Una de las estampas míticas en las aventuras de mafiosos se produce cuando la policía detiene al prota
Todos recordamos con mucho cariño el momento en que Carl Johnson, Tommy Vercetti, Claude Speed o Tony Cipriani se encuentran en el interior de un vehículo, con 1 o 2 estrellas de búsqueda encendidas. Llega un agente del cuerpo de seguridad de Liberty City, Vice City o San Andreas, se acerca a nuestro coche, abre las puertas de par en par y nos sacan a rastras del vehículo. Es en ese momento cuando nos podemos dar por arrestados. Un cartel con el mensaje de trincado confirmará el fatal desenlace.
Seremos enviados a la comisaría más cercana, sin armas, con menos dinero, y la misión fallida
Otras veces, serán los polis de a pie los que nos echen el alto. Además de en GTA, esto sucedía también en The Getaway. Todavía recuerdo a Mark Hammond por las aceras de Londres huyendo a patita de los guardias. Había hombres y mujeres policías. Los que llevaban traje negro iban armados con una porra. Si nos acercábamos demasiado a ellos, corríamos el riesgo de que nos dieran con el arma, nos sujetaran por detrás, nos tiraran al suelo y nos esposaran. Evidentemente, esto suponía el arresto automático
Sin embargo, el método más original de arresto, bajo mi humilde opinión fue el de The Italian Job, aquel título de Pixelogic del año 2001 que vio la luz en la primera Play Station. Estaba basado en la conocida película de 1969. Su punto fuerte era la ambientación. El Mini Cooper, el Lamborghini Miura, el Jaguar XKE o el Fiat Dino serán algunos de los vehículos de época que nos tocará manejar
Como en todo simulador de mafioso, tendremos que superar una serie de misiones ambientadas en diferentes ciudades: Turín, Londres y Los Alpes.
Y como es de esperar, nos veremos las caras con la policía. En The Italian Job no hay trabajos a pie. No nos podemos bajar del vehículo. La acción es siempre al volante. Las fuerzas de orden público actuarán desde dentro de sus coches. Por lo tanto, no hará falta que caminen para arrestarnos
El sistema de detención es uno de los más originales que recuerdo. Nosotros vamos conduciendo por las calles, con los maderos detrás. Como en todos los juegos no faltarán las sirenas policiales, los controles y embestidas. Nuestro objetivo será escapar del asedio de los guardias, los cuales intentarán cogernos la matrícula del vehículo.
Y es aquí donde entra en juego el elemento más rompedor. Si permanecemos demasiado tiempo cerca de un coche policial, veremos que empezarán a dibujarse una serie de letras y números en el margen inferior izquierdo de la pantalla. Se trata del código de nuestra matrícula. Consta de varios dígitos, los cuales aparecerán de uno en uno, añadiendo tensión a la persecución.
Si la persecución se alarga más de la cuenta, la secuencia de números irá creciendo. Aparecerán más y más dígitos. Si la policía consigue anotar todos los números de la matrícula de forma completa, seremos arrestados y la misión quedará fallida.
Si somos hábiles conduciendo y nos alejamos de nuestros perseguidores, los números de la matrícula comenzarán a desaparecer (también de uno en uno). Esto nos dará más tranquilidad ya que significa que la poli está perdiendo nuestro rastro y no puede anotar más dígitos. Si logramos despistar a los guardias desaparecerán todos los números, y quedaremos, de momento, a salvo.
Eso sí, no os relajéis, ya que en cuanto nos topemos con un nuevo vehículo policial el proceso vuelve a iniciarse y nos empezarán a tomar otra vez los números de la matrícula. Es un juego muy estresante jeje
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