Si hay algo que me gusta de los juegos plataformeros es ver morir al protagonista de mil y una maneras: abrasado, ahogado, pisoteado, despeñado, congelado...¿La condición? Que sea desde la óptica del buen humor y la sonrisa. No importa perder una vida si a cambio pasamos un rato divertido con animaciones muy chulas mediante las cuales el protagonista pasa por diferentes trances que provocan la carcajada en el jugador.
A veces soy sádico. Lo reconozco. Juego mal adrede para contemplar cómo el héroe pasa a mejor vida. Veo una trampa/obstáculo/enemigo y no puedo evitar caminar hacia él y dejarme llevar por las entrañas de la muerte. Necesito saciar mi curiosidad. ¿Qué pasa si caigo por ese agujero de ahí? ¿Y si me dejo achicharrar por las llamas de ese feroz dragón? ¿Qué tal si me acerco al sheep-sheep gigante de Mario Bros 3 y dejo que me coma?¿Y si tiro a Crash Bandicoot al ácido sulfúrico?
En estos títulos, lo normal, es que el momento del deceso quede dulcificado por animaciones cómicas y cachondas que generan la risa de quien juega
Con Kid Klown in Crazy Chase, el conocido juego de plataformas en perspectiva isométrica de Kemco para Super Nintendo del año 1994, afloró mi vena masoquista. Para que os hagáis una idea: completé la aventura dos veces: la primera, de forma ortodoxa, con el objetivo de llegar al final y pasarme todas las fases de la manera más digna y honrosa posible; la segunda, deteniéndome en todos y cada uno de los elementos nocivos del escenario, para disfrutar de las reacciones del payaso protagonista.
En la entrada de hoy vamos a analizar las animaciones adversas del héroe en el primer nivel, el cual se ambienta en un bosquecillo plagado de árboles, ríos, puentes, arbustos, flores, hierbas, caminos y setas.
Cada zona se plantea como una carrera contra el crono, ya que el objetivo del héroe es alcanzar el final del área antes de que explote una bomba. Y hay que ser rápidos!!!!!!!!!!!!!!!Nada más poner el pie en la fase, una mecha encendida comenzará a arder, recorriendo el mismo camino que el payaso. Si llegamos nosotros antes a la meta, ganamos. Si lo hace la mecha, la bomba explotará y perderemos. Lo mejor es dejar la mecha atrás y correr, correr, correr y correr como si no hubiera un mañana
El protagonista empieza el nivel cayendo desde el aire, estampando su cabeza en el suelo. Esta quedará sepultada bajo la arena. Por lo tanto, si quiere avanzar, tendrá que sacarla de la tierra. Como la testa se ha clavado concienzudamente en la superficie, al payasete le costará desenterrarla
Al liberarse se dará cuenta de que la mecha se ha puesto en funcionamiento y como se demore en llegar al final, la bomba explotará.
Debido al miedo y a la situación de peligro, el prota temblará como si hubiera recibido un calambrazo. Empezará a correr hacia delante a toda velocidad, a la vez que los ojos se salen de sus órbitas. Típico de los cómics y de los dibujos animados!!!!!!!!!!!
¿Qué ocurre si el artista es aplastado por un tronco de árbol cual rodillo de amasar? Quedará marchito en el suelo, como si fuera una hoja de papel pisoteada y ajada
Si cae en un foso de espinas, ocurrirá algo parecido. Además del grito quejoso, saltará rápidamente para volver a la superficie.
Otra escena graciosa se produce al caer a un charco. Nuestro payaso favorito quedará empapado hasta las trancas. Se restregará los ojos mojados y se secará la ropa y el pelo como si fuera un perro, agitando su cuerpo hacia los lados.
Otro infortunio destacado se produce cuando los cañones que hay al borde del camino disparan balas y estas caen sobre el héroe. El pobrecillo quedará carbonizado y chamuscado. Se convertirá en una esfera negra con dos ojos saltones. Booooooooooooommmmmmmmmm!!!!!!!!
En el ecuador de la ruta, una racha de viento empezará a soplar fuertemente sobre el protagonista. Este será arrastrado a un camino adyacente. Durante varios segundos quedará aturdido!!!!!!!!! Las pupilas de sus ojos no dejarán de dar vueltas.
¿Sabíais que Kid Klown in Crazy Chase tiene una cosa en común con Mario Kart? Os doy una pista: es una fruta amarilla dulce, no apta para diabéticos, en forma de media luna, y con una piel resbaladiza.
Se trata del plátano. Al igual que en el juego de conducción de Nintendo, el prota puede escoñarse si se le ocurre pisar una cáscara de banana. Caerá de espaldas sobre el suelo, perdiendo vida y unos segundos valiosos que le pueden costar el nivel.
En el último tramo nos lanzarán hachas desde las copas de los árboles. Estas se clavarán en el suelo. Si Payasín se choca con ellas, caerá espatarrado al suelo, de espaldas o de cara.
Grande shur vaya juegazo, yo también flipaba en su momento con sus animaciones de muerte.
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