El fin de semana pasado completé la misión final de Sleeping Dogs. Luego, rematé los últimos logros que quedaban (las carreras callejeras, obtener noventa puntos sobre cien en las canciones de karaoke y superar los cuatro clubes de lucha). He desinstalado el juego con pena, ya que hacía mucho tiempo que no disfrutaba con una aventura que por su ambientación y las artes marciales me recuerda a Yakuza, y la acción y la conducción a un Grand Theft Auto
Me lo he pasado pipa paseando con Wei Shen por las calles de Hong Kong. He abierto todas las cajas de tesoro, he activado todos los altares de vida, he apostado dinero en las peleas de gallos, he adquirido las ropas y atuendo del protagonista, he alcanzado el máximo nivel de respeto, triada y policía, he llevado a Tran el listado de coches...
De todos los trabajos secundarios he elegido uno para redactar la entrada de hoy: las redadas antidroga. Wei Shen está en contra del tráfico y el consumo de estupefacientes, así que ayudará a la poli a detener y capturar a los camellos más poderosos e influyentes de la ciudad.
Los trabajos de detección del narcotráfico se dividen en tres partes bien diferenciadas.
-Primero debemos desplazarnos al punto donde se trafica. Puede ser un callejón, un parque, el interior de las alcantarillas, un gueto del extrarradio, debajo de un puente, el puerto...
Allí hay que derrotar a todos los pandilleros que encontremos. Normalmente nos piden un número fijo de muertes (seis, siete, diez, quince...). Casi siempre hay que utilizar el cuerpo a cuerpo (llaves, patadas, puñetazos, contraataques, combos) o armas blancas (cuchillos, bates, paraguas, paletas...). Se puede usar el entorno a nuestro favor (por ejemplo, podemos empujar a un enemigo y estamparlo contra un cajero o un contenedor de basura, y así matarlo de un golpe).
A medida que derrotamos a los mafiosos, irán apareciendo más. Al final es un yo contra el barrio.
A veces los traficantes se esconden en las cloacas de Hong Kong y ahí hacen su base. En estos casos los enemigos utilizan armas de fuego y nosotros tendremos que recurrir a ellas para matarlos (pistolas, fúsil de asalto, rifles, escopetas...). Podemos escondernos detrás de muros y paredes o debajo de barricadas improvisadas para evitar recibir daño.
Si usáis la táctica de presentaros al punto de venta en un coche y una moto, podréis atropellar a algún matón, pero enseguida ellos también se subirán en vehículos.
Una vez la zona quede despejada de todo bicho viviente, aparece el cartel con la segunda tarea: piratear las cámaras de seguridad
Debemos superar un minijuego de lógica/razonamiento. Disponemos de seis intentos para adivinar una secuencia de cuatro cifras, que va cambiando de una partida a otra.
Nosotros metemos el número de cuatro cifras que queramos (por ejemplo, 2981). Las cifras correctas se iluminan en verde. En este caso, si se ilumina el 9 de verde quiere decir que la segunda cifra del código es el 9. No puede ser otra
Si un número no forma parte de la secuencia se pone rojo. Por ejemplo, si el 8 y el 1 se iluminan de rojo quiere decir que ni el 8 ni el 1 aparecen en el código final, y debemos probar otros números.
Si una cifra forma parte de la solución pero está en una posición incorrecta, se alumbra de color naranja. En el caso anterior, si el 2 se pone naranja quiere decir que debemos probar con el 2, pero en lugar de al inicio, debemos colocarlo en tercera o cuarta posición, hasta que se ponga verde.
Tenemos seis oportunidades para encontrar el código. Podemos fallar hasta en seis ocasiones. En caso de que se consuman las seis intentonas, podemos volver a jugar, pero habrá cambiado el número
¿La buena noticia? Un número no puede aparecer dos veces en la secuencia. Por ejemplo, no puede ser el número 3134, ya que el tres se repite dos veces. Solo puede haber un uno, solo puede haber un dos, solo puede haber un tres, solo puede haber un cuatro. No puede salir el número nueve dos o tres veces. Un número una sola vez.
Después de hallar la solución de este acertijo numérico, llega la parte más innovadora del reto. Tenemos que ir a cualquiera de nuestros pisos francos y acceder al monitor de seguridad donde están conectadas todas las cámaras que hemos pirateado a lo largo de la aventura.
Como si se tratara de un gran hermano nosotros tenemos que mirar por la cámara. Veremos en directo el punto de venta. Habrá mucha gente saliendo por la televisión, pero solo una de estas personas es la que está vendiendo droga. Debemos observar cada uno de sus movimientos, con muchísimo cuidado. Toda la gente que sale en emisión es sospechosa aunque solo uno es el narcotraficante.
Cualquier detalle puede ser relevante: una mano al bolsillo, una cabeza girada, dos personas muy juntas, alguien que se agacha...A veces las apariencias engañan. Por ejemplo, alguien está moviéndose mucho y resulta que solo va a sacarse un paquete de tabaco del bolsillo. Tened en cuenta que la gente no sabe que la estamos grabando, así que pueden hacer gestos y acciones cotidianos que nos pueden rallar pero no son ilegales. Al final, si estamos mucho tiempo mirando acaba saliendo el culpable.

Durante el visionado de cámaras nosotros controlamos una mirilla redonda. Debemos señalar a quien creemos que es el traficante. Cuando lo tengamos claro pulsamos el botón A. En ese momento llegará la policía, hará la redada, todo el mundo saldrá corriendo salvo la persona que hayamos señalado que será detenida por los agentes de Hong Kong. Si hemos elegido bien, la operación será exitosa y recibiremos puntos de prestigio policial. Si no, nos tocará repetir hasta dar con el suministrador de estupefacientes.

La verdad es que me ha parecido un reto innovador, fresco y entretenido. Es gratificante ver cómo cada uno de los barrios de Hong Kong se va limpiando de droga. La mezcla de acción, puzle y percepción del entorno es muy acertada