No hay duda de que la sociedad se ha vuelto sensible ante ciertos temas. Hace dos décadas era frecuente en series de televisión ver a un padre pegando collejas a sus hijos (véase Los Serrano, Mis adorables vecinos) o a los concursantes del primer Gran Hermano fumándose un cigarrillo en el patio. La gente se lo pasaba pipa cuando en el Gran Juego de la Oca aparecían animales o en el Grand Prix del verano se utilizaba una vaquilla para amenizar las pruebas. Los espectadores de la Nochevieja de 1991 se echaron unas risas con el sketch de Martes y Trece titulado Mi marido me pega. En No te rías que es peor hacían chistes sobre gordos, gitanos, homosexuales o negros.
Enlace del video: https://www.youtube.com/watch?v=vsUixUogiuw
Hoy en día las asociaciones de protección al menor se echarían las manos a la cabeza si una madre le da un cachete a su hijo en televisión. Los animalistas no permiten que el nuevo Grand Prix haga pruebas con su mascota más emblemática, o saldrían expertos diciendo que los bichos sufren o se estresan. La política española condenaría de forma inmediata el uso del humor en ciertos contextos, pues se corre el riesgo de fomentar actitudes de tinte xenófobo, homófobo o racista, y mucha gente puede sentirse atacada. Las leyes antitabaco ya prohíben que las cámaras enfoquen a personas fumando
Hace varias semanas compré la versión remasterizada de Joe & Mac: Caveman Ninja, que la compañía francesa Microids sacó a la venta en 2022 para Xbox One. El juego se inspira en el clásico de Data East de 1991. Los protagonistas son dos trogloditas (uno de pelo verde y otro de pelo azul) que se embarcan en una aventura ambientada en la prehistoria. ¿Su objetivo? Derrotar a una tribu de neandertales que se han adentrado en la aldea, para destruirla y raptar a las mujeres que viven en ella. Los héroes presentan un aspecto que está a medio camino entre el simio y el Homo-Sapiens
Deben recorrer una serie de escenarios variados (el bosque, las cascadas, el volcán, la nieve, el valle de fósiles...) enfrentándose a enemigos como hombres primitivos, dinosaurios, mamuts o pterodáctilos. Las armas se encuentran en el interior de huevos gigantes y son útiles: boomerangs, huecos, cuchillos...
La aventura es corta. En el nivel de dificultad "fácil" se pasa en media hora, ya que contamos con cinco vidas y cinco continues (en total, 25 oportunidades, empezando desde la fase en que nos mataron). Los ataques de los enemigos apenas reducen un cachito de nuestra vida, no hay límite de tiempo y el camino está repleto de comestibles para regenerar la barra de daño.
Probé el modo cooperativo con mi amigo Marce. Al derrotar al último boss (una especie de demonio de color azul, en el interior de las tripas de un dinosaurio, cuyo corazón hay que golpear hasta destruirlo), y después de visionar la escena final, ambos coincidimos que con los moralismos imperantes hoy en día y la tendencia a lo políticamente correcto, habría personas que se sentirían atacadas con este desenlace, el cual sería duramente criticado por su mal gusto, la falta de decoro y promover la gordofobia, al utilizar el exceso de peso como recurso de humor.
Os explico un poco cómo acaba la aventura para que lo entendáis. Al término de cada fase justo después de derrotar al jefe final de cada área (la manada de tiburones, la planta piraña, el dinosaurio dormilón que expulsa nativos por la boca, el pterodáctilo, el mamut, el armadillo con pinchos...), nuestros dos héroes liberan a una bella muchacha. La chica es joven, delgada, esbelta, de rostro dulce y alegre. En cuanto la desatamos, la muchacha corre hacia uno de los protagonistas y le da un beso. El troglodita hará un gesto de bobalicón mientras se sonroja.
Seguramente este final de fase ya sería tildado de fomentar la sociedad patriarcal. La mujer queda como una pobre víctima que necesita tener a su lado a un hombre para solucionar sus problemas, mientras que el varón es el machito fuerte que la rescata de todos los apuros. La recompensa de tipo romántico-sexual tampoco ayuda, pues se crea la sensación de que los héroes salvan a la dama para recibir el beso en vez de hacer justicia o ser altruistas.
¿Qué ocurre después del nivel 6? Al derrotar al diablo, Joe y Mac entran a una cueva para rescatar a las mujeres de la aldea. Se escuchan unos acordes musicales alegres, propios de un contexto de celebración. Sin embargo, la cara de los protagonistas cambia de golpe. Los ojos se salen de sus órbitas. Los pelos se ponen de punta. Los rostros expresan puro terror. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué están viendo para tener esa expresión de miedo?
Enseguida hallamos la respuesta. En lugar de encontrarnos a la típica princesita de cuento, sensual, pelo rubio, cuerpo fino, ropa elegante, bien maquillada, con encanto, aparece una mujer de cuerpo tosco (es decir, gorda), brazos musculosos, labios gruesos, peluda y con todos los respetos, bastante "machorra". La caricatura se consigue realzando el tamaño de los ojos y los mofletes. En la mano lleva una planta de aspecto peligroso. La melodía chirría con este estampa y se producen desafines desagradables. No es lo que esperábamos jejejje.
En la pantalla de créditos vemos a los dos trogloditas escapando por el bosque, corriendo a todo correr, mientras la serrana les persigue tirándoles besitos.
En los años noventa todo el mundo nos reíamos de ese final. Nunca lo cuestionamos. Sin embargo, casi un cuarto de siglo después, algunos colectivos podrían sentirse atacados: ¿Acaso los héroes escapan de esa mujer porque tiene unos cuantos (bastantes) kilos de más? ¿Salen corriendo porque es fea?
Asociaciones feministas o entidades que trabajan el tema de los trastornos alimenticios pueden darle a la cabeza con este epílogo: ¿El juego está ridiculizando y burlándose de las personas obesas? ¿Los héroes están siendo muy crueles al juzgar por fuera a esta mujer, tratándola como si fuera la mismísima peste, sin tener en cuenta su personalidad interna? (recordemos que la chica lo único que quiere es dar besos a los trogloditas para agradecerles que la hayan rescatado). ¿Puede resultar denigrante ver a una chica con actitud amorosa y dos tíos escapando de ella solo por una cuestión de estética? El hecho de representar a una mujer como una figura pasiva, decorativa, sin voz ni participación, y como trofeo de la gesta haría que muchas féminas pusieran el grito en el cielo si este juego llega a producirse en 2025.
Hoy en día las instituciones educativas dan mucha importancia a la educación en valores. Se busca que el arte (películas, series, programas, videojuegos, canciones, ...) no solo divierta, sino también enseñe a las nuevas generaciones. Imaginemos que un niño ve este final de Joe & Mac. ¿Qué conclusión sacaría? ¿Hay que huir de las mujeres con sobrepeso? ¿Las mujeres obesas son dañinas y peligrosas? En el caso de las niñas: ¿Si estoy gorda los chicos no van a querer verme ni en pintura? ¿Tengo que estar delgada y esbelta como las damas de las anteriores fases para que los niños me hagan caso y quieran besarme?
Hace veinte años la sociedad no estaba sensibilizada con estos temas y estos detalles se pasaban por alto ya que no formaban parte de nuestras preocupaciones. Hoy en día estamos tan hipersensibilizados que cualquier cosa nos hace saltar y darnos por aludidos. Es bonito contemplar la evolución de la sociedad a través de un videojuego como Joe & Mac Caveman Ninja.












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