los ítems/armas a la posición en la que nos encontremos. Si Mario y cía lideraban la partida lo normal es que nos dieran objetos débiles y de poco alcance: una banana, una concha verde, un turbo simple. Los que ocupaban la posición de farolillo rojo se llevaban los artilugios mejores: rayos, estrellas, conchas rojas...
En el título de Rockhead pasa lo mismo. En primera posición solo obtendremos ítems defensivos: bolas de fuego, escudos de agua o barro...Los mejores artefactos, que son los ofensivos, aparecerán cuando el corredor ocupe un puesto bajo: turbos, bombas, ráfagas de fuego, boomerangs, tornados...
Uno de esos ítems consiste en una especie de agujero negro que empequeñece al resto de conductores. El tamaño de sus karts se verá reducido a miniatura. De esta forma, la velocidad de los rivales mermará considerablemente durante el tiempo que dura el efecto. Les podremos adelantar, e incluso aplastar.
¿No os recuerda esto al rayo de Mario Kart? La dinámica es la misma. Nos convertiremos en gigantes durante unos pocos segundos, ya que el resto de personajes serán como pulgas. Enanos, enanos, enanos. Es mi objeto favorito.
En algunos circuitos nos encontraremos unos bloques de piedra flotando en el aire. Su cara tiene forma de anciano con cejas marcadas y bigote. Cuando los competidores pasen al lado, estos bloques caerán al suelo para aplastarlos
En Mario Kart encontramos unos obstáculos similares, los Thwomp. Aparecen en las pistas del castillo de Bowser de Super Nintendo y Nintendo 64. En el primer título son grises. En el segundo, azules. En ambos casos, se trata de enemigos molestos y cansinos que pueden hacernos perder una carrera. Como nos caigan encima, nuestro kart tardará unos segundos en reponerse.
En Mickey's Speedway USA, en el circuito de Philadelphia encontramos unas cajas de madera gigantes que cuelgan de unas grúas, y se desplomarán sobre los personajes, haciéndoles perder mucho tiempo. Rare reconoció que se inspiró en los Thwomps para reflejar estas dinámicas, las cuales aparecen veinte años después en Starlit.
Las carreras contra jefes es un concepto heredado de Diddy Kong Racing. En el título de Nintendo, los protagonistas deberán vencer a imponentes criaturas como un pulpo gigante (Bubbler), un triceraptop (Tricky), una morsa (Bluey), un dragón (Smokey) y el cerdo antagonista (Wizpig).
El mecanismo de estos eventos no difiere mucho al de una carrera normal. Lo que ocurre es que nuestro rival es bastante más rápido que nosotros, y la única forma de ralentizarlo es arrojándolo todos los ítems que nos encontremos por el camino, aparte de los turbos. A base de tesón, paciencia y muchos golpes, el conductor conseguirá ponerse en cabeza, con el peligro de que en cualquier momento el bicho vuelva a al primer puesto
Para ganar es imprescindible no dejarse ninguna caja de objetos. Como se aleje mucho de nosotros, lo tendremos muy difícil para remontar. Que no le paren de llover cohetes!!!!!!!!! La clave está en no dejar al enemigo tranquilo. Misiles, charcos de aceite, turbos, burbujas, imanes...Todo sirve con tal de evitar que coja ventaja.
Las carreras de Starlit Kart no son tan épicas y emocionantes. A los jefes les falta alma y carisma. Todos son felinos, de diferentes formas, tamaños y colores. Paco, Muu, Baba, Peopeo, Dodo, Buna, Pikke y Nuru cogerán la delantera en la primera vuelta y nos dará la impresión de que va a ser imposible llegar a adelantarlos. No obstante, al final, con un poco de insistencia y utilizando todos los objetos, lo normal es que en la tercera vuelta luchemos para que sea el rival el que no nos sorpasse.
Estos eventos no resultan tan difíciles como los de Diddy Kong Racing. Para que os hagáis una idea. He disputado 16 duelos contra jefes (ocho en 150cc y otros ocho en 300cc), y he ganado todas las veces sin repetir ninguna carrera. A la primera todo. En el título de Rare me costó sangre, sudor y lágrimas vencer a los antagonistas.
A lo largo de las pistas encontramos unas cápsulas en forma de murciélago que contienen turbos. Estos nos servirán para pegar acelerones durante unos segundos y dar espectacularidad a los trazados, gracias a los loopings, rampas de salto, inclinaciones y curvas cerradas.
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