jueves, 7 de diciembre de 2023

Videojuegos y profesiones (1)

La entrada de hoy está dedicada a los empleos gamers. Aprovechando que estamos en los meses del año idóneos para la creación de puestos de trabajo en España, vamos a hablar de profesiones videojueguiles. A lo largo de la historia de nuestro hobby favorito hemos desempeñado mil y un oficios. ¿Quién no ha deseado alguna vez cuando era niño dedicarse a lo mismo que se dedicaba nuestro personaje favorito? Futbolista, barrendero, repartidor, policía, astronauta, tendero...hay para todos los gustos

Espero que os guste esta selección de cargos laborales que os he preparado en forma de reportaje, todos ellos extraídos de nuestros títulos favoritos, clásicos y modernos. Como siempre os digo cada vez que traigo un estudio de este tipo, ni son todos los que están ni están todos los que son. Se trata una muestra basada en mi experiencia como jugador, que por naturaleza va a resultar imperfecta e insuficiente. Para enriquecer y completar mi investigación serán bienvenidas vuestras aportaciones. 

Al margen de esto, lo importante es pasar un rato agradable recordando nuestro patrimonio gamer. Con la excusa de los trabajos, vamos a dar un buen repaso a títulos de ayer y hoy. 


Empezamos con el oficio de granjero, y para ejemplificarlo os traigo Gopher, título producido por U.S Games en el año 1982 para Atari 2600. 

El protagonista es un señor que se gana la vida trabajando en una finca. Va ataviado con un sombrero de paja y atuendo campestre. Su cara expresa una mueca de sonrisa (o medio-sonrisa), síntoma de que está encantado con las labores agrícolas. 

El objetivo del juego consiste en proteger una cosecha de zanahorias del ataque de un topo que no para de excavar túneles subterráneos, con el fin de llegar a la superficie y comerse las verduras.

El granjero, usando una pala, deberá tapar los surcos que el topo va perforando en el suelo. Si consigue hacer una galería lo suficientemente alta como para llegar al exterior, el animalillo hincará el diente a la zanahoria y perderemos una vida. 

A medida que avanza la partida, el topo se moverá más rápido, hará más agujeros y no se estará quieto en ningún momento. Llegaba un punto en que te volvías loco, ya que la criatura te mareaba: ahora hago un hoyo, luego me voy a otro, después me vuelvo al primero, y así todo el rato

De vez en cuando un pelícano atraviesa volando la pantalla y deja caer una semilla a la plantación. De esta forma, surgirá una nueva zanahoria y tendremos una vida adicional para seguir jugando. A medida que cerramos túneles, nos dan puntos. 



La profesión de barman está muy bien representada en Tapper. Ya hemos hablado varias veces de este clásico de Midway del año 1983

Controlamos al camarero de una cantina. Su objetivo es servir jarras de cerveza a los sedientos clientes, que no paran a acercarse a los bidones que hay en las barras. Debemos gestionar cuatro barras a la vez. Si un cliente toca el tonel, perderemos una vida. Por lo tanto, debemos ser rápidos en servir las bebidas con el fin de alejar a la peña de los tanques cerveceros. 

Por supuesto, hay que servir tantas bebidas como clientes haya en la barra. Si hay dos señores, hay que lanzar dos jarras. Si lanzamos tres, una de ellas no será recogida y se romperá cuando llegue al final de la barra.  

¿Más cosas? Cuando un cliente se trinca la cerveza, nos devolverá la jarra vacía lanzándola por la barra. El protagonista deberá recogerla antes de que se caiga al suelo y se rompa. Si esto ocurre, perdemos una vida. 

El juego es una auténtica locura. Debemos estar pendiente de muchas cosas a la vez: atender las cuatro barras, que no se caiga nada, servir, contar clientes, recoger propinas...Esto último hará que unas chicas salgan al escenario y se pongan a bailar un can-can distrayendo a los clientes y dejándonos un tiempo de respiro. 


Para el trabajo de agente inmobiliario me he decantado por un título actual: House Flipper. La propuesta de Frozen District nos invita a remodelar casas de principio a fin.

Al llegar a una vivienda nos encontramos todo echo un asco: plagas de cucarachas, basura, ventanas sin limpiar, baños sin sanitarios, paredes desconchadas, habitaciones sin puertas, radiadores quitados...

El protagonista deberá ponerse manos a la obra y emulando al mítico programa de televisión Esta casa era una ruina, tendrá que dejar la casa como los chorros del oro. Esto incluye tareas de limpieza, tirar muros, redistribuir habitaciones, pintar paredes, amueblar, decorar, instalaciones, colocar baldosines...

Como os imaginaréis, hay que dedicar un buen número de horas a cada habitáculo, hasta dejar la casa al gusto de los clientes. Finalmente la venderemos y obtendremos beneficios. 

Los fontaneros pasarán un rato divertido con Pipe Mania. La propuesta de The Asembly Line, que llegó a Amiga en el año 1989, nos mete en la piel de Alfonzo, un hombre apasionado de la fontanería. 

La mecánica es muy sencilla. En el lado izquierdo de la pantalla aparecen piezas de tubería, las cuales debemos encajarlas en una cuadrícula de 10 x 7, de forma que los tubos vayan enganchándose unos con otros hasta formar un conducto, el cual desemboque en un sumidero. Da igual la forma que le demos al canal. Lo importante es que llegue al desagüe, ya que pasados unos segundos del inicio del nivel, saldrá agua de un grifo, y esta deberá recorrer el albañal que nosotros mismos hemos creado hasta alcanzar el sumidero. Si el agua se sale de los tubos, habremos perdido. 

A mí me encantaba hacer caminos imposibles, llenos de curvas, subidas, bajadas, vueltas y revueltas. A veces me pasaba de listo y perdía, pero me encantaba ver el flujo de agua recorriendo mi creación. 

Una década después salió una versión remasterizada para Play Station. Recuerdo jugarla en una demo de la revista Play Station Magazine. En 2008 Plante DeAgostini distribuyó versiones para PSP, Play 2 y Nintendo DS. 


De la fontanería saltamos al mundo de la investigación y los detectives, gracias a Where in the world is Carmen Sandiego?

La saga nació en 1985. Tenía un fin didáctico y educativo. Se concibió como una aventura gráfica para alumnos de Educación Primaria. Los chicos de Broderbund Software aunaron el estudio de la geografía y la historia universal con el mundo videojueguil. 

Carmen es una ladrona de guante blanco, líder de la organización criminal VILE, experta en el robo de bienes del patrimonio cultural. El jugador se convierte en detective. Su objetivo es recabar pistas que le permitan dar con el paradero de la mangante. Basándonos en los datos que nos da la gente, y un poco de razonamiento lógico conseguiremos llegar a los lugares por los que ha pasado Carmen, y dar con ella. 

En los años noventa se emitió un concurso en la 2 de Televisión Española titulado ¿Dónde se esconde Carmen Sandiego? presentado por Luis Montalvo (con gabardina) y Lola Muñoz (que hacía de jefa de la agencia D.E.D.O). También hubo juegos de mesa, series de televisión y comics. Fue un fenómeno de masas. 


Gracias al programa, alquilé la versión de Super Nintendo. Había más de treinta países que visitar. Por aquel entonces, yo era demasiado niño y me costaba entender los juegos de palabras que conducían a la solución del misterio. Cada vez que me equivocaba de ubicación (ocurría con frecuencia), veía que las pistas carecían de sentido. A veces atinaba por pura suerte y celebraba la captura de los villanos. Nunca llegué a encontrar a Carmen, aunque sí arresté a algún secuaz. 

En Fishing Derby nos metemos en la piel de un pescador. El juego fue producido por Activision y salió a la venta en 1982 para Atari 2600.

La propuesta de David Crane no puede ser más simple y adictiva. Dos jugadores compiten por pescar la mayor cantidad de peces posibles. Cada uno se sienta en el lado opuesto de un muelle y lanzan la caña al lago. Con el joystick deben moverla en las cuatro direcciones (arriba, abajo, izquierda y derecha) con el fin de enganchar un pescado. 

Una vez el animal haya picado el anzuelo, debemos subir la caña a la superficie, evitando que el tiburón que nada por las aguas se coma a los peces. Los pescados más gordos se encuentran en el fondo del río. Los más pequeños, más cerca del exterior. El primer pescador en alcanzar las 99 libras de pescado será el ganador.

El modo multijugador era la caña. Muchas veces mi padre y yo coincidíamos e íbamos los dos a por el mismo pez. Al final, solo uno podía enrollarlo al sedal: el que fuera unas décimas de segundo más veloz


Séptimo oficio de la tarde: obrero. Y el juego elegido es Hard Hat Mack, el bautismo de Electronic Arts en el mundo gamer. El parecido con Donkey Kong es más que evidente. El título vio la luz en 1983, en el ordenador Apple II, aunque también hubo versiones para Amstrad o Commodore 64

El protagonista debe superar tres niveles. El primero se desarrolla en un edificio en construcción. ¿Cuál es el objetivo? Rellenar los huecos de las vigas. Para eso, debemos recoger los trozos de muro que hay por el escenario, trasladarlos hasta los espacios vacíos y fijarlos con el martillo, para que el suelo quede construido. Podemos apoyarnos en las cadenas, elevadores y muelles de salto. 

En la segunda fase hay que recoger las fiambreras de los trabajadores esquivando obstáculos como un bloque aplastante y cintas transportadoras. 

El último nivel tiene lugar en una fábrica. Nuestro supertrabajador favorito deberá recoger varias cajas y lanzarlas a la máquina procesadora que hay en la parte inferior del nivel, mientras esquiva descargas eléctricas.

Una vez superemos las tres pantallas, volveremos a la primera. El protagonista estará acompañado por dos personajillos muy molestos: un inspector de industria (OSHA) y un gamberrete ladrón (Vandal). Si no queremos perder vidas, mejor que os alejéis de ellos


En un reportaje como este no puede faltar el oficio de policía. En junio de 2001, en plena efervescencia de las aventuras de mafiosos llegó a la primera Play Station World's Scariest Police Chases. Este juego supuso una vuelta a la tortilla, ya que por primera vez en el género, el héroe no iba a ser perseguido por la policía, sino que nos metíamos en la piel de las fuerzas del orden público para arrestar a criminales. 

El título está basado en un programa de la televisión estadounidense que se emitió en Fox desde 1998 a 2001,que tuve el placer de seguir en mi época de adolescente. 

El éxito y espectacularidad gráfica de Driver y la libertad y crudeza del "cenital" Grand Theft Auto hizo que la propuesta de Development pasara algo desapercibida. 

En la mayoría de misiones había que perseguir a los delincuentes por todo tipo de entornos, evitando su fuga. Otra alternativa era embestirlo, empujarlo e incluso utilizar armas (pistolas, metralletas, bazucas o escopetas) para destruir sus vehículos. La misión resultaba exitosa tras reducir las barras de resistencia del coche e intimidación. 

Para ilustrar la profesión de minero, recurrimos a Manic Miner, el mítico juego de Spectrum producido por Matthew Smith en el año 1983

Los niveles constan de pantallas fijas ambientadas en el interior de una mina. El objetivo es recoger las llaves que hay dispersas por el escenario para abrir la puerta de salida y pasar a la siguiente zona. Sobra decir que el yacimiento es un lugar lleno de peligros y trampas: suelos que se caen, plantas venenosas, cintras transportadoras, plataformas en vertical, enemigos subterráneos, estalactitas...

Willy cuenta con una barra de oxígeno que se irá reduciendo a medida que pasa el tiempo (normal, ya que estamos bajo tierra). Las caídas desde lo alto también quitan vida. 

Su puesta en escena resulta atractiva gracias a un colorido diseño de los entornos y un acompañamiento musical exquisito con El Danubio Azul (J. Strauss) y En el salón del rey de la montaña (Grieg). 


Los carteros son los responsables de llevar la correspondencia postal a nuestra casa. Hay un título actual en el que tenemos que repartir muchas cartas y paquetes a la vez que nos reencontramos con el pasado. Hablamos de Lake, un título que salió hacer un par de años y está a medio camino entre el videojuego y la narrativa. 

La protagonista es Meredith Weiss, una informática, que por casualidades de la vida regresa a su pueblo natal, una pequeña localidad situada en un entorno natural maravilloso, lejos del mundanal ruido. En el centro del mapa hay un precioso lago (de ahí el nombre del juego).

La chica, en teoría, no tiene intención de quedarse mucho tiempo en el pueblo. Solo viene para sustituir a su padre, que es el cartero de la zona, que se ha cogido dos semanas de vacaciones. Meredith se ofrece para hacer el trabajo a su padre, y después, volverse a la ciudad. 

A lo largo de las jornadas en que se divide la aventura la muchacha se reencontrará con antiguos amigos y conocidos de la infancia. Recordarán viejos tiempos, visitarán lugares especiales, harán planes juntos en esos quince días que Meredith está con ellos, reflexionarán sobre el paso de los años. La protagonista también conocerá a los nuevos habitantes del pueblo que se han instalado durante sus años de ausencia. Los personajes secundarios son curiosos: la propietaria del bar, la dueña de un videoclub, una viejecita que se siente sola, un activista que lucha para evitar la construcción de bloques de viviendas en el lago..

En función de las decisiones que tomemos en los diálogos, la protagonista podrá convertir su estancia temporal en definitiva, volver a su antigua vida de informática, o se va a recorrer mundo porque no sabe qué hacer con su existencia.

Mientras eso ocurre, nos tocará subir a la furgoneta de correos y repartir la correspondencia a las casas y negocios de Providence Oaks y alrededores. En el mapa aparecen señalados los buzones y domicilios. Debemos conducir hasta ellos y depositar la mercancía, sin límite de tiempo, a la vez que disfrutamos del precioso entorno que nos rodea y la música radiofónica. 


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