lunes, 15 de julio de 2024

Reflexiones y evocaciones de mi finde videojueguil: una muerte titánica y parecidos razonables

Aprovechando que estamos a lunes: ¿Qué os parece si escribo un post sobre mi fin de semana gamer? Le he cogido el gusto a usar el blog como diario personal y condensar mis experiencias, impresiones y sensaciones durante estos dos días de partida en una entrada que refleje lo más sorprendente y llamativo de mis juegos favoritos.

El sábado lo dediqué de lleno a Final Fantasy VII, con el que estoy inmersos desde hace dos meses. El domingo me lo pasé pipa con Nickelodeon All-Star Brawl 2. ¿Queréis ver qué estampas he elegido para ilustrar estos dos títulos? 

Vamos allá!!!!!!!!!!!!!!!!

Si hay una escena que nos marcó a todos del séptimo capítulo de la franquicia de Square fue la muerte de Aeris, uno de los personajes más queridos por los jugadores, y vértice del mítico triángulo amoroso formado por ella misma, Cloud y Tifa. 

Muchos niños de finales de los noventa perdimos la inocencia con Final Fantasy VII y supimos que la vida era cruel y dolorosa. Por primera vez fuimos testigos del fallecimiento de alguien a quien teníamos mucho cariño. ¿Quién no recuerda a Aeris en las calles de Midgar ofreciendo una flor a Cloud a cambio de un gil? ¿O cuando ambos son perseguidos por Reno y su grupo en una iglesia? ¿Y la escena en los columpios, cuando ella le habla a nuestro héroe del soldado Zack?

Para nosotros supuso un auténtico shock que un personaje principal perdiera la vida delante de nuestros ojos ¿Cómo es posible que una torre tan alta, una heroína, alguien con tanto peso en la trama pueda caer de esta manera? Gracias a Final Fantasy aprendí una bonita lección: nada es eterno y disfrutemos a tope del amor de nuestros seres queridos ahora que los tenemos.

Se me escapó alguna lagrimilla. Lo reconozco. Y durante las andanzas en el segundo y el tercer CD de la aventura sentí eso que llaman melancolía. Se notaba la ausencia de esta humana-cetra (y no solo por la falta del ala sanadora o el evangelio final, que eran límites muy socorridos en batalla)

La escena de su muerte fue épica. ¿El causante? Sefirot, el cual le clava una espada que le atraviesa el vientre entero. No hay sangre. No hay vísceras. No hay imágenes indecorosas. No hace falta que haya elementos feos o sucios durante el pathos para provocar el horror, la conmoción y el grito en el jugador. Para los que no se sepáis, el término pathos o lance patético procede de la poética de Aristóteles. Se usa en las tragedias para señalar el momento de la destrucción de un personaje (en este caso, el espadazo de Sefirot a Aeris). 

No se me olvida la escena. Los tañidos de las campanas conviven con una melodía fúnebre hiriente. En mi vida he escuchado unos acordes tan fríos. El tiempo parece detenerse unos segundos tras el ataque. La escena queda casi congelada, con un primer plano de la mirada de la heroína, perdiendo el equilibrio y parpadeando los ojos. Y al lado, el asesino, con una actitud impasible y distante. De mi boca salieron mil y un insultos en aquel momento. 

Luego nos toca hacer de tripas corazón y luchar contra Jénova. Después de semejante terremoto a nivel anímico y psicológico, era imposible concentrarse en esta batalla. Pero claro: el deber nos llama y como héroe que somos, tenemos que ser profesionales y cumplir en la arena aunque por dentro se tenga un día de mierda y estemos rotos y quebrados. Los genios tienen la capacidad de poner la cabeza por delante del corazón y de actuar de forma que los temas personales no afecten a tu trabajo. Otra lección de vida que nos dio la epopeya de Square

Una vez el enemigo sea derrotado asistimos al adiós definitivo, a la despedida, a la separación de Cloud y Aeris. La escena me recuerda muchísimo a la película Titanic. De hecho, la séptima entrega de Final Fantasy se lanzó al mercado el mismo año que el film de James Cameron (1997). Solo hubo unos meses de diferencia (el videojuego salió en enero y la peli en noviembre). 

El personaje de Cloud toma el cadáver de Aeris y lo lleva a un lago. Deposita el cuerpo sobre el agua y vemos cómo se hunde poco a poco, alejándose de Cloud, que aprieta su mano contra el pecho en señal de dolor y promesa. 

El último plano es demoledor. Vemos a la heroína en dirección a la cámara, con los ojos cerrados, inerte e inmóvil, descendiendo por el mar, haciéndose cada vez más pequeña hasta desaparecer por el abismo oscuro. 

¿No os recuerda este momento a la muerte de Jack Dawson en Titanic? Después de que el trasatlántico se hunda en las aguas del Atlántico Norte, los personajes interpretados por Leonardo Di Caprio y Kate Winslet luchan por mantenerse a flote junto a otros náufragos. En esta encarnizada lucha, Jack consigue llevar a Rose hasta una tabla de madera. ¿Cuál es el problema? En este soporte solo cabe una persona. Como buen galán que es, el protagonista cede el sitio a su novia.

Antes de que la hipotermia mate a Jack, Rose le hace una promesa: luchará por sobrevivir, cumplirá sus sueños y morirá cuando sea una viejecita centenaria. 

Desgraciadamente, el frío hace mella en el chico y muere. El ritual de separación de la pareja es similar al de Final Fantasy VII. Rose toma el cadáver de Jack y lo separa de la tabla de madera a la que estaba agarrado. Antes de mandarlo al fondo del mar, le coge de una mano y se compromete a cumplir con el juramento. Después, le da un beso y lo suelta. 

El cuerpo se va hundiendo poco a poco en el agua, igual que Aeris en el lago. En el último plano vemos a Jack mirando a cámara, sin vida, descendiendo poco a poco hacia la oscuridad del abismo mientras se aleja de su amada. 

El parecido con la séptima entrega de Final Fantasy es asombroso. 



A propósito de parecidos, no podemos negar la influencia de la saga Super Smash Bros en Nickelodeon All Star Brawl. En ambos títulos tenemos que pelear. En el primero, con personajes de Nintendo (Luigi, Mario, Fox, Falcon, Pikachu...). En el segundo, con figuras conocidas del mítico canal de dibujos (Bob Esponja, Catdog, Helga, Reptar, Nigel Thorberry...).


Las dinámicas son idénticas. Tenemos que arrojar a nuestro rival fuera de la arena de batalla ya sea con golpes (patadas, puñetazos, embestidas...) u objetos (pokeballs, martillos, bombas...). En los dos juegos la vida de los luchadores se representa con un marcador de porcentaje, que va subiendo a medida que el personaje recibe daño. Cuando se acerca al 100% corre el riesgo de ser lanzado al aire ante el mínimo golpe, y ser expulsado del escenario. 



Los campos de batalla están llenos de trampas que nos quitan vida y obstaculizan. Por ejemplo, hay una arena de Nickelodeon All Star Brawl que se ambienta en un anfiteatro. El nivel de la lava va subiendo a medida que avanza el combate de forma que el fluido abrasivo va invadiendo las zonas más altas, igual que sucedía con el ácido del planeta Zebes en Smash Bros. Hay otro escenario en el que aparecen naves espaciales que atacan a los jugadores. ¿No os recuerda al Sector Z del título de Nintendo? Los chicos de Ludosity se inspiraron "demasiado" en el título de lucha del fontanero. 


Hasta en los modos secundarios detectamos coincidencias. En el primer Super Smash Bros (1999) hay un minijuego de bonus que se activa entre combate y combate que consiste en romper varias dianas que se encuentran desperdigadas por un escenario lleno de plataformas imposibles. Para alcanzar las dianas tenemos que emplear diferentes combos y ataques del personaje que controlemos. 

En el título de lucha de Nickelodeon encontramos un reto similar. En lugar de dianas, debemos romper globos que se encuentran repartidos por un escenario plataformero. Eso sí, el nivel de dificultad es más sencillo y asequible, ya que para alcanzar los globos no hace falta utilizar todos los movimientos. Basta con acercarse al hinchable y golpearlo con cualquier ataque. 

El modo arcade de Super Smash Bros 64 y la campaña de Nickelodeon All Star Brawl tienen elementos en común.

-Por un lado, la presencia de jefes finales. En el título de Nintendo nos enfrentaremos a Master Hand en la última batalla. Se trata de un boss en forma de mano gigante que usa su palma y sus dedos con el fin de atacarnos. Tenía 300 puntos de vida. 

En el título de Ludosity encontramos un jefe al final de cada área como Sartana (una catrina), Shredder (el archienemigo de las tortugas Ninja), el Rey Medusa o el Holandés Errante (un pirata fantasma). 

-Por otro lado, batallas multitudinarias en las que nuestro luchador debe enfrentarse a oleadas de bichos. Hasta que no se vacíe la arena de rivales no pasaremos al siguiente reto. En Super Smash Bros tenemos desafíos como derrotar a ocho Kirbis, veinte Yoshis o treinta criaturas metalizadas con la forma de los diferentes personajes del juego

En la campaña de Nickelodeon también hay batallas masivas donde nos enfrentaremos a una docena de criaturas como rosquillas, pulpos, marcianos, ninjas o esqueletos


No hay comentarios:

Publicar un comentario