El otro día me dio por jugar una batalla real al Mario Party 3 en mi emulador de Nintendo 64. Tenía mono de fiesta, así que dije: voy a echar unas partidillas al juego de tablero más famoso del fontanero. La última vez que lo hice fue hace un par de navidades.
Durante la partida, ocurrió una cosilla que me hizo reflexionar y darme cuenta de cómo ha cambiado la vida en estos años. El mundo de 2001 (que fue cuando salió al mercado este juego) no tiene nada que ver con el de hoy, casi 20 años después. Y es bonito apreciar esos cambios sociales/culturales en nuestros videojuegos. Y la culpa la tiene el avance en la tecnología. Ahora me vais a entender jejjee
Corría el turno 8 de una partida de 20 rondas. Los 4 personajes tiran sus dados y cumplen con lo que pone en su casilla (en este caso, de color azul que suman 3 monedas). Al acabar, se activa un minijuego. La ruleta decide que toca "Lío mental". A pesar del paso de los años, todavía consigo identificar cada título con su juego. Así que en cuanto vi el rótulo dije: toca prueba de memoria jejejjee
Estamos en una habitación muy cuca de paredes azules con estrellitas y suelos verdes a cuadraditos. Hay una estantería con 10 objetos del universo Mario (la corbata de Donkey Kong, un huevo de Yoshi, un martillo, una corona, una gorra de Mario, otra de Luigi, otra de Wario, un plátano, una seta y un Shy Guy). Cada objeto está colocado en una determinada posición de la estantería
Tenemos unos pocos segundos para memorizar el orden de colocación de los objetos. Una vez haya pasado este tiempo, irrumpirá en el dormitorio un grupo de Toad que revolverán Roma con Santiago el cuarto, dejando todo patas arriba, hecho unos zorros, con todos los objetos tirados por los suelos. En la estantería no quedará nada.
Tenemos 1 minuto para volver a colocar en la estantería los objetos tal y como estaban antes de que llegaran los Toads, en el mismo orden y posición. El jugador que más se aproxime a la colocación original se lleva las 10 monedas de la prueba. Quien más objetos coloque en su lugar gana el reto.
Por lo tanto, se trata de un minijuego que pone a prueba nuestra memoria visual. Tenemos que mirar bien la disposición de los objetos, recordarla en nuestra cabeza, y luego, cuando los Toad hayan hecho su particular invasión, colocar cada objeto en el lugar que estaba. Quien más aciertos tenga, vence. Así de fácil.
Enlace del video: https://www.youtube.com/watch?v=1brFCGBPtKE
Cuando yo jugué por primera vez esta prueba tenía 12 años. Y como todo hijo de vecino, hacía uso de mis triquiñuelas para ganar de una manera fácil, dentro de la legalidad. Ya os he dicho alguna vez que la picardía nos puede ayudar (y mucho) a superar ciertos retos. Y es aquí donde se produce ese momento de "cómo hemos cambiado"
Hace 20 años lo que yo hacía para asegurarme la victoria era coger un bolígrafo y un papel, y apuntar el orden en que estaban colocados los objetos, como una especie de boceto/croquis, en plan:
Martillo Wario Huevo Plátano Luigi
Corona Mario Donkey Shy Guy Seta
Era como hacerse una chuleta en el examen. Solo tenía que escribir de mi puño y letra el orden en que estaba colocado cada objeto, y luego, con el cursor, dejar cada elemento en el lugar de la estantería en el que se encontraba, guiándome por lo que había apuntado en la hoja. Una forma inteligente de llevarme las 10 monedicas jejjeje. Y sin utilizar trucos ni hacer nada raro. Viva la picaresca sana!!!!!!!!!!!!!!
Evidentemente, la gracia del juego está en recurrir a la memoria visual, pero si nos da pereza recordar las posiciones de los objetos, lo más sencillo es apuntarlo en un papel.
En el año 2021 la cosa ha cambiado (y mucho). Ya no hace falta coger un lápiz y una hoja. Es lo que tiene la proliferación de las nuevas tecnologías de la información. Cuando el otro día salió la prueba "Lío mental", me dispuse a coger una hoja y un bolígrafo, cuando mi instinto me dijo: Angelito, no sé para qué coges un folio cuando en tu bolsillo tienes un teléfono móvil con su correspondiente cámara de fotos jejjeje. Solo hay que hacer el pantallazo sobre la estantería y luego ya colocar los objetos mirando la fotografía. Mucho más fácil y sencillo. Ya no hay que perder tiempo escribiendo. Tan solo pulsando un botón tenemos lo que queremos.
En el año 2001 cuando el tema de la telefonía móvil estaba en la Pleistoceno era impensable hacer esto, pero hoy, teniendo un smartphone, solo hay que apuntar con la cámara y ya tenemos la foto con todos los objetos colocados. Hay que ver cómo cambia el mundo, y este minijuego de Mario Party 3 ha sido el escaparate para la contemplación y la reflexión posterior. Y eso es maravilloso!!!!!!!!
Otro método para superar el juego con cierta travesura consiste en cotillear al vecino jejjee. La pantalla está dividida en 4 partes, una para cada jugador. En todo momento vemos cómo nuestros rivales hacen sus colocaciones. Tan solo hay que fiarse del que creamos que tiene mejor memoria y colocar nuestros objetos de la misma forma que los ha hecho él. Tened en cuenta que en cualquier momento el jugador espiado puede cerrar el telón para que la gente deje de ver su pantalla
Es como copiar en un examen. Si la persona que copias es el empollón de turno, el éxito está asegurado. Eso sí: si te copias de una persona que ande cortita de memoria, al final, el remedio es peor que la enfermedad, y los mismos fallos de colocación que tenga él, los tendremos también nosotros.
Una entrada que mezcla picaresca con reflexión sobre el paso de los años. Una combinación extraña, pero apasionante jejjeje.
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